10.000 farmers in Campo de Cartagena will be able to use the cellular to irrigate starting 2008
Fri, 31/03/2006
Los regantes reclaman a la ministra de Agricultura un desembalse del Tajo y Espinosa responde que la prioridad es «el uso de boca»
J. A. ELGARRESTA/CARTAGENA
APLAUSOS. Un regante de Cartagena se despide de la ministra con un trovo. / J. M. RODRÍGUEZ / AGM
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Los 10.000 agricultores que forman parte de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena tendrán acceso al agua de riego mediante las últimas tecnologías a partir del verano del año 2008, si se cumplen los plazos que baraja este organismo.
El primer paso de este vasto proyecto lo dio ayer la ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, al inaugurar la primera fase de este proceso, que beneficia a 8.435 agricultores los cuales, si lo desean, pueden utilizar el teléfono celular para ordenar el riego de las 23.471 hectáreas de regadío que tienen.
La visita de la ministra tenía como objetivo tanto inaugurar las obras de modernización de regadíos en esta primera fase, como firmar los convenios correspondientes a la segunda fase de este proyecto global, que afecta a unos 2.000 agricultores que tienen sus cultivos en la zona que se conoce como cota 120, es decir, Avileses, El Jimenado, Balsicas, Roldán, El Albujón y La Aljorra. La inversión prevista se acerca a los 20 millones de euros para modernizar 11.000 hectáreas.
La modernización no consiste sólo en poder utilizar el teléfono celular para ordenar los riegos, sino también en el uso de tarjetas en los cajeros de riego, la construcción de embalses o estaciones de bombeo.
Situación crítica
Pero los regantes aprovecharon también la coyuntura creada para reclamar un riego de socorro. El presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Manuel León Madrid, destacó ante la ministra la «vital trascendencia» de un trasvase del Tajo para regadío, ante la «situación crítica» que están viviendo los agricultores de la zona.
León Madrid dijo, por ejemplo, que se ha usado en seis meses el agua que, habitualmente, se usaba en quince días. Y también que de los 122 hectómetros cúbicos del riego anual sólo han llegado cinco. O el hecho de que los embalses que hay en el Campo de Cartagena tienen capacidad para albergar dos millones de metros cúbicos de agua y ahora tienen menos de 200.000. «Necesitamos agua con urgencia, con un precio asequible para los regantes», dijo en su intervención, para añadir que «vivimos angustiados las decisiones del Consejo de Ministros».
Pero la petición pareció caer en saco roto. Elena Espinosa dijo que «aquí siempre tenemos que priorizar y yo, que represento al sector agrario y siendo su máxima defensora, también reconozco que la prioridad es el uso de boca», no obstante lo cual «hay todavía una disponibilidad de agua que estaba reservada para riego de emergencia y que, desde luego, se podría activar en cualquier momento a demanda de la propia Comunidad de Regantes».
Por su parte, el presidente Ramón Luis Valcárcel destacó el esfuerzo que hacen los agricultores en la modernización de los regadíos, hasta el punto de afirmar que «Murcia está a la cabeza de eso que ahora llaman nueva cultura del agua, ya que gestiona mejor que nadie este recurso haciendo de la necesidad virtud».
J. A. ELGARRESTA/CARTAGENA
APLAUSOS. Un regante de Cartagena se despide de la ministra con un trovo. / J. M. RODRÍGUEZ / AGM
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Los 10.000 agricultores que forman parte de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena tendrán acceso al agua de riego mediante las últimas tecnologías a partir del verano del año 2008, si se cumplen los plazos que baraja este organismo.
El primer paso de este vasto proyecto lo dio ayer la ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, al inaugurar la primera fase de este proceso, que beneficia a 8.435 agricultores los cuales, si lo desean, pueden utilizar el teléfono celular para ordenar el riego de las 23.471 hectáreas de regadío que tienen.
La visita de la ministra tenía como objetivo tanto inaugurar las obras de modernización de regadíos en esta primera fase, como firmar los convenios correspondientes a la segunda fase de este proyecto global, que afecta a unos 2.000 agricultores que tienen sus cultivos en la zona que se conoce como cota 120, es decir, Avileses, El Jimenado, Balsicas, Roldán, El Albujón y La Aljorra. La inversión prevista se acerca a los 20 millones de euros para modernizar 11.000 hectáreas.
La modernización no consiste sólo en poder utilizar el teléfono celular para ordenar los riegos, sino también en el uso de tarjetas en los cajeros de riego, la construcción de embalses o estaciones de bombeo.
Situación crítica
Pero los regantes aprovecharon también la coyuntura creada para reclamar un riego de socorro. El presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Manuel León Madrid, destacó ante la ministra la «vital trascendencia» de un trasvase del Tajo para regadío, ante la «situación crítica» que están viviendo los agricultores de la zona.
León Madrid dijo, por ejemplo, que se ha usado en seis meses el agua que, habitualmente, se usaba en quince días. Y también que de los 122 hectómetros cúbicos del riego anual sólo han llegado cinco. O el hecho de que los embalses que hay en el Campo de Cartagena tienen capacidad para albergar dos millones de metros cúbicos de agua y ahora tienen menos de 200.000. «Necesitamos agua con urgencia, con un precio asequible para los regantes», dijo en su intervención, para añadir que «vivimos angustiados las decisiones del Consejo de Ministros».
Pero la petición pareció caer en saco roto. Elena Espinosa dijo que «aquí siempre tenemos que priorizar y yo, que represento al sector agrario y siendo su máxima defensora, también reconozco que la prioridad es el uso de boca», no obstante lo cual «hay todavía una disponibilidad de agua que estaba reservada para riego de emergencia y que, desde luego, se podría activar en cualquier momento a demanda de la propia Comunidad de Regantes».
Por su parte, el presidente Ramón Luis Valcárcel destacó el esfuerzo que hacen los agricultores en la modernización de los regadíos, hasta el punto de afirmar que «Murcia está a la cabeza de eso que ahora llaman nueva cultura del agua, ya que gestiona mejor que nadie este recurso haciendo de la necesidad virtud».