Government extracts water from Turia to face Valencia water supply
Sat, 24/06/2006
Los recursos hídricos del río valenciano tienen peor calidad que los del Júcar
La ciudad de Valencia y su área metropolitana se abastecen con la mayor cantidad de agua del Turia de la historia.
La sequía ya ha tenido sus primeros efectos, a pesar de que los responsables del Ministerio de Medio Ambiente no paran de repetir que el abastecimiento de agua para el consumo humano está garantizado en Valencia.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Juan José Moragues, ha revelado que son las reservas de los embalses del río Turia las que están permitiendo que el suministro a la ciudad de Valencia y su área metropolitana no se vea en peligro.
La sequía, que afecta de forma especial a la cabecera del río Júcar en Castilla-La Mancha, los usos del agua para el riego de cultivos en la provincia de Cuenca y “una mala gestión de los recursos”, según el concejal en el Ayuntamiento de Valencia, Ramón Isidro, son los motivos de que haya tan escasas reservas.
Moragues, por el contrario, atribuye la crítica situación a que durante los últimos años la ciudad de Valencia “ha expoliado los recursos y se ha abastecido de más agua del Júcar de la que le correspondía”. El presidente de la Confederación destaca que desde hace dos años “se está ahorrando agua para poder mantener las actuales reservas”.
El concejal del Ciclo del Agua en el Ayuntamiento de Valencia ha desmentido de forma rotunda las declaraciones de Moragues, y asegura que a pesar de que se sigue tomando más agua del Júcar que del Turia, siempre se ha respetado la concesión que se otorgó a la ciudad de Valencia en 1976 durante 99 años.
Agua más sucia
Esta concesión permite al Ayuntamiento de Valencia suministrarse de tres metros cúbicos por segundo de los embalses del Júcar, otro metro cúbico del Turia y medio más de pozos subterráneos. “Actualmente la Confederación nos cede 2,4 metros cúbicos del río Júcar y 1,8 del Turia”. Según Isidro, Valencia capta más agua del río valenciano –a pesar de su peor calidad– para ayudar a la Confederación a hacer frente a la sequía que afecta a los embalses del Júcar. “Potabilizar el agua del Turia nos cuesta más caro que antes, hasta un 20% más”, aseguró Isidro.
Este encarecimiento se debe, según el edil, a que la Confederación Hidrográfica “no invierte en limpiar el cauce del río y tampoco se realiza un control de los vertidos”. El agua atraviesa zonas pobladas e industriales y su cauce es natural, no de hormigón, como el del canal del Júcar. El agua por tanto es más dura –atraviesa suelo calcáreo– y está más sucia.
Isidro recordó además que la concesión de los años 70 les permite utilizar hasta tres metros cúbicos más por segundo de los embalses del Júcar para abastecer al área metropolitana de Valencia. “Estamos invirtiendo en campañas de ahorro de agua y a pesar de que podríamos consumir hasta siete metros cúbicos por segundo, únicamente necesitamos 4,2 m3/s para abastecer la capital y los 45 municipios de l’Horta”.
Son los agricultores los que están sufriendo de una forma más grave la sequía. “El consumo humano es la prioridad cuando hay épocas de escasez, además del suministro a la central nuclear de Cofrentes”, explicó Moragues. “Los regadíos que se abastecen del Júcar tienen restricciones de hasta el 60% de acceso al agua dependiendo de la prioridad de los cultivos”, destacó.
Sondeos
De momento, en ningún punto de la Comunitat Valenciana se están registrando restricciones para el consumo humano. La sequía sí está afectando en cambio a la calidad del agua de la que se abastecen muchos municipios de la Comunitat. En la Ribera, el agua tiene muchos nitratos y desde la Conselleria de Infraestructuras se está trabajando en un plan que tiene como objetivo hacer sondeos para buscar acuíferos que puedan suministrar un agua de mejor calidad a la población.
La Marina tiene problemas de salinización del agua por culpa de la intrusión marina en los acuíferos. En el sur de Alicante, un tercio del abastecimiento se realiza a través de agua desalinizada de la planta de Aguamarga. Y en un futuro esta proporción se incrementará, ya que el Gobierno ha previsto la construcción de varias desalinizadoras. “Y esa agua no nos sirve para regar”, lamentan los agricultores.
