About 4.000 childs die in a day because of the water bad conditions

Sun, 03/09/2006

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madrid. Unos 4.000 niños mueren al día a causa de la diarrea provocada por beber agua en mal estado y 1.400 mujeres pierden la vida cada día durante el embarazo o el parto, por falta de asistencia médica adecuada, según los datos recogidos en el informe De interés público de la ONG Oxfam Internacional y WaterAid.

En el estudio se destaca además que sólo los Estados tienen la capacidad de garantizar el acceso a estos servicios en la escala necesaria como para transformar la vida de millones de personas que viven en la miseria.

Sin estos servicios sociales básicos, los países en desarrollo no serán capaces de alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, acordados por los líderes mundiales en el año 2000 en la ONU, recordó la ONG.

Intermón Oxfam calcula que para alcanzar estas metas en educación, sanidad, agua y saneamiento se requieren unos 47.000 millones de dólares, –36.000 euros– anuales extra y recuerda que el mundo invierte un billón de dólares en gasto militar y unos 40.000 millones de dólares en comida para mascotas cada año.

"Los países en desarrollo estarán dando un paso adelante en la lucha contra la pobreza si sus gobiernos asumen la responsabilidad de proporcionar a la población unos servicios esenciales de calidad. Para conseguir esto, necesitan una ayuda coordinada y predecible. Lo que en general reciben es una ayuda insuficiente, cargada de condiciones y muy dispersa, lo cual genera costes a menudo inabarcables para gobiernos con recursos escasos", afirmó la responsable de financiación al desarrollo de Intermón Oxfam, Isabel Kreisler.

El informe destaca que una elevada renta per cápita no garantiza el disfrute de los servicios básicos por parte de sus ciudadanos. Además, tiene que existir la voluntad política y un esfuerzo económico de sus gobernantes. Algunos ejemplos destacados son los protagonizados por Sri Lanka, Malasia y el estado indio de Kerala, que han logrado en una generación avances en sanidad y educación que les costó más de un siglo a los países desarrollados.

Asimismo, a pesar de ser uno de los países más pobres del mundo, con un tercio de su población viviendo con menos de dos dólares diarios, Sri Lanka ha conseguido educación universal y un servicio de salud gratuito y es una de las naciones con la menor tasa de mortalidad por nacimiento.

Los países ricos e instituciones como el Banco Mundial y el FMI son criticados por sabotear la capacidad de los gobiernos para suministrar los servicios esenciales al imponer a los países en vías de desarrollo recortes a sus gastos sociales e impulsar proyectos privados. Diversos estudios calculan que para ofrecer una atención sanitaria y una educación básica para todos, el mundo necesita 4.250.000 nuevos sanitarios y 1.900.000 profesores más.