La sequía persiste y no sólo está en peligro el abastecimiento humano para el mes de septiembre, sino que uno de los sectores tradicionales valencianos, el agrícola, puede desaparecer. Así lo sentenció ayer el Gobierno valenciano, que presentó una serie de medidas de urgencia para abastecer al campo valenciano.

El conseller de Agricultura, Juan Cotino, aseguró que se han implantado actuaciones de “emergencia” para paliar la situación de sequía“ e impedir que no sólo se pierdan cosechas, sino el propio arbolado.

Según detalló, existen 65 pozos de sequía en marcha, de los que 33 pertenecen a la provincia de Alicante –18 en la Vega Baja– , 22 en Valencia y 10 en la provincia de Castellón. Con estos sistemas, se intentará “establecer un riego, al menos cada 45 días para que no muera el arbolado”.

Cotino, que aseguró que este año habrá explotaciones que no podrán plantar sus cosechas, exigió a los representantes del Gobierno central que salgan “de sus despachos en Madrid” para ver las obras que se han llevado a cabo en la Comunitat para ahorrar agua. Entre ellas, recordó la modernización de cerca de 180.000 hectáreas de regadíos.

El conseller de Infraestructuras, José Ramón García Antón, quien participó en una reunión con el conseller portavoz, Vicente Rambla, para abordar soluciones al déficit hídrico, definió como “muy preocupante” la situación de los regadíos del sur de la Comunitat.

Se van a cargar la agricultura

García Antón destacó que la política que está aplicando el Gobierno para paliar la falta de agua en la Comunitat es “muy equivocada” y auguró que el Ministerio de Medio Ambiente “se va a cargar” la agricultura mediterránea, especialmente la de la parte meridional.

Vicente Rambla aseguró que los responsables del Consell están “hartos” de “escuchar mentiras” del Gobierno central y avanzó que la próxima semana habrá una reunión con el grupo parlamentario popular para valorar estas iniciativas.