Rains could go down in Spain, as much as 30%, on the last third of the century

Thu, 01/06/2006

EFE

La media anual de precipitaciones podría descender entre un 10 y un 30 por ciento durante el último tercio del siglo en la Península Ibérica a causa del cambio climático, y es probable que las temperaturas sufran en este período un incremento de entre 2 y 7 grados centígrados.
Así lo indicó hoy a Efe el catedrático de Medio Ambiente de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Manuel de Castro, quien participó en un encuentro sobre climatología celebrado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y organizado por la Fundación Marcelino Botín.
De Castro se refirió a los datos aportados por el conjunto de centros climatológicos de Europa, encargados de realizar los escenarios climáticos del siglo XXI, y añadió que, según estas predicciones, el nivel del mar podría subir entre 10 y 80 centímetros durante este período.
El experto aseguró que los efectos del cambio climático, que se notarán "de forma gradual", provocarán una transformación de la actividad socioeconómica en el futuro, por lo que, dijo, "es necesario implantar nuevos métodos con los que adaptarse cuanto antes a un escenario mucho más seco y cálido".
En este sentido, solicitó la actuación conjunta de los Gobiernos para frenar y paliar, en la medida de lo posible, los efectos del calentamiento global.
Reconoció la "delicada" situación geográfica de España al respecto, aunque, consideró que otros países del entorno europeo con temperaturas inferiores e índices más altos de precipitaciones en la actualidad, sufrirán un impacto mayor.
El catedrático del Collége de France Edouard Bard, coordinador del ciclo de conferencias, afirmó que el problema del cambio climático debe tratarse "desde una perspectiva global", y anunció que la sequía será cada vez más extrema en España y el sur de Francia.
Aseguró que la rapidez "inusual" del calentamiento global en los últimos 30 años es consecuencia de la acción del hombre sobre la Tierra, aunque dijo que anteriormente, fueron causas naturales como la radiación solar o las erupciones volcánicas, las que alteraron el equilibrio atmosférico