A garden for the draught
Sun, 16/04/2006
Las lluvias no dejan toda el agua que sería deseable. El estío acecha. Y el decreto de la Junta es estricto: no se puede regar del grifo. Por eso, expertos en jardinería y botánica explican a SUR qué hacer para mantener zonas verdes con plantas adaptadas a este clima
Especies: La grama. Es una especie propia del monte mediterráneo. Agarra muy bien y es muy resistente. Es más pinchuda que el césped y se seca en verano si no se riega, pero rebrota de nuevo en otoño.
Plantas tapizantes
Especies: Sirven par tapizar el suelo o para crear amplias zonas verdes. Entre ellas, Cabezudo recomienda el Mesembryanthemum (grupo de la uña de gato), Carpobrotus (diente de león), Santolina (té de monte, un arbusto que se puede ver en todos los montes de Málaga y que se cultiva también para jardinería), romero, Lotus (una leguminosa) y vinca.
Arbustos, setos o masas densas
Especie: Como arbustos para setos o masas densas se pueden plantar romero, Buxus (boj), Cneorum tricoccum (olivilla o emborrachacabras, endemismo del Mediterráneo occidental), Salvia, lavanda Santolina, Spartium (la gayumba, parecida a la retama con flores amarillas, se pone en los bordes de las carreteras), Genista (una muy abundante en Málaga, que es la bolina, con bolas de color amarillo), Chamaerops (palmito), Viburnum, Phyllirea, etc.
Plantas de rocalla
Especies: Lobularia (especie silvestre que está en todas las rocas de la provincia), Anthyllis (leguminosa), Iberis (crucífera, de la familia del rábano), Santolina, Lantana (banderitas de España), etc.
Árboles
Especies: El olivo, el pino piñonero, el almez, el granado, el almendro, la encina, la higuera y el algarrobo. En un jardín mediterráneo, que va a sufrir déficit de agua, es fundamental crear buenas zonas de sombra para que así se reduzcan las temperaturas y se mantenga la humedad en el terreno. Además, al cobijo de los árboles se pueden plantar especies que requieran sombra.
LA sequía acecha. Como los buitres carroñeros. Sólo hay que echar un vistazo somero a las estadísticas de pluviometría para adivinar que éste se configura como uno de los años más secos de la provincia. El verano está a la vuelta de la esquina, así que el verdor de los jardines de la ciudad, la Costa y el valle del Guadalhorce tienen sus días contados. El decreto contra la sequía sigue en pie y sus directrices son claras: se prohíbe la utilización de los recursos hídricos aptos para el consumo humano para el riego de jardines.
Por eso, ahora más que nunca expertos en botánica recomiendan que sean principalmente plantas mediterráneas, las adaptadas a nuestro clima, las que pueblen los jardines. Hay que abandonar el concepto estricto de vergel y evitar especies que requieran de riegos continuados. Sobre todo, porque muy pocos tienen acceso a pozos de agua no potable, que 'in extremis' se puede utilizar para riegos de supervivencia: 200 metros cúbicos por hectárea y mes. «Este volumen equivale a las precipitaciones en Almería, y ya se sabe que el de esta zona es un clima muy seco», según indica el director del jardín botánico-histórico La Concepción, Leandro Olalla.
¿Cuáles son, entonces, las principales pautas para soportar la escasez de agua? Según indica el catedrático de Biología Vegetal de la Universidad de Málaga, Baltasar Cabezudo, lo principal es realizar riegos racionales, y por goteo; evitar la evaporación una vez que se riegue a través del acolchado de la zona con corcho o corteza de pino; y, sobre todo, que el tipo de planta se adecue al clima a donde va a estar.
Por eso, en Málaga, donde el clima es mediterráneo, y muchas veces adolece de la gran escasez de precipitaciones hay que optar, sobre todo, por las plantas autóctonas del Mediterráneo, tal y como indican los cinco expertos consultados por este periódico. Para el doctor ingeniero de Montes y presidente de la Asociación de Amigos de La Concepción, Ricardo Salas, es esencial buscar el predominio del olor y del color. Por eso, sugiere plantar una serie de labiadas, conocidas también por sus utilidades medicinales y culinarias, tales como el cantueso, el almoradux, y el romero, un fantástico antiséptico que muchas culturas sudamericanas utilizan para luchar contra los males de garganta. También se puede añadir a esta colección el tomillo limón, que como bien indica Salas fue descubierto por el botánico suizo Boissier en 1837 en la Sierra Tejeda-Almijara. Con todas estas plantas se pueden crear macizos olorosos y de un verdor intenso. Además, las pequeñas flores moradas del romero y el cantueso añadirán un toque de color violáceo.
