Zebra mussels pest in Ebro river will cost two million euros per year.
Fri, 06/10/2006
MEDIO AMBIENTE
Los consejeros de Medio Ambiente de toda España debaten hoy una estrategia para combatir la invasión del bivalvo en la cuenca del Ebro
ANTONIO CERRILLO
barcelona. - La plaga del mejillón cebra, que se ha extendido en toda la cuenca del río Ebro, va camino de causar en España estragos ecológicos y económicos. Las administraciones y empresas afectadas por su expansión se han gastado 2,7 millones de euros (entre el 2001 y el 2005) en combatir el avance del bivalvo invasor. Y se calcula que tendrán que destinar 40 millones de euros entre el 2006 y el 2025 para este mismo fin. Así se recoge en el informe que hoy analizará en Barcelona la conferencia sectorial de los consejeros autonómicos de Medio Ambiente, que empezará estudiar una estrategia española para combatir la plaga.
Los daños del mejillón cebra son crecientes a medida que avanza la colonización del Ebro. En su expansión sin control, tapona las tuberías de captación de agua para el abastecimiento municipal; bloquea los canales de riego y de las empresas hidroeléctricas que usan el agua para producir energía, e, incluso, obstruye las tomas de agua para refrigerar la central nuclear de Ascó.
Endesa Generación ha debido gastar ya 1,3 millones de euros en limpiar conducciones y la Asociación Nuclear Ascó, otros 676.638 euros, mientras que la Confederación del Ebro y el Ministerio de Medio Ambiente suman 300.000 euros en trabajos y estudios.
Rafael Romeo, comisario de Aguas de la Confederación del Ebro, afirma que 'todo el eje del Ebro está completamente colonizado por el mejillón cebra' y que el problema 'no tiene solución'. 'El mejillón no se puede erradicar, pero sí podemos hacer que se retrase la expansión hacia determinadas zonas', indica Romeo. Impulsado por su enorme capacidad de reproducción, el mejillón -que llega a producir un millón de larvas al año- puede también recubrir cascos y quillas de barcos, y dañar motores y bombas de captación de agua.
Las alarmas se dispararon cuando se constató -a mediados de septiembre de este año- la presencia del mejillón cebra adulto (Dreissena polymorpha) en el embalse de Sobrón (en Burgos) y en el salto hidroeléctrico de Puentelarrá, en Álava. La Confederación del Ebro confirmó sus peores sospechas después de que ya se detectaran larvas en el meandro de Ranillas, cerca de Zaragoza. Previamente, se vio por primera vez en julio del 2001 en el meandro de Flix, desde donde ha ido colonizando toda la cuenca del Ebro. En el 2005 ya se observó en la cuenca del Júcar y hoy ya hay diez comunidades autónomas afectadas.
La expansión se ha debido, sobre todo, a que se han soltado en los embalses aguas con larvas de mejillón (procedentes de lugares en donde el animal está presente) transportadas en recipientes con peces que (como el alburno) sirven como cebos en la pesca del siluro. La pesca de este pez exótico introducido se hace desde la embarcación utilizando con frecuencia el alburno como cebo vivo. Por tanto, ese trasiego de aguas desde la barca hacia el embalse es la principal causa de sospecha.
La dispersión también se ha visto facilitada por individuos fijados en cascos de embarcaciones o en bodegas de cargueros, si bien las grandes invasiones del animal (originario del Caspio y el mar de Aral) se han hecho a través de las aguas de lastre de buques de carga.
En Aragón y en Catalunya, el mejillón cebra pone en peligro la supervivencia de los bivalvos nativos, pues coloniza las conchas y provoca su asfixia y muerte. Además, éste es un animal que filtra gran cantidad de agua, en la que elimina prácticamente todo microorganismo. Así, se ha propiciado la aparición en el delta del Ebro de determinadas algas favorecedoras de las larvas de la mosca negra, cuyas molestas picaduras han provocado muchas quejas, según explican los técnicos de la Agència Catalana de l'Aigua.
