One ONU´s expert warns about desalination plants problems
Fri, 09/06/2006
Emilio Colón participa en Valencia en unas jornadas que abordarán la influencia de los trasvases en el desarrollo de ciudades como Nueva York
El asesor de Naciones Unidas en temas relacionados con el desarrollo sostenible advirtió ayer de que el vertido de la salmuera de las desalinizadoras “acabará con el Mediterráneo”. Emilio Colón defiende el trasvase del Ebro y explica que estas infraestructuras han permitido el desarrollo de ciudades como Nueva York o Los Ángeles.
“No queremos que el Mare Nostrum se convierta en el mare mortum". Los vertidos de salmuera causarán, debido al ritmo de construcción de desalinizadoras, “daños irreparables en el mar Mediterráneo”, según el doctor Emilio Colón, profesor de Ingeniería Medioambiental en universidades de Nueva York y Puerto Rico y asesor del Banco Mundial y la ONU en desarrollo sostenible.
Colón, que participará mañana en unas jornadas con el título “La experiencia internacional de los trasvases de Nueva York y Puerto Rico”, organizadas por la Fundación Agua y Progreso, defendió la alternativa del trasvase del Ebro como “la mejor opción” para que la Comunitat Valenciana y Murcia consigan agua de calidad a buen precio y sin las “perjudiciales consecuencias medioambientales de las desalinizadoras”.
El ecosistema del mar Mediterráneo es, según el científico, experto en recursos hídricos, “muy frágil a cualquier impacto externo porque es un espacio cerrado donde no hay corrientes de agua como en un océano”. Y a pesar de que uno de los argumentos de los defensores de la desalación es que la salmuera se dispersa, “hay un principio básico medioambiental que se sostiene en la prevención.
Comparó el impacto –“no estudiado”– que puede producir el vertido de salmuera en el mar con el agujero de ozono. “De momento, la situación no se plantea como algo tan dramático, pero hace veinte años tampoco imaginábamos las consecuencias del fenómeno del agujero”.
Colón recordó que no solamente España está construyendo desalinizadoras en el mar Mediterráneo. “Los países del norte de África o Israel ya tienen infraestructuras para desalar el agua de mar, y en su conjunto todos los vertidos de salmuera pueden tener efectos irreversibles para el ecosistema”.
Un debate que para el científico, ya está superado en Estados Unidos. “La legislación ambiental lleva 25 años de ventaja y los permisos para instalar una desalinizadora son mucho más estrictos”. El científico aseguró que en realidad siempre se plantea la desalación como una alternativa, “pero sus efectos medioambientales obligan a descartarla en la mayoría de los casos”.
El doctor en ingeniería medioambiental añadió a las perjudiciales consecuencias de los vertidos de la salmuera el coste energético. “España es firmante del protocolo de Kioto y, por tanto, no puede plantear infraestructuras que incrementan el gasto de energía de una forma sustancial”. En cambio, “los trasvases han contribuido a desarrollar ciudades como Nueva York o Los Ángeles”.
El asesor de Naciones Unidas en temas relacionados con el desarrollo sostenible advirtió ayer de que el vertido de la salmuera de las desalinizadoras “acabará con el Mediterráneo”. Emilio Colón defiende el trasvase del Ebro y explica que estas infraestructuras han permitido el desarrollo de ciudades como Nueva York o Los Ángeles.
“No queremos que el Mare Nostrum se convierta en el mare mortum". Los vertidos de salmuera causarán, debido al ritmo de construcción de desalinizadoras, “daños irreparables en el mar Mediterráneo”, según el doctor Emilio Colón, profesor de Ingeniería Medioambiental en universidades de Nueva York y Puerto Rico y asesor del Banco Mundial y la ONU en desarrollo sostenible.
Colón, que participará mañana en unas jornadas con el título “La experiencia internacional de los trasvases de Nueva York y Puerto Rico”, organizadas por la Fundación Agua y Progreso, defendió la alternativa del trasvase del Ebro como “la mejor opción” para que la Comunitat Valenciana y Murcia consigan agua de calidad a buen precio y sin las “perjudiciales consecuencias medioambientales de las desalinizadoras”.
El ecosistema del mar Mediterráneo es, según el científico, experto en recursos hídricos, “muy frágil a cualquier impacto externo porque es un espacio cerrado donde no hay corrientes de agua como en un océano”. Y a pesar de que uno de los argumentos de los defensores de la desalación es que la salmuera se dispersa, “hay un principio básico medioambiental que se sostiene en la prevención.
Comparó el impacto –“no estudiado”– que puede producir el vertido de salmuera en el mar con el agujero de ozono. “De momento, la situación no se plantea como algo tan dramático, pero hace veinte años tampoco imaginábamos las consecuencias del fenómeno del agujero”.
Colón recordó que no solamente España está construyendo desalinizadoras en el mar Mediterráneo. “Los países del norte de África o Israel ya tienen infraestructuras para desalar el agua de mar, y en su conjunto todos los vertidos de salmuera pueden tener efectos irreversibles para el ecosistema”.
Un debate que para el científico, ya está superado en Estados Unidos. “La legislación ambiental lleva 25 años de ventaja y los permisos para instalar una desalinizadora son mucho más estrictos”. El científico aseguró que en realidad siempre se plantea la desalación como una alternativa, “pero sus efectos medioambientales obligan a descartarla en la mayoría de los casos”.
El doctor en ingeniería medioambiental añadió a las perjudiciales consecuencias de los vertidos de la salmuera el coste energético. “España es firmante del protocolo de Kioto y, por tanto, no puede plantear infraestructuras que incrementan el gasto de energía de una forma sustancial”. En cambio, “los trasvases han contribuido a desarrollar ciudades como Nueva York o Los Ángeles”.