Drought changes crop cereal predictions
Mon, 29/05/2006
La Junta de Castilla y León y las organizaciones profesionales agrarias no tienen muy buenos augurios del resultado de la cosecha de cereal de este año, y sus expectativas han decaído desde una situación inicial halagüeña, a finales de abril, al pesimismo provocado por los perniciosos efectos del exceso de calor de mayo y la falta de precipitaciones, con zonas de cultivo ya agostadas. En este sentido, tanto el gobierno autonómico como los sindicatos reconocen que la ola de calor de la semana pasada ha pasado factura al campo, sobre todo a la zona sur de la Comunidad y a las tierras más arenosas, que no han sido capaces de retener la vivificante y necesaria humedad para la grana. En esta situación, el campo mira de nuevo al cielo esperando que la lluvia haga presencia, de lo que dependerá en buena medida el resultado de la recolecta de este año. A pesar de todo, a nadie se le pasa por la cabeza la «catástrofe» vivida la campaña pasada por la sequía y aún hay esperanzas de que el campo obtenga una cosecha «normal», pero como cada año, con «irregularidades» dependiendo de cada zona. A la espera El consejero de Agricultura de la Junta, José Valín, asumió, en declaraciones a Ical, que el sector «no está en la situación del año pasado», pero tampoco se espera «una cosecha excepcional, ni mucho menos». En este sentido, comentó que «puede ser normal», aunque «hay que esperar», ya que «todo depende de los calores y las heladas que haya de aquí al día de San Antonio, el 13 de junio, que solía ser una época de mucho calor fundamental para la grana». Valín sostuvo que aunque «el campo estaba bastante bien presentado, la carencia de agua en algunas zonas, unida a unas elevadas temperaturas de los últimos días, ha hecho daño en las tierras más arenosas». El consejero aclaró que el campo presenta en estos momento fuertes diferencias entre comarcas y provincias; los graves problemas aún no llegan a León.