El ayuntamiento de Irun, a través de su delegación de Cooperación al Desarrollo, ha destinado una ayuda de emergencia de 10.000 euros para paliar la grave crisis humanitaria causada por la sequía y la escasez de alimentos que padece la población del denominado Cuerno de África. Es un espacio formado por regiones de Somalia, Etiopía, Eritrea, Yibuti y Kenia.
Más del 80% de la población del Cuerno de África -unos 16 millones de personas- son pastores nómadas que caminan por los terrenos fronterizos en busca de pastos para sus rebaños.
Se cuentan 1,6 millones de niños menores de 5 años, con un elevado índice de desnutrición y riesgo de mortandad. La escasez de lluvia de los últimos meses ha incrementado el riesgo de enfermedades como la malaria, ha acabado con gran parte del ganado, ha destruido los cultivos y ha contaminado las escasas fuentes de agua.
La delegada de Cooperación, Cristina Laborda, recordaba ayer que «África es el continente más castigado y olvidado del planeta. El Ayuntamiento concede prioridad a los proyectos que se desarrollan en regiones de África y, en este caso, hemos considerado necesario atender a esta población tan desfavorecida que en estos momentos está pasando por una de las peores crisis de los últimos años».
La ayuda se canalizará a través de Unicef, que es la agencia de Naciones Unidas encargada de la defensa y protección de los niños y que ha denunciado la gravedad de la situación en su informe "La infancia en peligro: Cuerno de África".
La aportación económica del Consistorio, que ha sido realizada tras la petición urgente de Unicef, se va a destinar a la campaña que desarrolla esta organización para el abastecimiento de agua potable a la población nómada, la distribución de alimentos básicos y terapéuticos y la realización de campañas de vacunación contra el sarampión y la polio.