Farmer must be helped to save water
Mon, 27/03/2006
El Gobierno planea adaptar las confederaciones hidrográficas a la estructura territorial de las autonomías J. MUÑOZ/VITORIA Soraya Rodríguez se sirve agua durante la entrevista. / IOSU ONANDIA
Publicidad
Es la persona que se ocupa del largo plazo en la Ejecutiva Federal del PSOE. Soraya Rodríguez (Valladolid, 42 años) maneja las estadísticas de la escasez de agua y de la crisis energética que se avecinan; los datos del cambio climático y de la despoblación de amplias comarcas españolas, un drama silencioso que el Gobierno central quiere frenar con la futura Ley de Desarrollo Rural. Elegida diputada por Valladolid en las elecciones de 2004, pasó antes por el Parlamento europeo, donde fue vicepresidenta de la comisión de Agricultura. «Soy castellana», dice la responsable socialista de Medio Am- biente, posible candidata de su partido a la Alcaldía de Valladolid.
-¿Qué opina la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, del proyecto de ley de Aguas que tramita el Parlamento vasco en la actualidad?
-Que Euskadi se va a adaptar a la Directiva Marco de la Unión Europa con tres años de adelanto. La ley vasca tiene varios aspectos positivos. Contempla el ciclo completo del agua (abastecimiento, devolución al medio natural y calidad) e introduce criterios de eficiencia en el servicio. Esos cri- terios se refuerzan con las tarifas y con un canon que está concebido para premiar el uso racional de los recursos hídricos.
-La futura ley también crea la Agencia Vasca del Agua, que acumulará mucho poder.
-Hace falta un órgano de gestión que diga de cuánta agua se dispone y que decida cómo aprovecharla.
-¿Y qué va a pasar con las confederaciones hidrográficas?
-Las competencias de la Administración central seguirán existiendo, pero el Gobierno socialista quiere introducir cambios en las confederaciones para adaptarlas a la estructura territorial del Estado y para que tengan presencia a las comunidades.
«Recuperar el diálogo»
-¿El Ejecutivo vasco y el central caminan de la mano en cuestiones de medio ambiente?
-Trabajamos para recuperar el diálogo. La esencia de cualquier política medioambiental es que sea asumida por todos; por eso la participación de la sociedad y de las autonomías es fundamental. Durante los ocho años de gobierno 'popular' no funcionó el Consejo Asesor de Medio Ambiente, en el que están representados las asociaciones y los usuarios. El foro de las comunidades es la conferencia sectorial.
-El 'canon ecológico' que aparece en la nueva norma vasca no gravará el consumo doméstico en la práctica, pero sí afectará a las industrias y a los regadíos que derrochen agua.
-No hay que echar la culpa al agricultor, sino dotarle de infraestructuras para que pueda ahorrar. El regadío es competitivo y rentable.
-Pero representa un volumen importante del consumo de agua no controlado. No se suele usar el contador para medir lo que se gasta.
-Las actividades agrícolas se llevan el 60% del agua en España, y eso exige actuar con decisión. El Consejo de Ministros ha aprobado un plan para mejorar los sistemas de regadío. Se invertirán 2.409 millones de euros para ahorrar 1.162 hectómetros cúbicos al año. Esa cantidad coincide con lo que el PP quería trasvasar desde el Ebro.
-La región mediterránea y el suroeste viven una fase de crecimiento que acentúa la 'sed' de las industrias y de los hoteles y urbanizaciones.
-Seguir como estamos es insostenible. España es un país 'seco', el más árido de Europa, pero los problemas del agua se originan porque no existe una política basada en la gestión. El periodo 2004-2005 ha sido el más 'seco' desde que se emplean sistemas de medición, pero no hizo falta cortar el agua a la población. En cambio, el periodo anterior fue más lluvioso y varias localidades de Murcia sufrieron cortes.
-En resumen, ¿se planifica y se administra mal?
-Figuramos como el segundo país del mundo con más embalses. Si todo consiste en construir presas, ¿por qué tenemos problemas?
«Un salto cualitativo»
-¿Tal vez porque España también es el país de la UE con más consumo de agua por habitante?
-Hay margen para recortarlo, y lo mismo ocurre con la energía. El plan de ahorro energético hasta 2010 apunta en esa dirección. Durante las dos legislaturas anteriores nos dijeron que la economía iba bien porque cada vez gastamos más energía. Somos el único país donde ese consumo ha aumentado más que el Producto Interior Bruto (PIB), mientras que Francia y Alemania han invertido la tendencia.
-Ya no hablamos de agua, sino de petróleo.
-La energía es un bien escaso, pero no podemos depender de los bienes fósiles (carbón, petróleo y gas).
-El encarecimiento del crudo ¿ha vuelto más atractiva alternativa nuclear?
-El Gobierno socialista no irá por ahí. La sustitución paulatina de la energía nuclear figura en nuestro programa electoral. Ni pondremos fin a la moratoria ni abriremos nuevas centrales, aunque actuaremos con responsabilidad.
-Sólo quedan las energías renovables: solar, eólica
-Hemos perdido mucho tiempo con ellas. Tenemos tecnología solar, pero la exportamos a Alemania, que produce tres veces más energía solar que España. ¿Es lógico? La energía eólica es la única que está en condiciones de cumplir los objetivos que hemos marcado para 2010. Pero eso no ocurre con la biomasa (incineración de residuos) ni con la energía fotovoltaica. Tenemos que dar un salto cualitativo en este terreno.
