Bad management is also a cause of the drought in the EU
Wed, 15/03/2006
La gestión deficiente, la escasez de recursos y los cambios medioambientales han convertido el agua en el recurso más preciado del mundo: uno de cada cinco habitantes del planeta no tiene acceso al agua potable y el 40% de la población no dispone de sistemas básicos de saneamiento, según la ONU.
ana martínez. Madrid
'Si se le pregunta a cualquier persona de Nueva York qué piensa sobre el problema del agua, la respuesta será: '¿Qué problema?'.
Pero si se le formula la misma pregunta a un ciudadano de Nueva Delhi, en el mejor de los casos su contestación será una charla de al menos 15 minutos sobre por qué el agua potable sólo corre una vez al día, cómo hay que almacenarla y qué hay que hacer para evitar caer enfermo', señala un experto de la Universidad Johns Hopkins, en EEUU.
Es el recurso natural más preciado del mundo, con permiso del petróleo. Pero, aunque no alcanza los precios desorbitados del oro negro, uno de cada cinco habitantes del planeta no tiene acceso al agua potable y el 40% de la población mundial no dispone de sistemas básicos de saneamiento, según el informe El agua, una responsabilidad compartida, elaborado por Naciones Unidas con motivo del IV Foro Mundial del Agua, que se celebra desde mañana al 22 de marzo en México D.F.
Los culpables de esta situación son, según el informe, los sistemas de gobierno y administración: 'Ellos son los que determinan quién obtiene una determinada clase de agua, cuándo y de qué manera, y deciden quién tiene derecho al acceso y a servicios adyacentes'.
Además, abarcan una amplia serie de cuestiones estrechamente relacionadas con el agua: desde la salud y la seguridad alimentaria hasta el desarrollo económico, pasando por la explotación del suelo y la conservación de los ecosistemas naturales de los que dependen nuestros recursos hídricos.
Aunque no se dispone de cifras exactas, se estima que la corrupción política cuesta al sector del agua muchos millones de dólares cada año y socava los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento.
En la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible celebrada en Johannesburgo en 2002, la ONU pidió a todas las naciones que para 2005 elaborasen planes destinados a la gestión integrada de los recursos hídricos y a su explotación eficiente. Hasta la fecha, sólo el 12% de los países del mundo han seguido sus recomendaciones.
El agua es vida. Por eso, enfermedades y sequías se cobran cada año millones de muertos. Unos 2.300 millones de personas padecen afecciones vinculadas con el agua y el 90% de la mortalidad de niños menores de cinco años está relacionada con ellas. Además, cerca de 2.000 millones de habitantes de países en desarrollo no tienen acceso a formas de energía fiables. Y ni siquiera la ayuda internacional contribuye a paliar la situación: de los 3.000 millones de dólares anuales que la Asistencia Oficial al Desarrollo (ODA) destina al sector del agua, sólo un 12% redunda en beneficio de los más necesitados, y apenas un 10% se utiliza en la financiación de políticas, planes y programas relativos al agua.
En el siglo XX, el consumo de agua se multiplicó por seis.
En 2030, la población mundial necesitará un 55% más de alimentos para poder subsistir, lo que se traducirá en un incremento de la demanda de agua para regadíos, que ya representa el 70% de toda el agua dulce destinada al consumo humano. El aumento de la población urbana también supondrá el crecimiento de la demanda del líquido elemento. Según el director general de la Unesco, Koichiro Matsuura, 'el buen gobierno no sólo es esencial para administrar nuestros suministros de agua potable que cada vez dan menos de sí, sino que además es imprescindible para hacer frente a la pobreza'.
Las claves
Más de 2.300 millones de personas padecen afecciones vinculadas con el agua y el 90% de la mortalidad de niños menores de cinco años está relacionada con ellas.
El 90% de los desastres naturales son fenómenos que guardan relación con el agua, y su número y frecuencia van en aumento.
En 2030, la población mundial necesitará un 55% más de alimentos para poder subsistir. Esto se traducirá en un incremento de la demanda de agua para regadíos, que ya representa el 70% del total.
De los 3.000 millones de dólares anuales de ayuda para el agua, sólo un 12% beneficia a los más necesitados
La mala gestión también tiene la culpa de la sequía en la Unión Europea
Los daños ocasionados por las sequías en Europa pueden equipararse a los que causan las inundaciones, explican los expertos: en 2003, la sequía ocasionó pérdidas de más de 13,5 billones de dólares en toda la UE, frente a los 13 billones que generaron las inundaciones en el verano de 2002. Lena Tallaksen, del Centro Europeo para la Sequía, recrimina a las autoridades no haber considerado la escasez de agua como un problema medioambiental de primer orden en Europa. 'A pesar de la escalada de sequías que ha sufrido toda la UE, no existe ningún sistema coordinado de pronóstico meteorológico, ni una estrategia común de supervisión y mitigación de la sequía, ni siquiera el compromiso de dedicar más recursos a la investigación del tema'. España, a pesar de sus continuos problemas de sequía y las críticas recibidas sobre la ineficiente gestión del agua, 'incumple todas las normativas europeas en materia de calidad de agua', señaló la ministra de medio Ambiente, Cristina Narbona. Según los expertos, la falta de aguas subterráneas y el escaso precio del agua contribuyen a la ineficiencia de las políticas hidrológicas.
