China will transfer water from Tibet to the dryest areas

Wed, 02/08/2006

Diario de Ibiza

El trasvase de agua desde el Tíbet hasta el río Amarillo, con el fin de impulsar el desarrollo del empobrecido y sediento oeste de China se hará pese a las críticas de los ecologistas, aunque todavía no se ha fijado una fecha de inicio, anunció hoy un responsable gubernamental.
"Cuando el desarrollo económico y social del noroeste llegue a cierto nivel y el potencial de las medidas de ahorro de agua esté agotado, el proyecto será lanzado", afirmó hoy en una rueda de prensa Li Guoying, director del Comité de Conservación del Agua del Río Amarillo, dependiente del Ministerio de Recursos Hidrológicos.
Opinó que se trata de una obra fundamental para que el agotado río Amarillo, el segundo más largo del país y afectado por continuas sequías, pueda sostener el desarrollo de la región occidental, uno de los objetivos del actual Plan Quinquenal (2006-2010).
Se trata del llamado "ramal occidental" del gigantesco trasvase de agua sur-norte, un faraónico proyecto iniciado en 2002, cuya finalización está prevista para 2050 y que pretende satisfacer la demanda de agua en Pekín y otras ciudades de toda la franja septentrional.
Los otros dos ramales, el oriental y el central, servirán para trasvasar agua del río Yangtsé, el más largo del país, al Amarillo a través de dos túneles subterráneos.
El occidental, el más difícil y caro debido a las condiciones orográficas, llevará agua al oeste a través de 300 kilómetros de túneles y canales desde los ríos Yalong, Dadu y Jinsha, en el suroeste del país.
Su presupuesto es de unos 37.500 millones de dólares (29.400 millones de euros), de los 62.500 millones de dólares (49.100 millones de euros) que costará la obra entera, apuntó Li.
En la primera fase, el ramal occidental transferirá 4.000 millones de metros cúbicos de agua al año; en la segunda 5.000 millones, y en la tercera 8.000 millones, hasta llegar a la cantidad de 17.000 millones de metros cúbicos anuales.
Durante la rueda de prensa, Li anunció también la entrada en vigor de la primera normativa para regular el volumen de agua del río Amarillo con el objetivo de conseguir un uso "sostenible" de sus recursos y mejorar las condiciones medioambientales en sus contaminadas riveras.
El río Amarillo atraviesa, a lo largo de 5.464 kilómetros, ocho provincias norteñas chinas, y con sólo el 2 por ciento de los recursos acuíferos carga con la "pesada tarea" de suministrar agua al 12 por ciento de los 1.300 millones de habitantes del país y al 15 por ciento de los cultivos.