Castilla-La Mancha doesn´t want to sell water to Murcia´s farmers
Tue, 21/02/2006
MURCIA/TOLEDO. El vicepresidente primero de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, manifestó ayer su oposición a la decisión de los regantes de Estremera de vender agua a los agricultores de Murcia, debido a la «escasez de agua» de los pantanos de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, y porque también, dijo, «hay que garantizar el consumo humano». Calificó de «preocupante» la situación de los embalses de cabecera, con menos de trescientos hectómetros cúbicos acumulados. No obstante, Lamata afirmó que aún falta «el trámite» ministerial en el que el Departamento de Cristina Narbona deberá analizar la propuesta y hacer las consultas a las Comunidades autónomas afectadas.
Lamata subrayó que el Gobierno regional analizará el asunto cuando evalúe el informe preceptivo. Además, indicó que la Consejería de Obras Públicas se ha dirigido al presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo, José María Macías, y éste ha confirmado que la asamblea ha decidido la venta de agua a Murcia. Según Lamata, los regantes castellano-manchegos, con representación en la asamblea, manifestaron su disconformidad con la propuesta aprobada, aunque matizó que son una décima parte del consejo. Lamata se refirió también a la legislación en materia de agua, que establece la prioridad para el abastecimiento al consumo humano y después al destino agrícola e industrial.
Por su parte, la consejera de Obras Públicas, María Encina Álvarez, señaló ayer que el Gobierno regional hará todo lo que le permita la ley para defender los intereses de la región tras conocerse la intención de los regantes del Tajo de vender agua a Murcia, al considerarlo que «no es un buen precedente». Álvarez reconoció que aunque la situación de la cuenca del Segura puede ser complicada, hay que atender a la Ley de Aguas y, si no se requiere ésta para regar, se tengan en cuenta las necesidades de abastecimiento de la población y, en este caso, habría que observar qué zona la necesita más.
Lamata subrayó que el Gobierno regional analizará el asunto cuando evalúe el informe preceptivo. Además, indicó que la Consejería de Obras Públicas se ha dirigido al presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo, José María Macías, y éste ha confirmado que la asamblea ha decidido la venta de agua a Murcia. Según Lamata, los regantes castellano-manchegos, con representación en la asamblea, manifestaron su disconformidad con la propuesta aprobada, aunque matizó que son una décima parte del consejo. Lamata se refirió también a la legislación en materia de agua, que establece la prioridad para el abastecimiento al consumo humano y después al destino agrícola e industrial.
Por su parte, la consejera de Obras Públicas, María Encina Álvarez, señaló ayer que el Gobierno regional hará todo lo que le permita la ley para defender los intereses de la región tras conocerse la intención de los regantes del Tajo de vender agua a Murcia, al considerarlo que «no es un buen precedente». Álvarez reconoció que aunque la situación de la cuenca del Segura puede ser complicada, hay que atender a la Ley de Aguas y, si no se requiere ésta para regar, se tengan en cuenta las necesidades de abastecimiento de la población y, en este caso, habría que observar qué zona la necesita más.