El césped, que en verano necesita de riegos abundantes y frecuentes, no es una especie indicada para un clima mediterráneo. De hecho, muchos campos de golf de la provincia están cambiando sus variedades por otras que consuman menos agua, pero aún así si no reciben buenas dosis de agua en verano se seca ineludiblemente. Por eso, el doctor ingeniero de Montes Miguel Ángel Catalina sugiere plantar grama, una herbácea mediterránea, que agarra muy bien y que es muy resistente. El único problema es que «si te tumbas es pinchuda, por lo que no crea un prado tan apetecible como un césped», puntualiza. Además, en verano se secará, pero rebrotará de nuevo en otoño. Esta idea también la suscribe Cabezudo, mientras que Olalla propone olvidarse de las plantas tapizantes en verano y optar por poner chinos y corteza de pino, y aprovechar para colocar pequeñas zonas de rocalla con cactus, aloe de diferentes clases y ágaves como la pita.
También, añade Cabezudo, sería interesante plantar lobularia, una especie silvestre que está en todas las rocas de la provincia y que se puede encontrar en los viveros, la leguminosa Anthyllis, la crucífera Iberis, la lantana (banderitas de España) y la santolina, más conocida como té de monte. Es un subarbusto muy común en los montes de Málaga, que también se cultiva para jardinería.
Otro de los puntos fuertes, según Olalla, es que para futuros jardines el suelo sea profundo y de una textura media, así retendrá mucho mejor el agua, ya que ésta no se perderá por percolación ni por evaporación. Entonces la propia tierra será la que retendrá la humedad. El doctor ingeniero agrónomo y colaborador de SUR, José Antonio del Cañizo, dedica en su nuevo libro 'El jardín: arte y técnica' cuarenta páginas a tratar estos asuntos, pero como consejo esencial indica que «la poca agua de que se disponga este verano no se dedique a la pradera y los arriates de flor, ya que cuando la situación mejore se podrán replantar, y los tendremos de nuevo en pocos meses, sino que debe concentrarse en los árboles, porque con la sequía pueden sufrir ataques de insectos xilófagos, que pueden llegar incluso a matarlos y convertirlos en focos de contagio para otros ejemplares».
Para los jardines de nueva creación y para los que quieran plantar nuevas especies de árboles, Catalina les recomienda la higuera, que aromatiza el ambiente, da buena sombra y tiene un fruto muy apreciado, así como el algarrobo. Para Del Cañizo es importante no olvidar el pino piñonero, el granado y el almendro, a los que Cabezudo suma la encina; Olalla, el almez; y Salas, el olivo. Todos árboles mediterráneos, que pueden ser utilizados en jardines ornamentales. Los nuevos 'jardines del Edén' deberán ser más ecológicos en el ahorro de agua, más olorosos como el monte mediterráneo, y más familiares, con árboles y plantas que se pueden encontrar en nuestras sierras.
Especies: La grama. Es una especie propia del monte mediterráneo. Agarra muy bien y es muy resistente. Es más pinchuda que el césped y se seca en verano si no se riega, pero rebrota de nuevo en otoño.
Plantas tapizantes
Especies: Sirven par tapizar el suelo o para crear amplias zonas verdes. Entre ellas, Cabezudo recomienda el Mesembryanthemum (grupo de la uña de gato), Carpobrotus (diente de león), Santolina (té de monte, un arbusto que se puede ver en todos los montes de Málaga y que se cultiva también para jardinería), romero, Lotus (una leguminosa) y vinca.
Arbustos, setos o masas densas
Especie: Como arbustos para setos o masas densas se pueden plantar romero, Buxus (boj), Cneorum tricoccum (olivilla o emborrachacabras, endemismo del Mediterráneo occidental), Salvia, lavanda Santolina, Spartium (la gayumba, parecida a la retama con flores amarillas, se pone en los bordes de las carreteras), Genista (una muy abundante en Málaga, que es la bolina, con bolas de color amarillo), Chamaerops (palmito), Viburnum, Phyllirea, etc.
Plantas de rocalla
Especies: Lobularia (especie silvestre que está en todas las rocas de la provincia), Anthyllis (leguminosa), Iberis (crucífera, de la familia del rábano), Santolina, Lantana (banderitas de España), etc.
Árboles
Especies: El olivo, el pino piñonero, el almez, el granado, el almendro, la encina, la higuera y el algarrobo. En un jardín mediterráneo, que va a sufrir déficit de agua, es fundamental crear buenas zonas de sombra para que así se reduzcan las temperaturas y se mantenga la humedad en el terreno. Además, al cobijo de los árboles se pueden plantar especies que requieran sombra.
LA sequía acecha. Como los buitres carroñeros. Sólo hay que echar un vistazo somero a las estadísticas de pluviometría para adivinar que éste se configura como uno de los años más secos de la provincia. El verano está a la vuelta de la esquina, así que el verdor de los jardines de la ciudad, la Costa y el valle del Guadalhorce tienen sus días contados. El decreto contra la sequía sigue en pie y sus directrices son claras: se prohíbe la utilización de los recursos hídricos aptos para el consumo humano para el riego de jardines.
