Mediterranean sea as an inexhaustible source

Fri, 23/06/2006

El País

El próximo 13 de julio se cumplirá un año de la inauguración de la desalinizadora de Carboneras (Almería), la planta más grande de Europa, con capacidad para tratar 42 hectómetros cúbicos al año. Esta planta destaca por la tecnología que incorpora para ahorrar energía: utiliza la técnica de ósmosis inversa, para lo que cuenta con un conjunto de 12.100 membranas, repartidas en 12 bastidores, que son las encargadas de eliminar la sal y utiliza la presión del agua de rechazo para autogenerarse.
En la inauguración, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ya dejó clara su apuesta por la desalinización de agua del mar, un negocio en el que España es uno de los países punteros. Actualmente la planta de Carboneras puede ofrecer 10.000 metros cúbicos diarios de agua desalinizada del Mediterráneo para completar el abastecimiento al levante almeriense (120.000 habitantes que en verano se elevan a 200.000) y para el riego de más de 7.000 hectáreas del campo de Níjar.
Para optimizar su explotación se han alcanzado acuerdos con otras zonas de Almería. Recientemente se licitó la conducción de la desalinizadora de Carboneras al Valle del Almanzora, donde el Ejecutivo quiere impulsar la llegada de 15 hectómetros cúbicos para abastecer de agua potable a municipios del Levante almeriense y garantizar el riego en la zona y el Bajo Almanzora. En breve, puede cerrarse otro acuerdo para llegar a la meseta de Tabernas. Sin embargo, este tipo de gestión del agua disgusta a los detractores de las desalinizadoras. 'Para qué fabricar más de la que se puede consumir, para hacer campos de golf a diestro y siniestro y macrourbanizaciones. Ahora se ha puesto en marcha una batería de desalinizadoras en el Levante y el Poniente almeriense y, al final, el principal problema sigue sin resolverse: mala gestión del agua y una red de canalizaciones que presenta muchas fugas', explica el portavoz de Ecologistas en Acción, Francisco Toledano.
Junto a la de Carboneras la de Palomares, con capacidad para ofrecer 10 hectómetros cúbicos, es la única operativa en la provincia a pleno rendimiento. Abastece al Sindicato de Riegos y a la comunidad de regantes de Cuevas de Almanzora y Palomares, además suministrar agua para abastecimiento humano a Galasa, la empresa que gestiona el agua en el Levante.
La construida en Almería capital para consumo humano no termina de ponerse en marcha pese a que esta acabada hace años y la existente en Rambla Morales (Níjar), de 20 hectómetros cúbicos, está aún en pruebas y vive ahora trifulcas sobre su propiedad, ya que los agricultores prefieren que pertenezca a la administración.
El Ministerio de Medio Ambiente también prevé, en sustitución del Plan Hidrológico Nacional, la construcción de otra planta en Dalías que se licitará en julio con capacidad para 30 hectómetros cúbicos anuales. El Gobierno insiste en que estos proyectos paliarán las necesidades de agua de la provincia.