El molusco tapona tuberías que captan agua para el abastecimiento, canales de riego y conductos de hidroeléctricas
Los consejeros de Medio Ambiente de toda España debaten hoy una estrategia para combatir la invasión del bivalvo en la cuenca del Ebro
ANTONIO CERRILLO
barcelona. - La plaga del mejillón cebra, que se ha extendido en toda la cuenca del río Ebro, va camino de causar en España estragos ecológicos y económicos. Las administraciones y empresas afectadas por su expansión se han gastado 2,7 millones de euros (entre el 2001 y el 2005) en combatir el avance del bivalvo invasor. Y se calcula que tendrán que destinar 40 millones de euros entre el 2006 y el 2025 para este mismo fin. Así se recoge en el informe que hoy analizará en Barcelona la conferencia sectorial de los consejeros autonómicos de Medio Ambiente, que empezará estudiar una estrategia española para combatir la plaga.
Los daños del mejillón cebra son crecientes a medida que avanza la colonización del Ebro. En su expansión sin control, tapona las tuberías de captación de agua para el abastecimiento municipal; bloquea los canales de riego y de las empresas hidroeléctricas que usan el agua para producir energía, e, incluso, obstruye las tomas de agua para refrigerar la central nuclear de Ascó.
Endesa Generación ha debido gastar ya 1,3 millones de euros en limpiar conducciones y la Asociación Nuclear Ascó, otros 676.638 euros, mientras que la Confederación del Ebro y el Ministerio de Medio Ambiente suman 300.000 euros en trabajos y estudios.
Rafael Romeo, comisario de Aguas de la Confederación del Ebro, afirma que 'todo el eje del Ebro está completamente colonizado por el mejillón cebra' y que el problema 'no tiene solución'. 'El mejillón no se puede erradicar, pero sí podemos hacer que se retrase la expansión hacia determinadas zonas', indica Romeo. Impulsado por su enorme capacidad de reproducción, el mejillón -que llega a producir un millón de larvas al año- puede también recubrir cascos y quillas de barcos, y dañar motores y bombas de captación de agua.
Las alarmas se dispararon cuando se constató -a mediados de septiembre de este año- la presencia del mejillón cebra adulto (Dreissena polymorpha) en el embalse de Sobrón (en Burgos) y en el salto hidroeléctrico de Puentelarrá, en Álava. La Confederación del Ebro confirmó sus peores sospechas después de que ya se detectaran larvas en el meandro de Ranillas, cerca de Zaragoza. Previamente, se vio por primera vez en julio del 2001 en el meandro de Flix, desde donde ha ido colonizando toda la cuenca del Ebro. En el 2005 ya se observó en la cuenca del Júcar y hoy ya hay diez comunidades autónomas afectadas.
La expansión se ha debido, sobre todo, a que se han soltado en los embalses aguas con larvas de mejillón (procedentes de lugares en donde el animal está presente) transportadas en recipientes con peces que (como el alburno) sirven como cebos en la pesca del siluro. La pesca de este pez exótico introducido se hace desde la embarcación utilizando con frecuencia el alburno como cebo vivo. Por tanto, ese trasiego de aguas desde la barca hacia el embalse es la principal causa de sospecha.
La dispersión también se ha visto facilitada por individuos fijados en cascos de embarcaciones o en bodegas de cargueros, si bien las grandes invasiones del animal (originario del Caspio y el mar de Aral) se han hecho a través de las aguas de lastre de buques de carga.
En Aragón y en Catalunya, el mejillón cebra pone en peligro la supervivencia de los bivalvos nativos, pues coloniza las conchas y provoca su asfixia y muerte. Además, éste es un animal que filtra gran cantidad de agua, en la que elimina prácticamente todo microorganismo. Así, se ha propiciado la aparición en el delta del Ebro de determinadas algas favorecedoras de las larvas de la mosca negra, cuyas molestas picaduras han provocado muchas quejas, según explican los técnicos de la Agència Catalana de l'Aigua.
El molusco tapona tuberías que captan agua para el abastecimiento, canales de riego y conductos de hidroeléctricas