There won´t be water cuts in the Riverside, according to CHJ
Sat, 01/04/2006
La Unió de Llauradors afirma que los pozos suplirán “la merma de líquidos superficiales en la comarca”
“No habrá ningún cultivo que se deje de regar por el momento”. Así de tajante se pronunció ayer la Confederación Hidrográfica del Júcar. Con esta declaración quiere cortar de raíz la alarma que se ha generado entre los agricultores de la Ribera. La CHJ recordó que el agua de los pozos servirá para paliar la merma de los pantanos.
A. C. CUBELLS/
ALZIRA
Un agricultor instala un sistema de riego por goteo que permitirá ahorrar agua.
Más noticias
Publicidad
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) aseguró ayer que en la Ribera “no habrá restricciones de riego, a pesar de la fase de sequía existente”.
La CHJ confirmó que hay “una merma de aguas superficiales en la comarca que ronda el 30%”, pero afirmó que no habrá “problemas para regar todos los cultivos de la zona”.
La confederación explicó que está disminución en el caudal de los embalses “se suplirá con el agua de los pozos” que tienen todas las comunidades de regantes. “En ningún caso, por tanto, habrá problemas para regar los cultivos”, reiteró Joaquín Andreu, director técnico de la CHJ en una reunión mantenida con la Unió de Llauradors.
El objetivo de estas declaraciones es tranquilizar a los agricultores de la Ribera que temen que la sequía, sumada a la ausencia de lluvias en primavera, y a un invierno más bien seco, deje sin agua los embalses y les impida regar los campos.
Un rumor infundado
“La alarma ante la escasez de agua comenzó hace un par de semanas”, explicó ayer el secretario comarcal de la Unió de Llauradors, Camilo Sebastià. “Muchas personas comenzaron a llamar a la Unió para preguntar si era verdad que no iban a poder regar sus cultivos”.
“El rumor se fue extendiendo por los bares de la comarca rápidamente e, incluso, algunas personas llegaron a plantearse si plantar o no, porque tenían miedo a quedarse sin agua para poder regar”, aseguró Sebastià, quien quiso dejar claro que estos comentarios “son infundados”.
Unos comentarios, señaló el secretario comarcal de la Unió, “que no sé de dónde han salido, pero que podrían tener alguna finalidad política”. En cualquier caso, enfatizó, “las comunidades de regantes tienen que informar a los agricultores de que no habrán restricciones de agua y explicar bien cuál es la situación actual”.
El principal problema de este tipo de bulo, señaló Sebastià, “es que si los agricultores creen que les va a faltar agua más adelante, ahora gastan más de la que realmente necesitan, lo que podría agravar la situación”.
Por eso, “es muy importante que cada uno gaste el agua que le toca y no la malgaste”, añadió.
El secretario comarcal de la Unió recordó que cada comunidad de regantes tiene sus propios pozos de emergencia y que ese agua servirá “para suplir la que falta en los embalses”, reiteró.
El único inconveniente es que, aunque la mayoría de los pozos están “electrificados, hay algunos que todavía no lo están, y el agua resulta más cara”.
Riego tradicional
El responsable de la Unió en la comarca recordó que, aunque ya hay “bastantes campos en los que está instalado el riego localizado, en la mayoría todavía es tradicional, lo que se conoce como el riego a manta” que necesita mucha más agua.
Una situación que debería cambiar, porque los nuevos sistemas de regadío permiten ahorrar más líquido elemento. Una mejora que en época de seguía puede servir para aliviar la situación.
Sin embargo, en otros aspectos la situación es mejor, por ejemplo, Sebastià aseguró que las filtraciones de agua que se pueden producir por el mal estado de las acequias “no son muchas, porque de su mantenimiento se encargan las comunidades de regantes y los propios agricultores”. No hay que olvidar que, en época de sequía, cualquier esfuerzo es poco para ahorrar agua.
“No habrá ningún cultivo que se deje de regar por el momento”. Así de tajante se pronunció ayer la Confederación Hidrográfica del Júcar. Con esta declaración quiere cortar de raíz la alarma que se ha generado entre los agricultores de la Ribera. La CHJ recordó que el agua de los pozos servirá para paliar la merma de los pantanos.
A. C. CUBELLS/
ALZIRA
Un agricultor instala un sistema de riego por goteo que permitirá ahorrar agua.
Más noticias
Publicidad
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) aseguró ayer que en la Ribera “no habrá restricciones de riego, a pesar de la fase de sequía existente”.
La CHJ confirmó que hay “una merma de aguas superficiales en la comarca que ronda el 30%”, pero afirmó que no habrá “problemas para regar todos los cultivos de la zona”.
La confederación explicó que está disminución en el caudal de los embalses “se suplirá con el agua de los pozos” que tienen todas las comunidades de regantes. “En ningún caso, por tanto, habrá problemas para regar los cultivos”, reiteró Joaquín Andreu, director técnico de la CHJ en una reunión mantenida con la Unió de Llauradors.
El objetivo de estas declaraciones es tranquilizar a los agricultores de la Ribera que temen que la sequía, sumada a la ausencia de lluvias en primavera, y a un invierno más bien seco, deje sin agua los embalses y les impida regar los campos.
Un rumor infundado
“La alarma ante la escasez de agua comenzó hace un par de semanas”, explicó ayer el secretario comarcal de la Unió de Llauradors, Camilo Sebastià. “Muchas personas comenzaron a llamar a la Unió para preguntar si era verdad que no iban a poder regar sus cultivos”.
“El rumor se fue extendiendo por los bares de la comarca rápidamente e, incluso, algunas personas llegaron a plantearse si plantar o no, porque tenían miedo a quedarse sin agua para poder regar”, aseguró Sebastià, quien quiso dejar claro que estos comentarios “son infundados”.
Unos comentarios, señaló el secretario comarcal de la Unió, “que no sé de dónde han salido, pero que podrían tener alguna finalidad política”. En cualquier caso, enfatizó, “las comunidades de regantes tienen que informar a los agricultores de que no habrán restricciones de agua y explicar bien cuál es la situación actual”.
El principal problema de este tipo de bulo, señaló Sebastià, “es que si los agricultores creen que les va a faltar agua más adelante, ahora gastan más de la que realmente necesitan, lo que podría agravar la situación”.
Por eso, “es muy importante que cada uno gaste el agua que le toca y no la malgaste”, añadió.
El secretario comarcal de la Unió recordó que cada comunidad de regantes tiene sus propios pozos de emergencia y que ese agua servirá “para suplir la que falta en los embalses”, reiteró.
El único inconveniente es que, aunque la mayoría de los pozos están “electrificados, hay algunos que todavía no lo están, y el agua resulta más cara”.
Riego tradicional
El responsable de la Unió en la comarca recordó que, aunque ya hay “bastantes campos en los que está instalado el riego localizado, en la mayoría todavía es tradicional, lo que se conoce como el riego a manta” que necesita mucha más agua.
Una situación que debería cambiar, porque los nuevos sistemas de regadío permiten ahorrar más líquido elemento. Una mejora que en época de seguía puede servir para aliviar la situación.
Sin embargo, en otros aspectos la situación es mejor, por ejemplo, Sebastià aseguró que las filtraciones de agua que se pueden producir por el mal estado de las acequias “no son muchas, porque de su mantenimiento se encargan las comunidades de regantes y los propios agricultores”. No hay que olvidar que, en época de sequía, cualquier esfuerzo es poco para ahorrar agua.