Los embalses del Duero se encuentran casi al 80% de su capacidad, un nivel similar al que reflejaban los datos de hace dos años Aguilar de Campoo y Cuerda del Pozo vuelven a registrar la peor situación R. M./VALLADOLID
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Gota a gota, los embalses de la Cuenca del Duero han ido recuperando en las últimas semanas un considerable nivel de agua que, a pesar de la sequía que se arrastra desde el año pasado, parece que va a permitir garantizar la campaña de riego sin mayores problemas en el conjunto de Castilla y León.
Así lo aseguran desde la Confederación Hidrográfica del Duero, mientras que las organizaciones agrarias se muestran más preocupadas por el desarrollo de los cultivos de secano que por la campaña de riego con agua embalsada.
En concreto, los embalses de la Cuenca del Duero, con 2.193 hectómetros cúbicos de agua acumulados, se situaban a comienzos de esta semana en el 79,7% de su capacidad frente al 81,3% que registraban en la misma fecha del año pasado. Si bien la campaña de riego se ha iniciado casi dos puntos por debajo de lo acumulado el año pasado por estas fechas, lo cierto es que desde el mes de enero, los embalses no han dejado de almacenar agua. Además, este nivel es similar al registrado hace dos años.
Al igual que sucedió el año anterior, las presas que se encuentra en peor situación son la de Aguilar de Campoo, que ha perdido casi 87 hectómetros de agua respecto a lo que embalsaba en mayo del 2005, mientras que el embalse de Cuerda del Pozo, en Soria, registra casi 16 hectómetros menos.
Le seguirían, aunque únicamente en términos absolutos, tres de las cuatro presas de León: Barrios de Luna, Porma y Riaño, que registran 66, 43 y 10 hectómetros cúbicos menos de agua, respectivamente, que el año pasado por estas fechas.
Casi lleno
Por el contrario, el embalse de Camporredondo, en Palencia, es uno de los que presenta una mejor situación, casi lleno, con 69,7 hectómetros cúbicos frente a los 70 que tiene de capacidad. Le siguen el de Santa Teresa en Salamanca, con 445 hectómetros frente a los 323 que embalsaba el año pasado por estas fechas y el de Las Cogotas en Ávila, que ha experimentado un incremento de casi el 100% frente al volumen de agua que retenía en mayo de 2005.
Por todo ello, ya en la reunión de la Comisión de Desembalse de la Cuenca del Duero celebrada el pasado 29 de marzo se concluyó que la actual campaña de riegos «podrá afrontarse con cierta normalidad», gracias a que la nieve acumulada en las montañas está logrando aportar notables cantidades de agua a casi todos los pantanos del Estado. No obstante, y a pesar de que el volumen de agua embalsada en la actualidad es similar a los registrados hace dos años por estas fechas, la CHD advirtió de la necesidad de no bajar la guardia y vigilar el buen uso de este recurso.
Precisamente para garantizar que el agua sea suficiente para el consumo humano, el caudal ecológico y el propio riego (que supone el 90% del gasto total del agua acumulada en estos embalses), el Ministerio de Medio Ambiente está a punto de presentar un plan estratégico de gestión de sequías en la cuenca del Duero, que cuenta con un presupuesto base de licitación de 360.000 euros.