Rain water collector will cut off devasting watercourse effects
Tue, 11/04/2006
MÁS CAPACIDAD. Unos obreros trabajan en las obras de la primera fase del colector de Juan de Borbón. / GUILLERMO CARRIÓN/AGM
Los efectos devastadores de las ramblas de Murcia tienen los días contados. La rambla de Espinardo, la rambla de Churra y la del Carmen de Cabezo de Torres arrastraban tal caudal cuando caía una tromba, que no respetaban nada ni a nadie. Además, el cemento de las urbanizaciones creadas en la zona norte del municipio impedía el drenaje. Por fin este problema va a tener solución con la construcción del gran colector de la zona norte, que recogerá las aguas residuales y pluviales de las nuevas urbanizaciones y desarrollos comerciales. Estas obras están dentro del Plan Especial de Infraestructuras de la zona norte y comenzaron el pasado mes de noviembre.
El concejal de Urbanismo, Fernando Berberena, visitó ayer el primer tramo de las obras, que comienza a la altura de Ikea y finaliza en el cruce de Juan de Borbón con El Puntal y Churra. Precisamente este tramo se ha adelantado para permitir que se construyan las rotondas de acceso a los nuevos desarrollos comerciales.
El primer tramo tiene unos 730 metros y llega hasta la intersección de Juan de Borbón con la carretera de Churra y El Puntal.
El colector nace en Ikea con una tubería de dos metros de diámetro. Más adelante se convierte en un cajón rectangular de hormigón armado con dimensiones que oscilan entre los tres metros de anchura por dos de altura y cinco metro de altura por dos de anchura. La infraestructura está enterrada ocho metros por debajo del nivel del suelo y la zanja ha sido forrada con planchas metálicas para trabajar con seguridad.
En períodos de sequía las aguas residuales discurrirán por un cajón menor, de 30 centímetros de altura, y en épocas de lluvia el cajón podrá llegar a absorber hasta 35 metros cúbicos por segundo.
El concejal de Urbanismo aseguró que «con este colector deben acabarse las inundaciones en la zona norte, ya que por encima de esta infraestructura está un interceptador de la Confederación Hidrográfica del Segura, que recoge las aguas hasta llevarlas al río.
Las obras de este primer tramo estarán finalizadas en dos meses y han supuesto una inversión de casi 3 millones de euros, que corren a cargo de promotores y ayuntamiento. El siguiente tramo del gran colector llegará hasta un tanque de tormenta que se construirá junto a la depuradora de Zarandona y otro ramal finalizará en la macrodepuradora del Rincón del Gallego. Las obras estarán concluidas en el plazo de un año o año y medio.
Los efectos devastadores de las ramblas de Murcia tienen los días contados. La rambla de Espinardo, la rambla de Churra y la del Carmen de Cabezo de Torres arrastraban tal caudal cuando caía una tromba, que no respetaban nada ni a nadie. Además, el cemento de las urbanizaciones creadas en la zona norte del municipio impedía el drenaje. Por fin este problema va a tener solución con la construcción del gran colector de la zona norte, que recogerá las aguas residuales y pluviales de las nuevas urbanizaciones y desarrollos comerciales. Estas obras están dentro del Plan Especial de Infraestructuras de la zona norte y comenzaron el pasado mes de noviembre.
El concejal de Urbanismo, Fernando Berberena, visitó ayer el primer tramo de las obras, que comienza a la altura de Ikea y finaliza en el cruce de Juan de Borbón con El Puntal y Churra. Precisamente este tramo se ha adelantado para permitir que se construyan las rotondas de acceso a los nuevos desarrollos comerciales.
El primer tramo tiene unos 730 metros y llega hasta la intersección de Juan de Borbón con la carretera de Churra y El Puntal.
El colector nace en Ikea con una tubería de dos metros de diámetro. Más adelante se convierte en un cajón rectangular de hormigón armado con dimensiones que oscilan entre los tres metros de anchura por dos de altura y cinco metro de altura por dos de anchura. La infraestructura está enterrada ocho metros por debajo del nivel del suelo y la zanja ha sido forrada con planchas metálicas para trabajar con seguridad.
En períodos de sequía las aguas residuales discurrirán por un cajón menor, de 30 centímetros de altura, y en épocas de lluvia el cajón podrá llegar a absorber hasta 35 metros cúbicos por segundo.
El concejal de Urbanismo aseguró que «con este colector deben acabarse las inundaciones en la zona norte, ya que por encima de esta infraestructura está un interceptador de la Confederación Hidrográfica del Segura, que recoge las aguas hasta llevarlas al río.
Las obras de este primer tramo estarán finalizadas en dos meses y han supuesto una inversión de casi 3 millones de euros, que corren a cargo de promotores y ayuntamiento. El siguiente tramo del gran colector llegará hasta un tanque de tormenta que se construirá junto a la depuradora de Zarandona y otro ramal finalizará en la macrodepuradora del Rincón del Gallego. Las obras estarán concluidas en el plazo de un año o año y medio.