Environmental risks causes 13 million deaths every year
Fri, 16/06/2006
Casi una de cada cuatro enfermedades que se padecen en todo el mundo y cerca de 13 millones de muertes anuales se debe a la exposición de las personas a riesgos medioambientales que son evitables, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Hemos comprobado que el 24 por ciento de la morbilidad mundial –el número de personas que caen enfermas– se debe a la exposición a riesgos ambientales evitables , aseguró la directora de Salud Pública y Medioambiente de ese organismo, la española María Neira.
Junto a dos de sus colaboradores, la experta presentó ayer en Ginebra un estudio de la OMS en el que se afirma que entre los niños menores de cinco años la exposición medioambiental es responsable de una de cada tres enfermedades.
El informe, que estudia la influencia de los factores ambientales en diversas enfermedades, sostiene que gran parte de los riesgos podrían eliminarse si se acometen intervenciones bien orientadas, lo que evitaría hasta cuatro millones de muertes al año , apuntó Neira.
Por ejemplo, detalló que más del 40 por ciento de las defunciones por malaria y cerca del 94 por ciento de las provocadas por enfermedades diarreicas –dos de las principales causas de mortalidad infantil– podrían evitarse mejorando la gestión del medio ambiente, ya que ambas se contraen por el agua contaminada.
La OMS calcula que de las 102 enfermedades conocidas, 85 de ellas tienen relación con el medioambiente, aunque la de mayor vinculación es la diarrea, que anualmente quita 58 millones de años de vida o de vida sana .
Ese último dato se conoce como la esperanza de vida ajustada en función de la discapacidad o DALY, por sus siglas en inglés, y sirve para medir conjuntamente la mortalidad de las enfermedades y, a la vez, su capacidad para restar años de vida saludable.
La segunda enfermedad más ligada al medio ambiente (el 41 por ciento de los casos) es la infección de las vías respiratorias inferiores, con un DALY anual de 37 millones.
Otra enfermedad muy vinculada al medioambiente es la malaria (en el 40 por ciento de los casos), que roba anualmente hasta 19 millones de años de vida saludable.
Sin embargo, hay muchas más enfermedades que son propiciadas por riesgos ambientales como la cardiopatía isquémica, el retraso mental causado por el plomo, los ahogos, el contagio del sida, la malnutrición, las enfermedades cerebrovasculares, la tuberculosis, el asma, los suicidios, la depresión o las intoxicaciones.
Igualmente, el medioambiente influye en las caídas, la pérdida de audición, las agresiones físicas, la filariasis linfática (elefantiasis), el cáncer de pulmón, las afecciones perinatales o la neumopatía obstructiva crónica (pérdida gradual de la función pulmonar).
Entre las medidas que podrían adoptarse para reducir la carga de morbilidad por riesgos ambientales figuran el almacenamiento seguro del agua doméstica, la adopción de prácticas de higiene más adecuadas o el uso de combustibles menos contaminantes. También podrían ayudar un aumento de la seguridad de las construcciones, la utilización y gestión más prudente de sustancias tóxicas en el hogar y el trabajo y la mejor ordenación de los recursos hídricos.
Neira exhortó a los ministerios de Salud y Medio Ambiente de todos los países a que colaboren para que estos beneficios ambientales y de salud pública se hagan realidad .
La OMS calcula que podrían evitarse más del 40 por ciento de defunciones por malaria y el 94 por ciento de las causadas por enfermedades diarreicas
"Hemos comprobado que el 24 por ciento de la morbilidad mundial –el número de personas que caen enfermas– se debe a la exposición a riesgos ambientales evitables , aseguró la directora de Salud Pública y Medioambiente de ese organismo, la española María Neira.
Junto a dos de sus colaboradores, la experta presentó ayer en Ginebra un estudio de la OMS en el que se afirma que entre los niños menores de cinco años la exposición medioambiental es responsable de una de cada tres enfermedades.
El informe, que estudia la influencia de los factores ambientales en diversas enfermedades, sostiene que gran parte de los riesgos podrían eliminarse si se acometen intervenciones bien orientadas, lo que evitaría hasta cuatro millones de muertes al año , apuntó Neira.
Por ejemplo, detalló que más del 40 por ciento de las defunciones por malaria y cerca del 94 por ciento de las provocadas por enfermedades diarreicas –dos de las principales causas de mortalidad infantil– podrían evitarse mejorando la gestión del medio ambiente, ya que ambas se contraen por el agua contaminada.
La OMS calcula que de las 102 enfermedades conocidas, 85 de ellas tienen relación con el medioambiente, aunque la de mayor vinculación es la diarrea, que anualmente quita 58 millones de años de vida o de vida sana .
Ese último dato se conoce como la esperanza de vida ajustada en función de la discapacidad o DALY, por sus siglas en inglés, y sirve para medir conjuntamente la mortalidad de las enfermedades y, a la vez, su capacidad para restar años de vida saludable.
La segunda enfermedad más ligada al medio ambiente (el 41 por ciento de los casos) es la infección de las vías respiratorias inferiores, con un DALY anual de 37 millones.
Otra enfermedad muy vinculada al medioambiente es la malaria (en el 40 por ciento de los casos), que roba anualmente hasta 19 millones de años de vida saludable.
Sin embargo, hay muchas más enfermedades que son propiciadas por riesgos ambientales como la cardiopatía isquémica, el retraso mental causado por el plomo, los ahogos, el contagio del sida, la malnutrición, las enfermedades cerebrovasculares, la tuberculosis, el asma, los suicidios, la depresión o las intoxicaciones.
Igualmente, el medioambiente influye en las caídas, la pérdida de audición, las agresiones físicas, la filariasis linfática (elefantiasis), el cáncer de pulmón, las afecciones perinatales o la neumopatía obstructiva crónica (pérdida gradual de la función pulmonar).
Entre las medidas que podrían adoptarse para reducir la carga de morbilidad por riesgos ambientales figuran el almacenamiento seguro del agua doméstica, la adopción de prácticas de higiene más adecuadas o el uso de combustibles menos contaminantes. También podrían ayudar un aumento de la seguridad de las construcciones, la utilización y gestión más prudente de sustancias tóxicas en el hogar y el trabajo y la mejor ordenación de los recursos hídricos.
Neira exhortó a los ministerios de Salud y Medio Ambiente de todos los países a que colaboren para que estos beneficios ambientales y de salud pública se hagan realidad .
La OMS calcula que podrían evitarse más del 40 por ciento de defunciones por malaria y el 94 por ciento de las causadas por enfermedades diarreicas