León has the lowest water reserve of the last decade

Mon, 20/02/2006

Diario de León

Los embalses están al 36% de su capacidad, más de ocho puntos por debajo del 2005 El primer trimestre del año hidrológico que se inició en octubre pasado ha terminado con datos preocupantes para León: la reserva del agua embalsada se sitúa muy por debajo de la media de los diez últimos años -todos los pantanos de la provincia tienen menos agua que el año pasado pese a la lluvia del fin de semana- y ha habido una ausencia total de precipitaciones durante varias semanas del otoño. El Ministerio de Medio Ambiente, a través del Observatorio de la Sequía, afirma que todo apunta a que se ha iniciado un ciclo seco plurianual. Aunque la dureza de la sequía no se podrá calibrar hasta que pase la primavera, todo hace indicar que la situación de gravedad será similar a la vivida en la década los años 80 y 90. La provincia está recibiendo precipitaciones alarmantemente escasas, con el agravante de que el año hidrológico proviene de otro muy seco. En algunas zonas del Bierzo está lloviendo la mitad que en años anteriores, mientras que en el resto de León la lluvia está siento un 25% menos abundante, según el mapa de referencia del observatorio. Sólo como ejemplo, los datos del último informe, correspondiente a la semana entre el 17 y el 24 de enero, en el Bierzo había llovido ocho veces menos de la media histórica desde 1930 y en León, trece veces menos. Los embalses de la provincia se encontraban la semana pasada en un 36,4%, más de ocho puntos por debajo del nivel registrado el pasado año por estas fechas, cuando estaban llenos en un 44,98%. El seguimiento semanal que hace el Ministerio de Medio Ambiente sobre las reservas hídricas en España desvela que la evolución del nivel medio de las aguas subterráneas en el sur de León también es menor que en el mismo periodo del año anterior. Sólo se salvan de esta situación los territorios de la montaña. «Pese a que inicialmente existió cierta regularidad en las lluvias desde el 1 de octubre, sería necesario que el aumento de las precipitaciones fuese excepcional, cosa que por el momento no está ocurriendo, para regularizar la situación de recuperación del nivel del agua de los embalses», concluye el informe. Pese a todo, los efectos de la sequía inducida se dejarán sentir, sobre todo, desde el tercio norte peninsular hacia el sur, afectando principalmente a las cuencas del Júcar, Segura, Tajo, Guadiana, Guadalquivir y el mediterráneo andaluz. Vegetación El cambio climático hace vulnerables más de 1.200 kilómetros cuadrados de flora autóctona de la provincia. Incendios forestales Las temperaturas y la falta de agua en el suelo aumentarán la inflamabilidad. La temporada de incendios aumentará, al igual que las situaciones extremas. Turismo La alteración de los ecosistemas provocará problemas de viabilidad económica en muchos destinos, como las estaciones de esquí. Campo El rendimiento de los cultivos será desigual y las ganaderías tenderán a ser menos rentables. No obstante, los inviernos más suaves aumentarán las producciones. Biodiversidad animal Los vertebrados irán emigrando hacia el norte de la provincia y se prevé la aparición de parásitos más virulentos. Caudales Aquellos lugares que dependen de las aguas subterráneas -son muchas comarcas en León- se verán afectados ante la falta de recarga.