Controls will be harder in order to confront the worst drought of the last 75 years

Thu, 09/03/2006

La Verdad

La Junta de Gobierno de la Confederación aprueba más medidas excepcionales para una cuenca bajo mínimos Los gobiernos regionales tendrán que informar sobre qué cultivos quieren salvar, ya que no hay agua para todos
M. BUITRAGO/MURCIA
LLEGA EL CALOR. Un termómetro electrónico en el centro de Murcia, a mediodía de ayer. / JUAN LEAL
LAS MEDIDAS

LAS MEDIDAS
Sondeos: La Oficina Técnica mantendrá el seguimiento de los acuíferos. Deberá elaborar y trasladar a la Junta de Gobierno de la CHS las propuestas que tengan por finalidad garantizar la viabilidad del régimen de explotación de los sondeos, especialmente en relación a posibles afecciones sobre las edificaciones.

Extracciones: Medidas de control sobre el uso del agua en las extracciones y, en el caso de que no se realice el uso correcto del caudal asignado, se iniciarán los oportunos expedientes sancionadores. Las medidas de asignación y control de caudales serán de aplicación para las acequias con toma en el río Segura y sus afluentes.

Sanciones: Se mantiene en vigor la sanción de 0,30 céntimos de euro por metro cúbico para los daños al Dominio Público Hidráulico por detracción o derivación de agua hecha de forma ilegal.

Prioridad de cultivos: Para salvar los cultivos que supongan un mayor interés general, la CHS pedirá a cada comunidad autónoma, en el ámbito de sus competencias en materia agraria, que remita a la Comisaría de Aguas el régimen de prioridades de los cultivos que considere más conveniente.

Depuración: La Comisaría de Aguas suspenderá la tramitación de nuevas concesiones de aprovechamientos de aguas procedentes de estaciones depuradoras de aguas residuales vinculadas a ríos; para que estos contribuyan a mantener los caudales ecológicos. Tendrán prioridad sobre los regadíos.

Cesión de derechos: Para incrementar el volumen de recursos disponibles con destino al riego de las Vegas del Segura y Mundo, la CHS ha decidido que los propietarios de los sondeos que puedan encontrarse en situación de aportar cualquier tipo de volumen al regadío tradicional, cedan temporalmente las instalaciones bajo el protocolo y condiciones que establezca la Comisaría de Aguas. Igualmente, las comunidades de regantes del Trasvase Tajo-Segura podrán poner a disposición de la CHS las instalaciones de extracción de aguas subterráneas autorizadas en anteriores periodos de sequía.

Publicidad

La cuenca del Segura no levanta cabeza. La Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica volvió a encender ayer todas las alarmas y aprobó nuevas medidas para endurecer los controles, inspecciones y sanciones con el objetivo de hacer frente a la peor sequía de los últimos 75 años. El régimen de aportaciones en la cuenca del Segura dibuja la radiografía de una cuenca moribunda durante este año hidrológico: las entradas de agua previstas hasta el próximo mes de octubre no superarán los 150 hectómetros cúbicos.

El régimen de lluvias en otoño e invierno no ha servido para que se recupere, ni siquiera levemente, la cuenca en este segundo año de fuerte sequía. Sólo queda el cartucho de la primavera.

El presidente de la Confederación Hidrográfica (CHS), José Salvador Fuentes Zorita, subrayó ayer que la cuenca del Segura se encuentra en una situación «muy delicada» y oficialmente en nivel de alerta, de acuerdo con el Protocolo de Sequía. El agua almacenada no llega al 15%, incluyendo el embalse muerto; y las aportaciones están en la mitad de la media de los últimos 25 años. Si se recurre a la secuencia histórica de los últimos 75 años, la cuenca está a día de hoy en el segundo peor registro, compartiendo el récord a la baja con la anterior gran sequía del bienio 1994-95.

Este acopio estadístico de malos augurios tiene una traducción en la merma considerable de caudales para los regadíos tradicionales. Las tres vegas pudieron regar el anterior año hidrológico, pero en la actualidad no hay agua ni para un solo riego, ya que los pocos recursos propios del Segura se destinarán primero a garantizar el caudal ecológico y ambiental del río; entre otros motivos para garantizar la vida de las especies, prevenir «un desastre ecológico» y evitar la aparición de enfermedades. El caudal ecológico mínimo está establecido en tres metros cúbicos por segundo.

Para responder a esta situación excepcional, la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica ha acordado una serie de medidas que tienen como finalidad añadida procurar algunos caudales de agua para atender los regadíos tradicionales. Los otros regadíos que dependen del Trasvase Tajo-Segura, y que están adscritos al Sindicato Central, han recurrido a la compra de caudales a través del intercambio de derechos.

Las decisiones acordadas ayer, y que estarán vigentes hasta el próximo 30 de noviembre, apuntan a la necesidad de extremar los controles para que se saquen de los pozos los caudales autorizados y no se cometan abusos, que desembocarían en expedientes sancionadores. Asimismo, la Confederación espera que los propietarios de sondeos que no vayan a utilizar sus caudales puedan cederlos temporalmente a este organismo.

La CHS también se ha dirigido a los gobiernos autónomos de Murcia, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía para que establezcan sus prioridades sobre los cultivos que deseen salvar, ya que no habrá agua para todos. Por último, las nuevas concesiones de aguas depuradas se destinarán prioritariamente al río para asegurar el caudal ecológico. También con este objetivo se abrirán nuevos sondeos en Rojales, Ori huela y Murcia.