La Comisión Europea considera excesivo el plazo de seis años que le propone la Xunta ?a Comisión Europea considera que el saneamiento integral de la ría de Vigo debe estar completado mucho antes del año 2012, la fecha que la Xunta le ha propuesto para terminar las obras de la nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Vigo. Ese es el proyecto más importante del plan que el Gobierno gallego debe afrontar si quiere evitar una sanción multimillonaria, después de que el Tribunal de Justicia de la UE condenara a España el pasado 15 de diciembre por incumplir las normas europeas sobre calidad de las aguas marinas. El tribunal dio entonces por válidas varias inspecciones realizadas en el 2001 y el 2002 por técnicos de la Comisión, que detectaron niveles intolerables de residuos urbanos e industriales en zonas de la ría dedicadas al cultivo de moluscos. Aunque el marisco se somete a procesos de depuración que garantizan su calidad y su salubridad, Bruselas amenazó con iniciar un severo procedimiento sancionador si España no acataba la sentencia y elaboraba un plan convincente para rebajar esos índices. El secretario xeral para as Relacións coa UE, Santiago Gómez Reino, y el director xeral de Desenvolvemento Sostible, Emilio Fernández Suárez, se reunieron ayer en Bruselas con técnicos de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión, para presentarles ese proyecto de saneamiento y evitar la multa. «Entendemos que el procedimiento queda suspendido», aseguró tras la entrevista Emilio Fernández, quien, sin embargo, admitió que Bruselas considera excesivo el plazo de seis años. Problemas De hecho, fuentes de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión negaron ayer que el expediente esté paralizado, y aclararon que el único compromiso es no proponer de momento que se envíe a España una «carta de emplazamiento» en la próxima «reunión de infracciones». Esa cita, que se produce dos veces al año y en la que los técnicos de la Comisión hacen sus propuestas para multar a los países infractores, se celebrará a finales del mes que viene. «Hemos pedido información adicional y la tendremos en cuenta, pero uno de los problemas que hemos advertido es el de las fechas», apuntaron esas mismas fuentes. La Xunta se ha gastado más de 115 millones de euros en el saneamiento de la ría de Vigo desde 1995, sin que hasta ahora haya logrado situar los niveles de contaminación por debajo de los límites que fija la directiva comunitaria de aguas residuales. Como reconoció ayer Emilio Fernández, «la calidad ha mejorado, pero aún hay focos de contaminación intensos e importantes». «Cosas malas» La mayor parte de las inversiones, como la construcción de las estaciones de Teis y del Lagares, en Vigo, se acometieron bajo mandato del Partido Popular. «En dieciséis años de Gobierno monocolor se han hecho cosas de todos los colores, buenas y malas. Ahora estamos resolviendo las malas», subrayó el secretario xeral para as Relacións coa UE, quien mantuvo que la solución al problema sólo podrá alcanzarse con la colaboración del Ayuntamiento de Vigo, gobernado, precisamente, por el PP. El plan de la Xunta, a cuya presentación ayer en Bruselas asistieron también altos cargos de varias consellerías y de la asesoría jurídica del Gobierno gallego, proyecta invertir 125 millones de euros en once actuaciones. La más importante -101 millones- es la nueva depuradora de Bouzas, la tercera de Vigo, cuyas obras no iban a empezar hasta el 2009. Ahora, la Xunta se ha comprometido a revisar los plazos y a redactar un nuevo «plan de acción concreto» que enviará a Bruselas antes de que acabe este año.