ONU .- Water shortage could cause severe environmental and economic damages
Fri, 24/03/2006
El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advirtió hoy de que es muy probable que la escasez de agua dulce detone un daño medioambiental mayúsculo en los próximos 15 años.
En un informe internacional sobre las aguas del mundo, el organismo de la ONU estimó que la reducción de las corrientes fluviales, el incremento en la salinidad de los estuarios, la pérdida de especies de peces y plantas acuáticas, así como la reducción en los sedimentos en las costas, aumentarán en muchas áreas del mundo hacia el año 2020.
A su vez, esto intensificará las pérdidas de tierras de cultivo, la inseguridad alimentaria y el daño a las pesquerías, junto con un alza en la desnutrición y la enfermedad.
La agricultura en general ocupa el primer puesto dentro de las preocupaciones clave del frente por el agua dulce formado por 1.500 expertos implicados en el informe final de la Evaluación Mundial de Aguas Internacionales.
"A nivel mundial, ha habido un incremento en la demanda de productos agrícolas y una tendencia hacia alimentos que consumen mucha agua, como la carne en lugar de vegetales y las frutas en vez de cereales", señaló el PNUMA.
También existen vacíos de información perjudiciales, ya que muchos países en vías de desarrollo trabajan a ciegas en cuanto al tamaño de sus recursos hídricos y a los patrones precisos de abastecimiento y demanda.
Asimismo, destacan los fallos de mercado, que contribuyen de manera importante al daño, tanto de zonas de agua dulce como zonas costeras. El estudio subraya, además, el daño a las aguas internacionales como consecuencia de la pesca excesiva y métodos de pesca destructivos.
Por su parte, el cambio climático se aborda como un problema global, con preocupaciones específicas para las pesquerías y los organismos marinos. El informe estima que la variabilidad en el clima es el factor de control clave en el rendimiento de la pesca para casi la mitad de los grandes ecosistemas marinos del mundo.
En un informe internacional sobre las aguas del mundo, el organismo de la ONU estimó que la reducción de las corrientes fluviales, el incremento en la salinidad de los estuarios, la pérdida de especies de peces y plantas acuáticas, así como la reducción en los sedimentos en las costas, aumentarán en muchas áreas del mundo hacia el año 2020.
A su vez, esto intensificará las pérdidas de tierras de cultivo, la inseguridad alimentaria y el daño a las pesquerías, junto con un alza en la desnutrición y la enfermedad.
La agricultura en general ocupa el primer puesto dentro de las preocupaciones clave del frente por el agua dulce formado por 1.500 expertos implicados en el informe final de la Evaluación Mundial de Aguas Internacionales.
"A nivel mundial, ha habido un incremento en la demanda de productos agrícolas y una tendencia hacia alimentos que consumen mucha agua, como la carne en lugar de vegetales y las frutas en vez de cereales", señaló el PNUMA.
También existen vacíos de información perjudiciales, ya que muchos países en vías de desarrollo trabajan a ciegas en cuanto al tamaño de sus recursos hídricos y a los patrones precisos de abastecimiento y demanda.
Asimismo, destacan los fallos de mercado, que contribuyen de manera importante al daño, tanto de zonas de agua dulce como zonas costeras. El estudio subraya, además, el daño a las aguas internacionales como consecuencia de la pesca excesiva y métodos de pesca destructivos.
Por su parte, el cambio climático se aborda como un problema global, con preocupaciones específicas para las pesquerías y los organismos marinos. El informe estima que la variabilidad en el clima es el factor de control clave en el rendimiento de la pesca para casi la mitad de los grandes ecosistemas marinos del mundo.