El pantano de Canyelles empezó ayer a desembalsar agua para suministrarla al embalse de Santa Anna, en la comarca del Segrià, y paliar así la situación de emergencia que, a causa de la sequía, afecta a los regantes del canal de Aragón y Catalunya.Esta medida excepcional de desembalsar Canyelles, que ha sido autorizada por la Confederación Hidrográfica del Ebro, no se adoptaba desde el año 1991, cuando también hubo una pertinaz sequía.
Canyelles tiene sus reservas bajo mínimos. Normalmente tiene una capacidad de más de 600 hectómetros cúbicos, pero a causa de la sequía se encuentra reducida a 110 hectómetros cúbicos.El pantano desembalsará 40 hectómetros cúbicos para alimentar a Santa Anna.
Previo al desembalse, la compañía Endesa paró ayer la turbación de la central hidroeléctrica de este embalse. El responsable de producción hidráulica de Endesa para Aragón y Cataluña, Angel García, explicó ayer que se han agotado las reservas hidroeléctricas y que la producción de energía eléctrica era ya muy baja las últimas semanas. «La central tiene un salto de cien metros y estábamos produciendo en torno a los 40 metros. Teníamos una producción de 30 megawatios, cuando la potencia máxima es de 100».
Además, Angel García informó de que el pantano desembalsará hasta la primera semana de septiembre; así «los regantes del canal de Aragón y Cataluña tienen garantizada la campaña de riego hasta entonces».Los regantes de este canal ya habían expresado su preocupación hace semanas por la falta de agua y muchos de sus cultivos se encontraban en una situación precaria. Fue entonces cuando pidieron a la Confederación Hidrográfica del Ebro que autorizara el desembalse de Canyelles.