La ciudad de Valencia y su área metropolitana se abastecen con la mayor cantidad de agua del Turia de la historia.
La sequía ya ha tenido sus primeros efectos, a pesar de que los responsables del Ministerio de Medio Ambiente no paran de repetir que el abastecimiento de agua para el consumo humano está garantizado en Valencia.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Juan José Moragues, ha revelado que son las reservas de los embalses del río Turia las que están permitiendo que el suministro a la ciudad de Valencia y su área metropolitana no se vea en peligro.
La sequía, que afecta de forma especial a la cabecera del río Júcar en Castilla-La Mancha, los usos del agua para el riego de cultivos en la provincia de Cuenca y “una mala gestión de los recursos”, según el concejal en el Ayuntamiento de Valencia, Ramón Isidro, son los motivos de que haya tan escasas reservas.
Moragues, por el contrario, atribuye la crítica situación a que durante los últimos años la ciudad de Valencia “ha expoliado los recursos y se ha abastecido de más agua del Júcar de la que le correspondía”. El presidente de la Confederación destaca que desde hace dos años “se está ahorrando agua para poder mantener las actuales reservas”.
El concejal del Ciclo del Agua en el Ayuntamiento de Valencia ha desmentido de forma rotunda las declaraciones de Moragues, y asegura que a pesar de que se sigue tomando más agua del Júcar que del Turia, siempre se ha respetado la concesión que se otorgó a la ciudad de Valencia en 1976 durante 99 años.
Agua más sucia
Esta concesión permite al Ayuntamiento de Valencia suministrarse de tres metros cúbicos por segundo de los embalses del Júcar, otro metro cúbico del Turia y medio más de pozos subterráneos. “Actualmente la Confederación nos cede 2,4 metros cúbicos del río Júcar y 1,8 del Turia”. Según Isidro, Valencia capta más agua del río valenciano –a pesar de su peor calidad– para ayudar a la Confederación a hacer frente a la sequía que afecta a los embalses del Júcar. “Potabilizar el agua del Turia nos cuesta más caro que antes, hasta un 20% más”, aseguró Isidro.
Este encarecimiento se debe, según el edil, a que la Confederación Hidrográfica “no invierte en limpiar el cauce del río y tampoco se realiza un control de los vertidos”. El agua atraviesa zonas pobladas e industriales y su cauce es natural, no de hormigón, como el del canal del Júcar. El agua por tanto es más dura –atraviesa suelo calcáreo– y está más sucia.
Isidro recordó además que la concesión de los años 70 les permite utilizar hasta tres metros cúbicos más por segundo de los embalses del Júcar para abastecer al área metropolitana de Valencia. “Estamos invirtiendo en campañas de ahorro de agua y a pesar de que podríamos consumir hasta siete metros cúbicos por segundo, únicamente necesitamos 4,2 m3/s para abastecer la capital y los 45 municipios de l’Horta”.
Son los agricultores los que están sufriendo de una forma más grave la sequía. “El consumo humano es la prioridad cuando hay épocas de escasez, además del suministro a la central nuclear de Cofrentes”, explicó Moragues. “Los regadíos que se abastecen del Júcar tienen restricciones de hasta el 60% de acceso al agua dependiendo de la prioridad de los cultivos”, destacó.
Sondeos
De momento, en ningún punto de la Comunitat Valenciana se están registrando restricciones para el consumo humano. La sequía sí está afectando en cambio a la calidad del agua de la que se abastecen muchos municipios de la Comunitat. En la Ribera, el agua tiene muchos nitratos y desde la Conselleria de Infraestructuras se está trabajando en un plan que tiene como objetivo hacer sondeos para buscar acuíferos que puedan suministrar un agua de mejor calidad a la población.
La Marina tiene problemas de salinización del agua por culpa de la intrusión marina en los acuíferos. En el sur de Alicante, un tercio del abastecimiento se realiza a través de agua desalinizada de la planta de Aguamarga. Y en un futuro esta proporción se incrementará, ya que el Gobierno ha previsto la construcción de varias desalinizadoras. “Y esa agua no nos sirve para regar”, lamentan los agricultores.