Investigators suggests a better aquifer extractions control

Mon, 12/06/2006

Ideal

Un mayor desarrollo de la tecnología ayudaría a un mejor aprovechamiento de los recursos hídricos en la provincia EUNATE SERRANO/ALMERÍA
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Para mantener el máximo de agua en el suelo, en condiciones tanto de secano como de riego, es suficiente según los expertos considerar algunos puntos importantes como evitar o minimizar la evaporación bien mediante la labranza, que es válido sobre todo para suelos pesados o arcillosos.
También apuntan al uso de acolchados que se acepta para los demás suelos, y consiste en dejar en la superficie residuos vegetales o simplemente una cobertura de piedras. Esta técnica es especialmente útil en plantaciones de frutales y olivar. Hoy en día la agricultura de secano en la provincia es económicamente mucho menos importante que la de riego. «Actualmente se extrae mucha agua de las reservas subterráneas y tenemos que prestar atención puesto que se está extrayendo más de lo que se repone en los acuíferos y esto a medio o largo plazo puede tener consecuencias muy negativas», así lo explica Albert Solé Benet, edafólogo e investigador de la Estación Experimental de Zonas Áridas de Almería (EEZA).
Una tecnología más desarrollada podría procurar un mayor ahorro de los recursos hídricos en la agricultura de la provincia almeriense. indica Albert Solé Benet.
Explica el investigador de la Estación Experimental que los cultivos bajo plástico son los que mejor optimizan el uso del agua . Aunque apunta el experto que «se podría ahorrar todavía más agua si se utilizara más tecnología».
Según el investigador, la clave está en proporcionar la cantidad de agua justa para el cultivo, sin que llegue a sobrar o faltar. «Es importante medir la dosis de riego para que el exceso o la falta de agua no perjudiquen a la planta ni al propio suelo», añade Solé Benet.
El grupo de trabajo del área de Desertificación y Geo-Ecología de la EEZA, que pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se preocupa por la optimización del uso del agua. Una de sus líneas de investigación actuales consiste en conocer la evolución de la humedad del suelo en condiciones naturales, agrícolas tradicionales y bajo invernadero.
Concretamente uno de los métodos utilizado por este grupo consiste en medir de manera continua la humedad del suelo en diferentes terrenos de la provincia y bajo diferentes condiciones de uso y manejo. «Es muy diferente que el agua se infiltre y se quede en la zona radicular para que la puedan aprovechar las plantas, a que el suelo sea muy permeable y el agua termine en los acuíferos, o bien que una gran parte escurra y provoque erosión. Todos estos casos tienen su lado positivo y su lado negativo para los ecosistemas, y tratamos de saber en todos ellos como aprovechar al máximo el recurso hídrico», explica Albert Solé Benet, edafólogo e investigador de la EEZA.
Abandono
A juicio del investigador, dado el creciente abandono de la agricultura extensiva de secano a favor de la moderna agricultura intensiva, es de prever una creciente reducción de la superficie agrícola en la provincia. Como la agricultura de secano no es rentable, muchos agricultores optan por abandonar los cultivos; o bien intentan plantaciones subvencionadas o especulan con la tierra con vistas a su urbanización.
La extensión de estos 'campos abandonados', es decir, antiguos secanos ahora liberados de uso agrícola, puede ser considerable en algunas comarcas. Solé Benet cree que «Administración debería velar para que estos espacios tuvieran el uso y un manejo más adecuado en cada caso y siempre sostenible y establecido desde una perspectiva integral de ordenación del territorio».
El investigador manifiesta que no siempre el uso forestal es el más adecuado para los campos abandonados, dado el clima semiárido que afecta a más de la mitad de la provincia de Almería. «Si bien en dicho clima cabe hacer repoblaciones con matorral autóctono y sería muy útil. Como alternativa a la repoblación cabe apuntar la agricultura ecológica», añade el edafólogo.
Asimismo el investigador añade que «el turismo rural puede ser un nuevo uso simultáneo. Se trata de procurar siempre que los usos no hipotequen los posibles usos futuros».
El grupo de investigación está formado por dieciocho personas y concretamente en esta línea de investigación trabajan cuatro expertos. «Nos preocupamos por el aprovechamiento del agua desde 1990,y desde el año 2.000 abordamos líneas relacionadas con la agricultura intensiva», puntualiza Albert Solé Benet, edafólogo de la EEZA.