MURCIA .- Water doesn´t have a price in accordance with its importance, according to Greenpeace
Thu, 23/03/2006
El director de Campañas de Greenpeace, Mario Rodríguez, señaló hoy, Día Mundial del Agua, que este recurso natural no cuenta con el precio "justo" que debería tener "para valorar la importancia que realmente tiene", y que los problemas en torno a este bien fundamental en algunos lugares del mundo no se derivan de su escasez sino de "una mala gestión y mala ordenación del territorio, y a la contaminación".
Rodríguez recordó, en declaraciones a Europa Press Tv, que en la actualidad sigue habiendo 1.000 millones de personas en el mundo que no tienen acceso al agua, una situación a la que Greenpeace considera que tiene que ponerse solución si se considera "un derecho fundamental y no un bien mercantil, objeto de especulación".
De no ser así, Rodríguez auguró unas perspectivas "bastante negras" para el futuro de este recurso, como consecuencia de su "mal uso" si no se ponen en marcha políticas de ahorro y eficiencia.
En el caso español, el principal problema de gestión del agua se centra en la agricultura, que representa el 80 por ciento del consumo. Precisamente para el uso agrícola es para el que se apunta que se destina la mayor parte de las extracciones no regulada de las aguas subterráneas y de los pozos ilegales repartidos por toda la geografía española.
No obstante, y en contra de la creencia general de que en España falta agua para todos, el país dispone de "suficiente capacidad de almacenamiento, y la solución no es hacer más embalses ni trasvases".
De hecho, el consumo de agua por habitante coloca a España entre los cinco o seis primeros países del mundo.
Por el contrario, las causas de escasez en periodos de sequía son consecuencia "de la mala gestión y la sobrexplotación del recurso".
Dicha sobrexplotación se produce principalmente en las zonas costeras, donde la presión urbanística es "muy fuerte".
A este respecto, destacó que la moda que se ha implantado en algunas zonas del sur de España, como Murcia o Andalucía, de crear grandes campos de golf, va en contra de una buena ordenación del territorio en materia de agua teniendo en cuenta que en algunos casos escasea en estas zonas como bien básico de consumo domésticos.
Asimismo, señaló que dicha ordenación provoca "conflictos territoriales" que podrían evitarse. Por otro lado, criticó un sistema de conducción obsoleto en el que se pierden entre un 20 y un 40 por ciento del agua que circula.
La otra gran preocupación de Greenpeace en cuanto al agua en España es el de la contaminación. "Un once por ciento de las aguas superficiales y un 16 por ciento de las subterráneas están contaminadas, a lo que se suma que un 50 por ciento de los municipios no depuran bien sus aguas".
Ante este panorama, Rodríguez apuntó la necesidad de inculcar hábitos de ahorro y concienciación tales como "que no se puede jugar al golf en cualquier parte de España", pero no sólo entre los pequeños consumidores, sino principalmente en el ámbito agrícola, porque si no, en el futuro, "se podría poner en peligro el abastecimiento".
Rodríguez recordó, en declaraciones a Europa Press Tv, que en la actualidad sigue habiendo 1.000 millones de personas en el mundo que no tienen acceso al agua, una situación a la que Greenpeace considera que tiene que ponerse solución si se considera "un derecho fundamental y no un bien mercantil, objeto de especulación".
De no ser así, Rodríguez auguró unas perspectivas "bastante negras" para el futuro de este recurso, como consecuencia de su "mal uso" si no se ponen en marcha políticas de ahorro y eficiencia.
En el caso español, el principal problema de gestión del agua se centra en la agricultura, que representa el 80 por ciento del consumo. Precisamente para el uso agrícola es para el que se apunta que se destina la mayor parte de las extracciones no regulada de las aguas subterráneas y de los pozos ilegales repartidos por toda la geografía española.
No obstante, y en contra de la creencia general de que en España falta agua para todos, el país dispone de "suficiente capacidad de almacenamiento, y la solución no es hacer más embalses ni trasvases".
De hecho, el consumo de agua por habitante coloca a España entre los cinco o seis primeros países del mundo.
Por el contrario, las causas de escasez en periodos de sequía son consecuencia "de la mala gestión y la sobrexplotación del recurso".
Dicha sobrexplotación se produce principalmente en las zonas costeras, donde la presión urbanística es "muy fuerte".
A este respecto, destacó que la moda que se ha implantado en algunas zonas del sur de España, como Murcia o Andalucía, de crear grandes campos de golf, va en contra de una buena ordenación del territorio en materia de agua teniendo en cuenta que en algunos casos escasea en estas zonas como bien básico de consumo domésticos.
Asimismo, señaló que dicha ordenación provoca "conflictos territoriales" que podrían evitarse. Por otro lado, criticó un sistema de conducción obsoleto en el que se pierden entre un 20 y un 40 por ciento del agua que circula.
La otra gran preocupación de Greenpeace en cuanto al agua en España es el de la contaminación. "Un once por ciento de las aguas superficiales y un 16 por ciento de las subterráneas están contaminadas, a lo que se suma que un 50 por ciento de los municipios no depuran bien sus aguas".
Ante este panorama, Rodríguez apuntó la necesidad de inculcar hábitos de ahorro y concienciación tales como "que no se puede jugar al golf en cualquier parte de España", pero no sólo entre los pequeños consumidores, sino principalmente en el ámbito agrícola, porque si no, en el futuro, "se podría poner en peligro el abastecimiento".