CHE will co-operate again with 'VoluntaRíos Aragón' project, aimed to restores banks
Tue, 23/05/2006
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) colabora por segundo año consecutivo con el Proyecto VoluntaRíos Aragón, del que forman parte las asociaciones ANSAR, Asociación Ebro Vivo y la Asociación de Vecinos Puente de Santiago-Actur, para la recuperación de las riberas de toda la comunidad autónoma.
Este proyecto comenzó en el año 2005, y ha permitido extender esta experiencia a los ríos de toda la comunidad, ya que hasta 2004, VoluntaRíos era un proyecto que sólo se desarrollaba en Zaragoza.
El comisario de Aguas de la CHE, Rafael Romeo apuntó esta mañana en rueda de prensa que "la Confederación este año ha aceptado de nuevo el reto junto a tres asociaciones" porque se trata de "un proyecto interesante que nos ayuda a conocer a todos mejor los problemas del río".
Además, incidió en la "importancia de la concienciación ciudadana por un aprecio a los ríos", ya que en "los últimos años ha existido un desprecio hacia ellos" utilizándolos "como cloacas y vertederos", ahora "gracias a los esfuerzos en depuración de aguas comienzan a ser de nuevo atractivos", concluyó Rafael Romeo.
Por su parte, el coordinador de VoluntaRíos, Francisco Iturbe, señaló que los principales objetivos de este proyecto son de un lado "concienciar a los ciudadanos para recuperar los ríos", y de otro elaborar "un diagnóstico para la mejora dentro de la Directiva Marco del Agua".
Entre las novedades de este año, se encuentra que el número de grupos participantes alcanza los 30 frente a los 26 del año 2006. En total, el proyecto de Aragón reunió el año pasado a 640 personas en 26 tramos de río, nueve en Teruel, nueve en Huesca y ocho en Zaragoza.
Además, la Confederación ya ha recogido las propuestas de mejora para los ríos aragoneses que proponen los participantes. El Organismo ha mostrado su compromiso para aplicar las que sean posibles en el ámbito de la Cuenca. Estas propuestas son principalmente de limpieza de riberas, control de vertidos y mejora de accesos a los ríos.
Otra de las novedades que se van a aplicar este año, es que los propios voluntarios que participan en este proyecto se encargarán de aplicar algunas de estas mejoras. La coordinadora de VoluntaRíos, Yolanda Quílez, explicó que "será a través del apadrinamiento de un tramo de río que este año se pone en marcha en cinco tramos".
Junto con la contratación de la asistencia técnica, la Confederación ha colaborado con VoluntaRíos participando en las jornadas y charlas informativas y divulgativas que se han programado en Aragón durante el desarrollo de la actividad, lo que se repetirá este año.
El proyecto sigue las líneas de la legislación europea y la Directiva Marco del Agua sobre participación de la sociedad, razón por la cual el Organismo de la Cuenca ha apostado por esta colaboración. El objetivo de VoluntaRíos y de la Confederación es dar un soporte a la labor de concienciación ciudadana y a la búsqueda de un cambio de actitud frente a los ecosistemas de riberas.
BALSA DE LARRALDE
Dentro del proyecto VoluntaRíos uno de los programas de formación está dedicado a la Balsa de Larralde en la localidad zaragozana de Garrapinillos. Precisamente, este año 2006 se celebra el décimo aniversario de su proyecto de recuperación que ya unió a la CHE y a la organización ecologista ANSAR.
El coordinador de proyecto balsa de Larralde, Tomás Andrés, indicó que "este proyecto obedece a una nueva línea de trabajo de gestión de hábitats en humedales", y afirmó que "diez años después el proyecto todavía continúa pero estamos satisfechos por los logros conseguidos".
Este proyecto ha supuesto según Tomás Andrés "pasar de tener un humedal convertido en un vertedero de escombros", a poseer un "humedal que ha recuperado su esplendor, que es conocido y valorado por los vecinos de la zona".
El proyecto se ha llevado a cabo mediante acciones de sensibilización ambiental, retirada de 135 toneladas de escombros, jornadas de participación para recuperar la zona mediante la recogida de papeles y botellas, y reforestación del entorno.
Francisco Iturbe apuntó por su parte que "la balsa de Larralde es un ejemplo de recuperación de humedales mediante pequeñas actuaciones", y que se "aprovecha el trabajo para enseñarla a los voluntarios", de este modo, la visión de la balsa recuperada hace que "la gente se lo crea mucho más", y que confíen en que "los tramos de ríos de su localidad se pueden recuperar".