Publicidad
Es la persona que se ocupa del largo plazo en la Ejecutiva Federal del PSOE. Soraya Rodríguez (Valladolid, 42 años) maneja las estadísticas de la escasez de agua y de la crisis energética que se avecinan; los datos del cambio climático y de la despoblación de amplias comarcas españolas, un drama silencioso que el Gobierno central quiere frenar con la futura Ley de Desarrollo Rural. Elegida diputada por Valladolid en las elecciones de 2004, pasó antes por el Parlamento europeo, donde fue vicepresidenta de la comisión de Agricultura. «Soy castellana», dice la responsable socialista de Medio Am- biente, posible candidata de su partido a la Alcaldía de Valladolid.
-¿Qué opina la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, del proyecto de ley de Aguas que tramita el Parlamento vasco en la actualidad?
-Que Euskadi se va a adaptar a la Directiva Marco de la Unión Europa con tres años de adelanto. La ley vasca tiene varios aspectos positivos. Contempla el ciclo completo del agua (abastecimiento, devolución al medio natural y calidad) e introduce criterios de eficiencia en el servicio. Esos cri- terios se refuerzan con las tarifas y con un canon que está concebido para premiar el uso racional de los recursos hídricos.
-La futura ley también crea la Agencia Vasca del Agua, que acumulará mucho poder.
-Hace falta un órgano de gestión que diga de cuánta agua se dispone y que decida cómo aprovecharla.
-¿Y qué va a pasar con las confederaciones hidrográficas?
-Las competencias de la Administración central seguirán existiendo, pero el Gobierno socialista quiere introducir cambios en las confederaciones para adaptarlas a la estructura territorial del Estado y para que tengan presencia a las comunidades.
«Recuperar el diálogo»
-¿El Ejecutivo vasco y el central caminan de la mano en cuestiones de medio ambiente?
-Trabajamos para recuperar el diálogo. La esencia de cualquier política medioambiental es que sea asumida por todos; por eso la participación de la sociedad y de las autonomías es fundamental. Durante los ocho años de gobierno 'popular' no funcionó el Consejo Asesor de Medio Ambiente, en el que están representados las asociaciones y los usuarios. El foro de las comunidades es la conferencia sectorial.
-El 'canon ecológico' que aparece en la nueva norma vasca no gravará el consumo doméstico en la práctica, pero sí afectará a las industrias y a los regadíos que derrochen agua.
-No hay que echar la culpa al agricultor, sino dotarle de infraestructuras para que pueda ahorrar. El regadío es competitivo y rentable.
-Pero representa un volumen importante del consumo de agua no controlado. No se suele usar el contador para medir lo que se gasta.
-Las actividades agrícolas se llevan el 60% del agua en España, y eso exige actuar con decisión. El Consejo de Ministros ha aprobado un plan para mejorar los sistemas de regadío. Se invertirán 2.409 millones de euros para ahorrar 1.162 hectómetros cúbicos al año. Esa cantidad coincide con lo que el PP quería trasvasar desde el Ebro.
-La región mediterránea y el suroeste viven una fase de crecimiento que acentúa la 'sed' de las industrias y de los hoteles y urbanizaciones.
-Seguir como estamos es insostenible. España es un país 'seco', el más árido de Europa, pero los problemas del agua se originan porque no existe una política basada en la gestión. El periodo 2004-2005 ha sido el más 'seco' desde que se emplean sistemas de medición, pero no hizo falta cortar el agua a la población. En cambio, el periodo anterior fue más lluvioso y varias localidades de Murcia sufrieron cortes.
-En resumen, ¿se planifica y se administra mal?
-Figuramos como el segundo país del mundo con más embalses. Si todo consiste en construir presas, ¿por qué tenemos problemas?
«Un salto cualitativo»
-¿Tal vez porque España también es el país de la UE con más consumo de agua por habitante?
-Hay margen para recortarlo, y lo mismo ocurre con la energía. El plan de ahorro energético hasta 2010 apunta en esa dirección. Durante las dos legislaturas anteriores nos dijeron que la economía iba bien porque cada vez gastamos más energía. Somos el único país donde ese consumo ha aumentado más que el Producto Interior Bruto (PIB), mientras que Francia y Alemania han invertido la tendencia.
-Ya no hablamos de agua, sino de petróleo.
-La energía es un bien escaso, pero no podemos depender de los bienes fósiles (carbón, petróleo y gas).
-El encarecimiento del crudo ¿ha vuelto más atractiva alternativa nuclear?
-El Gobierno socialista no irá por ahí. La sustitución paulatina de la energía nuclear figura en nuestro programa electoral. Ni pondremos fin a la moratoria ni abriremos nuevas centrales, aunque actuaremos con responsabilidad.
-Sólo quedan las energías renovables: solar, eólica
-Hemos perdido mucho tiempo con ellas. Tenemos tecnología solar, pero la exportamos a Alemania, que produce tres veces más energía solar que España. ¿Es lógico? La energía eólica es la única que está en condiciones de cumplir los objetivos que hemos marcado para 2010. Pero eso no ocurre con la biomasa (incineración de residuos) ni con la energía fotovoltaica. Tenemos que dar un salto cualitativo en este terreno.