En Castellón aprueban obras de emergencia en Els Ports para hacer sondeos y en Alicante siguen estancadas las desalinizadoras de Torrevieja y Dénia
84 municipios de la Comunitat se preparan para batallar contra la falta de agua. Algunos ya sufren los primeros problemas y otros buscan soluciones a medio plazo para impedir la sequía. Los aforos de nuevos pozos, el envío de aguas de otras cuencas o la licitación de desalinizadoras son algunas de las armas que están empleando.
DELEGACIONES/VALENCIA
Un operario en el interior de la planta desalinizadora de Aguamarga, en Alicante, que da servicio a las comarcas de l’Alacantí y el Vinalopó.
Más noticias


Ganar el pulso al agua. Ese es el principal objetivo en la política de 84 localidades de la Comunitat que ven con preocupación el fantasma de la sequía. La búsqueda de pozos de agua apta para el consumo humano, la licitación de plantas desalinizadoras y potabilizadoras o el envío excepcional de agua de otras cuencas están siendo las salidas más socorridas.

A finales de junio el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro visitaba Morella y anunciaba unas obras de emergencia ante la disminución de las aguas subterráneas y la pertinaz sequía en Els Ports. Este proyecto costará 3,6 millones de euros y servirá para iniciar sondeos para la instalación de dos pozos para Forcall y Morella.

No obstante, estos pozos no entrarán en servicio hasta el próximo verano. Mientras, el depósito de la capital de Els Ports pierde 13.000 litros de agua diarios.

Donde también tienen pérdidas es en el Bellestar, en la Tinença. La empresa constructora todavía no ha reparado las fugas en el depósito.

En Culla la bomba de extracción del agua está estropeada y no se ha reparado. Los vecinos de esta localidad no tienen otro remedio que recurrir a cubas, al igual que sucede en Vistabella.

Aforos
En Vilafranca se han eliminado las restricciones que afectaban a la industria textil y población con un pozo entre Benassal y Vilafranca que se gestionará a través de un consorcio. Será para el consumo humano, pero también dará respuesta a las necesidades industriales de una gran empresa de textil y a Renomar, que extrae de Vilafranca y Castellfort hasta 80.000 litros diarios para la fabricación de hormigón de las bases de los ventiladores eólicos.

Otros pueblos que siguen esperando obtener agua de otros pozos son Turís y Chiva.

“Hay un pozo que está haciendo la Conselleria y que debería estar terminado. Se excavó hasta los 750 metros de profundidad, pero el agua que obtuvimos estaba salada. Se probó con el agua que estaba a 350 metros y en principio es de buena calidad”, indicó la alcaldesa de Turís, Pilar Blasco.

Aun así, la alcaldesa reconoció que esa agua no podrá ser utilizada este verano, sino el próximo.

En Chiva, el Consistorio también está haciendo aforos para buscar aguas subterráneas que garanticen el suministro a medio plazo y que solucionen los problemas de calidad del agua.

En puntos como el Portell esperan desde hace 10 años la construcción de un pozo. Y en Coratxar, el hotel y la población se quedan frecuentemente sin agua por problemas con la red, heladas y sequía.

En la Ribera, la falta de agua está cerca de resolverse en Montserrat porque hay agua en los pozos y por las obras de canalización desde Picassent que finalizarán en breve.

Comisión en Morvedre
Por último, destaca el caso de Camp de Morvedre, donde hace dos años crearon una comisión comarcal para establecer un reparto equitativo del agua y las previsiones de cantidad de agua por población ya han quedado desfasadas. Por ejemplo, a Canet d’En Berenguer se le adjudicó una población de 3.000 habitantes, y en la actualidad ya son 5.000, sin contar con que la cifra se duplicará con el nuevo Plan General.

Una noticia positiva que ha llegado a Alicante como agua de mayo es la aprobación de la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) del envío de 6,3 hectómetros cúbicos de agua para abastecer en estos meses de verano a Alicante, Elche, Aspe, Santa Pola, San Vicente del Raspeig, Hondón de las Nieves y el aeropuerto de El Altet. La población beneficiada supera las 700.000 personas. El agua tendrá como primer destino la Mancomunidad de Canales del Taibilla.

La transferencia se justifica por la extraordinaria sequía en el río Taibilla. El agua se destinará a consumo humano y tiene carácter excepcional, mientras se completan las infraestructuras de desalinización.

En las cerca de 40 poblaciones de las comarcas de l’Alacantí y el Vinalopó se ha superado la escasez de agua con la estación desalinizadora de Aguamarga, en el término de Alicante, que atiende a la mitad de la demanda de una población que supera los 700.000 habitantes.

Desalinizadoras
Pero en Alicante el ritmo de construcción de desalinizadoras no es tan rápido como puede desprenderse de las manifestaciones de representantes del Gobierno central. En esta provincia sólo está la de Aguamarga y la de Xàbia, una de las primeras en impulsarse.

La desalinizadora prevista en Torrevieja está en fase de licitación y no estará terminada hasta finales de 2007. Será una de las más grandes de Europa y tendrá una capacidad de depuración de 80 hectómetros cúbicos, de los que 60 será para regadío y 20 para consumo humano.

Los problemas graves están en El Campello y Dénia. Los ayuntamientos han rechazado la ubicación decidida por el Ministerio de Medio Ambiente, por lo que su construcción se ha rechazado sine die.

En la Plana Baixa de Castellón, algunos municipios están esperando a que la empresa Acuamed saque el proyecto para la desalinizadora y potabilizadora de Moncofa. Suministrará agua a todos los Programas de Actuación Integrada de Moncofa, que son 16, con golf y balneario incluidos, así como a sectores urbanísticos de Xilxes, Nules e incluso de la Vall d’Uixó.

El proyecto incluye la construcción de un salmueroducto a través del río Belcaire que recogería los restos del agua salada de la desalinizadora y de las plantas de ósmosis de Nules y la Vall d’Uixó.