La última Directiva Marco del Agua de la UE obliga a los Estados Miembros a utilizar el precio de los servicios relacionados con el líquido elemento como una herramienta para promover su conservación. Manuel Pulido, de la Universidad Politécnica de Valencia, explica que 'lograr los objetivos establecidos por esta directiva requiere un incremento de precios del agua que repercutirá en los usuarios, sobre todo en los que más contaminen. Pero favorecerá el uso sostenible de este recurso'.
ana martínez. Madrid
'Si se le pregunta a cualquier persona de Nueva York qué piensa sobre el problema del agua, la respuesta será: '¿Qué problema?'.
Pero si se le formula la misma pregunta a un ciudadano de Nueva Delhi, en el mejor de los casos su contestación será una charla de al menos 15 minutos sobre por qué el agua potable sólo corre una vez al día, cómo hay que almacenarla y qué hay que hacer para evitar caer enfermo', señala un experto de la Universidad Johns Hopkins, en EEUU.
Es el recurso natural más preciado del mundo, con permiso del petróleo. Pero, aunque no alcanza los precios desorbitados del oro negro, uno de cada cinco habitantes del planeta no tiene acceso al agua potable y el 40% de la población mundial no dispone de sistemas básicos de saneamiento, según el informe El agua, una responsabilidad compartida, elaborado por Naciones Unidas con motivo del IV Foro Mundial del Agua, que se celebra desde mañana al 22 de marzo en México D.F.
Los culpables de esta situación son, según el informe, los sistemas de gobierno y administración: 'Ellos son los que determinan quién obtiene una determinada clase de agua, cuándo y de qué manera, y deciden quién tiene derecho al acceso y a servicios adyacentes'.
Además, abarcan una amplia serie de cuestiones estrechamente relacionadas con el agua: desde la salud y la seguridad alimentaria hasta el desarrollo económico, pasando por la explotación del suelo y la conservación de los ecosistemas naturales de los que dependen nuestros recursos hídricos.
Aunque no se dispone de cifras exactas, se estima que la corrupción política cuesta al sector del agua muchos millones de dólares cada año y socava los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento.
En la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible celebrada en Johannesburgo en 2002, la ONU pidió a todas las naciones que para 2005 elaborasen planes destinados a la gestión integrada de los recursos hídricos y a su explotación eficiente. Hasta la fecha, sólo el 12% de los países del mundo han seguido sus recomendaciones.
El agua es vida. Por eso, enfermedades y sequías se cobran cada año millones de muertos. Unos 2.300 millones de personas padecen afecciones vinculadas con el agua y el 90% de la mortalidad de niños menores de cinco años está relacionada con ellas. Además, cerca de 2.000 millones de habitantes de países en desarrollo no tienen acceso a formas de energía fiables. Y ni siquiera la ayuda internacional contribuye a paliar la situación: de los 3.000 millones de dólares anuales que la Asistencia Oficial al Desarrollo (ODA) destina al sector del agua, sólo un 12% redunda en beneficio de los más necesitados, y apenas un 10% se utiliza en la financiación de políticas, planes y programas relativos al agua.
En el siglo XX, el consumo de agua se multiplicó por seis.
En 2030, la población mundial necesitará un 55% más de alimentos para poder subsistir, lo que se traducirá en un incremento de la demanda de agua para regadíos, que ya representa el 70% de toda el agua dulce destinada al consumo humano. El aumento de la población urbana también supondrá el crecimiento de la demanda del líquido elemento. Según el director general de la Unesco, Koichiro Matsuura, 'el buen gobierno no sólo es esencial para administrar nuestros suministros de agua potable que cada vez dan menos de sí, sino que además es imprescindible para hacer frente a la pobreza'.
Las claves
Más de 2.300 millones de personas padecen afecciones vinculadas con el agua y el 90% de la mortalidad de niños menores de cinco años está relacionada con ellas.
El 90% de los desastres naturales son fenómenos que guardan relación con el agua, y su número y frecuencia van en aumento.
En 2030, la población mundial necesitará un 55% más de alimentos para poder subsistir. Esto se traducirá en un incremento de la demanda de agua para regadíos, que ya representa el 70% del total.
De los 3.000 millones de dólares anuales de ayuda para el agua, sólo un 12% beneficia a los más necesitados
La mala gestión también tiene la culpa de la sequía en la Unión Europea
Los daños ocasionados por las sequías en Europa pueden equipararse a los que causan las inundaciones, explican los expertos: en 2003, la sequía ocasionó pérdidas de más de 13,5 billones de dólares en toda la UE, frente a los 13 billones que generaron las inundaciones en el verano de 2002. Lena Tallaksen, del Centro Europeo para la Sequía, recrimina a las autoridades no haber considerado la escasez de agua como un problema medioambiental de primer orden en Europa. 'A pesar de la escalada de sequías que ha sufrido toda la UE, no existe ningún sistema coordinado de pronóstico meteorológico, ni una estrategia común de supervisión y mitigación de la sequía, ni siquiera el compromiso de dedicar más recursos a la investigación del tema'. España, a pesar de sus continuos problemas de sequía y las críticas recibidas sobre la ineficiente gestión del agua, 'incumple todas las normativas europeas en materia de calidad de agua', señaló la ministra de medio Ambiente, Cristina Narbona. Según los expertos, la falta de aguas subterráneas y el escaso precio del agua contribuyen a la ineficiencia de las políticas hidrológicas.
La última Directiva Marco del Agua de la UE obliga a los Estados Miembros a utilizar el precio de los servicios relacionados con el líquido elemento como una herramienta para promover su conservación. Manuel Pulido, de la Universidad Politécnica de Valencia, explica que 'lograr los objetivos establecidos por esta directiva requiere un incremento de precios del agua que repercutirá en los usuarios, sobre todo en los que más contaminen. Pero favorecerá el uso sostenible de este recurso'.