Además de acciones para la recuperación ecológica de la balsa de Larralde, esta asistencia entre el Organismo de Cuneca y ANSAR ha dado como resultado la publicación de diversos trabajos de aproximación histórica y medioambiental sobre la balsa.
Este proyecto comenzó en el año 2005, y ha permitido extender esta experiencia a los ríos de toda la comunidad, ya que hasta 2004, VoluntaRíos era un proyecto que sólo se desarrollaba en Zaragoza.
El comisario de Aguas de la CHE, Rafael Romeo apuntó esta mañana en rueda de prensa que "la Confederación este año ha aceptado de nuevo el reto junto a tres asociaciones" porque se trata de "un proyecto interesante que nos ayuda a conocer a todos mejor los problemas del río".
Además, incidió en la "importancia de la concienciación ciudadana por un aprecio a los ríos", ya que en "los últimos años ha existido un desprecio hacia ellos" utilizándolos "como cloacas y vertederos", ahora "gracias a los esfuerzos en depuración de aguas comienzan a ser de nuevo atractivos", concluyó Rafael Romeo.
Por su parte, el coordinador de VoluntaRíos, Francisco Iturbe, señaló que los principales objetivos de este proyecto son de un lado "concienciar a los ciudadanos para recuperar los ríos", y de otro elaborar "un diagnóstico para la mejora dentro de la Directiva Marco del Agua".
Entre las novedades de este año, se encuentra que el número de grupos participantes alcanza los 30 frente a los 26 del año 2006. En total, el proyecto de Aragón reunió el año pasado a 640 personas en 26 tramos de río, nueve en Teruel, nueve en Huesca y ocho en Zaragoza.
Además, la Confederación ya ha recogido las propuestas de mejora para los ríos aragoneses que proponen los participantes. El Organismo ha mostrado su compromiso para aplicar las que sean posibles en el ámbito de la Cuenca. Estas propuestas son principalmente de limpieza de riberas, control de vertidos y mejora de accesos a los ríos.
Otra de las novedades que se van a aplicar este año, es que los propios voluntarios que participan en este proyecto se encargarán de aplicar algunas de estas mejoras. La coordinadora de VoluntaRíos, Yolanda Quílez, explicó que "será a través del apadrinamiento de un tramo de río que este año se pone en marcha en cinco tramos".
Junto con la contratación de la asistencia técnica, la Confederación ha colaborado con VoluntaRíos participando en las jornadas y charlas informativas y divulgativas que se han programado en Aragón durante el desarrollo de la actividad, lo que se repetirá este año.
El proyecto sigue las líneas de la legislación europea y la Directiva Marco del Agua sobre participación de la sociedad, razón por la cual el Organismo de la Cuenca ha apostado por esta colaboración. El objetivo de VoluntaRíos y de la Confederación es dar un soporte a la labor de concienciación ciudadana y a la búsqueda de un cambio de actitud frente a los ecosistemas de riberas.
BALSA DE LARRALDE
Dentro del proyecto VoluntaRíos uno de los programas de formación está dedicado a la Balsa de Larralde en la localidad zaragozana de Garrapinillos. Precisamente, este año 2006 se celebra el décimo aniversario de su proyecto de recuperación que ya unió a la CHE y a la organización ecologista ANSAR.
El coordinador de proyecto balsa de Larralde, Tomás Andrés, indicó que "este proyecto obedece a una nueva línea de trabajo de gestión de hábitats en humedales", y afirmó que "diez años después el proyecto todavía continúa pero estamos satisfechos por los logros conseguidos".
Este proyecto ha supuesto según Tomás Andrés "pasar de tener un humedal convertido en un vertedero de escombros", a poseer un "humedal que ha recuperado su esplendor, que es conocido y valorado por los vecinos de la zona".
El proyecto se ha llevado a cabo mediante acciones de sensibilización ambiental, retirada de 135 toneladas de escombros, jornadas de participación para recuperar la zona mediante la recogida de papeles y botellas, y reforestación del entorno.
Francisco Iturbe apuntó por su parte que "la balsa de Larralde es un ejemplo de recuperación de humedales mediante pequeñas actuaciones", y que se "aprovecha el trabajo para enseñarla a los voluntarios", de este modo, la visión de la balsa recuperada hace que "la gente se lo crea mucho más", y que confíen en que "los tramos de ríos de su localidad se pueden recuperar".
Además de acciones para la recuperación ecológica de la balsa de Larralde, esta asistencia entre el Organismo de Cuneca y ANSAR ha dado como resultado la publicación de diversos trabajos de aproximación histórica y medioambiental sobre la balsa.