Los regadíos del Valle de Ambroz, en la provincia de Cáceres, recibirán inversiones del Estado por valor de 1,7 millones de euros para su modernización, merced a dos convenios suscritos hoy en Aldeanueva del Camino.
El subdirector general de Regadíos y Economía del Agua, Ángel Barbero, ha asistido la firma de los dos convenios para la construcción y explotación de las obras de modernización de regadíos de las comunidades de regantes Garganta Ancha y de Garganta Honduras y Cámbara, en la zona regable del Valle de Ambroz.
Los acuerdos han sido suscritos por el presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias Seisa de la Meseta Sur, Francisco Rodríguez Mulero y los presidentes de las dos comunidades de regantes, según informó Seiasa en comunicado de prensa.
En conjunto, ambos convenios permitirán la modernización de 315 hectáreas correspondientes a 716 regantes, en los municipios de Gargantilla, Casas del Monte y Segura de Toro.
Por una parte, el convenio correspondiente a la C.R. Garganta Ancha, por valor de 1,1 millones de euros, desarrolla la modernización de 181 Ha correspondientes a 420 regantes de la zona. Por otra, el convenio correspondiente a la C.R. Garganta Honduras y Cámbara, por valor de 600.00 euros, prevé la modernización de 134 Ha correspondientes a 296 regantes.
FRUTALES Y OLIVOS
Ambas comunidades de regantes están enclavadas en la zona regable del Valle del Ambroz, dedicada principalmente al cultivo de frutales y olivos.
Los dos convenios tienen su origen en la declaración de Interés General de las obras por parte del Gobierno a través del R.D.L.10/2005, de 20 de junio, por el que se adoptan medidas urgentes para paliar los daños producidos en el sector agrario por la sequía y otras adversidades climáticas.
Las obras de modernización de estos regadíos consistirán principalmente en la mejora de los sistemas de riego para la reducción de las pérdidas de agua en las redes de transporte y distribución, así como la transformación del sistema actual a riego por goteo.
USO EFICIENTE DEL AGUA
La modernización de los regadíos tiene por objeto general el uso eficiente del agua, lo que puede suponer un ahorro de hasta un 40 por ciento en el consumo, así como una mejora de la productividad de los cultivos, que podría alcanzar hasta un 25 por ciento.
Con las mejoras se consigue además un aumento de la calidad de vida de los agricultores, gracias a la implantación de avanzados sistemas de control y gestión del riego, que a su vez repercuten favorablemente en la calidad medioambiental.