Por eso, ahora más que nunca expertos en botánica recomiendan que sean principalmente plantas mediterráneas, las adaptadas a nuestro clima, las que pueblen los jardines. Hay que abandonar el concepto estricto de vergel y evitar especies que requieran de riegos continuados. Sobre todo, porque muy pocos tienen acceso a pozos de agua no potable, que 'in extremis' se puede utilizar para riegos de supervivencia: 200 metros cúbicos por hectárea y mes. «Este volumen equivale a las precipitaciones en Almería, y ya se sabe que el de esta zona es un clima muy seco», según indica el director del jardín botánico-histórico La Concepción, Leandro Olalla.
¿Cuáles son, entonces, las principales pautas para soportar la escasez de agua? Según indica el catedrático de Biología Vegetal de la Universidad de Málaga, Baltasar Cabezudo, lo principal es realizar riegos racionales, y por goteo; evitar la evaporación una vez que se riegue a través del acolchado de la zona con corcho o corteza de pino; y, sobre todo, que el tipo de planta se adecue al clima a donde va a estar.
Por eso, en Málaga, donde el clima es mediterráneo, y muchas veces adolece de la gran escasez de precipitaciones hay que optar, sobre todo, por las plantas autóctonas del Mediterráneo, tal y como indican los cinco expertos consultados por este periódico. Para el doctor ingeniero de Montes y presidente de la Asociación de Amigos de La Concepción, Ricardo Salas, es esencial buscar el predominio del olor y del color. Por eso, sugiere plantar una serie de labiadas, conocidas también por sus utilidades medicinales y culinarias, tales como el cantueso, el almoradux, y el romero, un fantástico antiséptico que muchas culturas sudamericanas utilizan para luchar contra los males de garganta. También se puede añadir a esta colección el tomillo limón, que como bien indica Salas fue descubierto por el botánico suizo Boissier en 1837 en la Sierra Tejeda-Almijara. Con todas estas plantas se pueden crear macizos olorosos y de un verdor intenso. Además, las pequeñas flores moradas del romero y el cantueso añadirán un toque de color violáceo.
El césped, que en verano necesita de riegos abundantes y frecuentes, no es una especie indicada para un clima mediterráneo. De hecho, muchos campos de golf de la provincia están cambiando sus variedades por otras que consuman menos agua, pero aún así si no reciben buenas dosis de agua en verano se seca ineludiblemente. Por eso, el doctor ingeniero de Montes Miguel Ángel Catalina sugiere plantar grama, una herbácea mediterránea, que agarra muy bien y que es muy resistente. El único problema es que «si te tumbas es pinchuda, por lo que no crea un prado tan apetecible como un césped», puntualiza. Además, en verano se secará, pero rebrotará de nuevo en otoño. Esta idea también la suscribe Cabezudo, mientras que Olalla propone olvidarse de las plantas tapizantes en verano y optar por poner chinos y corteza de pino, y aprovechar para colocar pequeñas zonas de rocalla con cactus, aloe de diferentes clases y ágaves como la pita.
También, añade Cabezudo, sería interesante plantar lobularia, una especie silvestre que está en todas las rocas de la provincia y que se puede encontrar en los viveros, la leguminosa Anthyllis, la crucífera Iberis, la lantana (banderitas de España) y la santolina, más conocida como té de monte. Es un subarbusto muy común en los montes de Málaga, que también se cultiva para jardinería.
Otro de los puntos fuertes, según Olalla, es que para futuros jardines el suelo sea profundo y de una textura media, así retendrá mucho mejor el agua, ya que ésta no se perderá por percolación ni por evaporación. Entonces la propia tierra será la que retendrá la humedad. El doctor ingeniero agrónomo y colaborador de SUR, José Antonio del Cañizo, dedica en su nuevo libro 'El jardín: arte y técnica' cuarenta páginas a tratar estos asuntos, pero como consejo esencial indica que «la poca agua de que se disponga este verano no se dedique a la pradera y los arriates de flor, ya que cuando la situación mejore se podrán replantar, y los tendremos de nuevo en pocos meses, sino que debe concentrarse en los árboles, porque con la sequía pueden sufrir ataques de insectos xilófagos, que pueden llegar incluso a matarlos y convertirlos en focos de contagio para otros ejemplares».
Para los jardines de nueva creación y para los que quieran plantar nuevas especies de árboles, Catalina les recomienda la higuera, que aromatiza el ambiente, da buena sombra y tiene un fruto muy apreciado, así como el algarrobo. Para Del Cañizo es importante no olvidar el pino piñonero, el granado y el almendro, a los que Cabezudo suma la encina; Olalla, el almez; y Salas, el olivo. Todos árboles mediterráneos, que pueden ser utilizados en jardines ornamentales. Los nuevos 'jardines del Edén' deberán ser más ecológicos en el ahorro de agua, más olorosos como el monte mediterráneo, y más familiares, con árboles y plantas que se pueden encontrar en nuestras sierras.