An expert predicts Water serious conflicts because of the water in XXI century

Tue, 01/08/2006

Málaga Hoy

Resulta curioso que siendo la Tierra el planeta azul, el agua dulce sólo represente el 2,5 por ciento de su totalidad, y más aún, cuando sólo una centésima parte es potable. Es sin duda un bien escaso, por el que según el catedrático de Historia Rafael Vidal se producirán los conflictos bélicos del siglo XXI.

No en vano, al líquido elemento, ya le llaman el oro azul. "Es un recurso natural que cada vez está más limitado. Según los últimos estudios tenemos reservas para 20.000 millones de habitantes, y actualmente somos 6.000 millones, sin embargo la tendencia es que la población mundial se estabilice duplicando esa cifra", dedujo el experto quien aportó como dato, que hoy en día más de dos mil millones de personas no tienen acceso al agua corriente. "En el cuarto foro mundial del agua, celebrado el pasado mes de marzo en México, se presentó como objetivo que para el año 2015 esta cifra se reduciría a la mitad. Es un bien vital al que toda la población debería tener acceso", sentenció.

El hecho, es que el agua consumible por el hombre, como argumentó, no está bien distribuida por la Tierra, y así los territorios más populosos –como India, China y África– son los que tienen menos reservas. Por eso, según explicó, es fácil comprender que la escasez del agua pase a representar una amenaza para la paz mundial.

Vidal exhibió mapas con una representación de las 50 zonas mundiales de conflicto por el agua en un futuro próximo, entre ellas, el Valle del Nilo por el que Egipto amenazó en 1991 con iniciar un conflicto si se le restringía el uso de su cuota de agua, o el caso del río Jordán en el que existe un acuerdo entre Siria y Jordania, otro entre éste país e Israel, y no más entre este último y Palestina.

Así, el catedrático de historia recordó que a la carencia de reservas hay que sumarle la contaminación a la que están sometidas constantemente y la amenaza que suponen las armas biológicas susceptibles de dejar inservibles los acuíferos y los embalses.