Water reserve is at 50% of its total capacity

Tue, 31/01/2006

El País

Barcelona
Las lluvias caídas estos días han resultado un regalo para la tierra y, en la cuenca del Ter, han producido un notable incremento de las reservas de agua, pero no ha ocurrido lo mismo en la cuenca del Llobregat. Mientras que los embalses del sistema Ter (Boadella, Sau y Susqueda) han ganado casi 30 hectómetros cúbicos, los del Llobregat (La Baells, Llosa del Cavall y Sant Ponç) apenas han incrementado las reservas en cinco hectómetros cúbicos. En ambos casos, pese al aumento de estos días, las reservas globales siguen por debajo de las existentes hace un año. Los dos sistemas abastecen al área metropolitana de Barcelona.
El 30 de enero de 2005, los embalses de las cuencas internas de Cataluña acumulaban 393,7 hectómetros cúbicos, equivalentes al 56,69% de la capacidad de los pantanos. Ayer, había 382,4 hectómetros cúbicos, es decir, el 55,08%. Pese a todo, los responsables de la Agencia Catalana de Agua se mostraban optimistas. Su director, Jaume Solà, calificaba las lluvias de 'formidables para la tierra', pese a que reconocía que los aguaceros caídos, en especial en Girona, sobre nieve blanda habían originado incrementos notables de los caudales en el Ter, Tordera y Muga, que habían hecho temer por algún desbordamiento. Al final no fue así.
Las lluvias caídas desde noviembre invitan al optimismo, afirmó Solà, ya que han caído en épocas tradicionalmente secas. Si la primavera es medianamente normal, para este verano no se prevén episodios de sequía. Con todo, Solà insistió en que no se debe bajar la guardia porque aún no hay nada solucionado.
Durante la mañana de ayer el pantano de Boadella, que hace unos meses estaba bajo mínimos, debió empezar a desaguar al rozar el 90% de su capacidad. En total se desembalsaron cuatro millones de metros cúbicos.
En la cuenca del Llobregat, los tres embalses mantenían ayer reservas inferiores a las de hace un año, con un total acumulado de 95 hectómetros cúbicos frente a los 115 de enero de 2005. Pero si se toma como referencia el peor día de año pasado (el 12 de octubre) se observa que las reservas de este sistema se han duplicado, ya que entonces cayeron hasta los 45,98 hectómetros cúbicos. En su conjunto, el sistema Llobregat se halla al 44,6%. En octubre estaba al 21,5% y hace un año al 54,2%.
En los pantanos orientales, los vinculados al Muga y el Ter, las cosas sí han mejorado de forma muy notable. Boadella rozaba el lleno. Sau, que se acercó a los mínimos al ser parcialmente desembalsado en el de Susqueda, y que en octubre almacenaba sólo un 15% de su capacidad, estaba ayer al 41%. Hace un año, no obstante, se hallaba al 58,9%. Una situación inversa es la que se registraba en Susqueda. Hace un año este embalse estaba al 56% y cayó hasta el 42% en el peor momento de la sequía, el pasado octubre. Ayer, no obstante, alcanzó una cifra del 64,7%. En total, no obstante, el sistema Ter-Muga tenía ayer 219 hectómetros cúbicos frente a los 229 de hace un año.
Por otra parte, el temporal dejó ayer sin escuela a más de 5.200 estudiantes, sobre todo en las provincias de Tarragona y Lleida.
La nieve, la niebla y el hielo se convirtieron en una pesadilla para los automovilistas en muchas carreteras, especialmente en el tramo de autovía A-2 que discurre por el puerto de La Panadella. En este punto de la vía el tráfico resultó muy conflictivo por la mañana, en unos casos por las placas de hielo que había en el asfalto y en otros por los cinco accidentes que se registraron en apenas dos kilómetros, en uno de los cuales se vieron implicados hasta siete vehículos con el resultado de un herido grave. Por este motivo, la circulación fue desviada en Cervera por el Eix Transversal. En Lleida sólo continuaban ayer dos vías cerradas al tráfico, la C-1212, en Ponts (Noguera), y la C-28, en Naut Aran, a su paso por el puerto de la Bonaigua. En otras 50 carreteras locales era obligatorio el uso de cadenas.