Basins prepare emergency plans against the drought
Mon, 16/01/2006
Madrid
El Ministerio de Medio Ambiente elabora con los responsables de las grandes cuencas hidrográficas planes de emergencia para abordar la peor sequía que se registra en los últimos 125 años, en palabras de Jaime Palop, director general del Agua. El inicio del segundo trimestre hidrológico presenta una situación peor que la sequía de los años noventa, que acarreó cortes de agua en regadíos y restricciones a más de 11 millones de personas en la mitad sur peninsular.
Las reservas se encuentran hoy al 39%, 25 puntos por debajo de las de hace dos años.
Los planes de emergencia, en los que trabajan desde hace meses técnicos de las principales confederaciones hidrográficas, 'tienen que estar listos en unas semanas', dice Jaime Palop, que asegura que España se encuentra ante la peor sequía de los últimos 125 años. No hay otra salida ante la falta reiterada de lluvias. En los últimos 12 meses han caído 459,1 litros por metro cuadrado, muy lejos de la media nacional (669). Los embalses para abastecimientos almacenan 14.191 hectómetros cúbicos, apenas un 39,5% de su capacidad y 25 puntos porcentuales menos que hace dos años.
Los planes que prepara el Ministerio de Medio Ambiente para abordar esta situación contemplan prohibir el riego de jardines y el baldeo de calles, disminuir la dotación y la presión en las redes de distribución, la compraventa de derechos de agua, obras de emergencia para poblaciones de más de 20.000 habitantes, pozos de sequía, reducción de regadíos, ampliación del número de vigilantes de ríos y suspensión de los caudales ambientales.
A falta de unos planes de sequía que tenían que haberse aprobado en 2003, las confederaciones hidrográficas disponen de protocolos con indicadores sobre la situación hídrica y medidas para proteger las fuentes y ríos de vertidos, así como el cambio en la prioridad de usos cuando el agua disponible no es suficiente para atender las demandas.
Según el último informe del Observatorio Nacional de la Sequía, Madrid, Ciudad Real, Albacete, Puertollano, Sevilla, Granada, Jaén, Úbeda, Málaga, la Costa del Sol, Valencia y Sagunto se encuentran en situación de 'alarma', 'crítica' o 'muy delicada', por lo que se convierten en las principales candidatas a protagonizar los planes de emergencia.
Restricciones
Hasta ahora sólo la Confederación del Júcar disponía de un plan de emergencia experimental. No así el Canal de Isabel II de Madrid, que se dotó de esta herramienta a raíz de la gran sequía de 1995, y gracias a su gran calidad se utiliza como manual de referencia. Si ya el año pasado fue el más seco de los últimos 40 años, la situación se ha agravado y anticipa un ciclo seco plurianual de más intensidad que el de los años noventa.
Una de las primeras consecuencias de la escasez de agua es la disminución del caudal de los ríos y de su capacidad de diluir los vertidos contaminantes. En las cuencas más afectadas se ha incrementado el número de efectivos para la vigilancia de los ríos. Se han detectado muertes de peces en el Segura, Guadalquivir (embalse de Bornos) y la aparición de especies vegetales invasoras en el Tajo, Júcar y Guadiana.
La Confederación del Guadiana invierte más de seis millones de euros en la extracción de miles de toneladas de camalote, una especie invasiva de jacinto tropical que cubre el tramo medio del río por Badajoz con efectos perniciosos sobre el ecosistema del río. El camalote forma una capa compacta sobre la superficie, reduce su velocidad de circulación e impide la aireación. Con las bajas temperaturas se pudre, la oxigenación del agua se reduce y provoca la mortandad de los peces.
Desde octubre pasado el ministerio ha invertido 20 millones en obras de emergencia y ha aprobado tres decretos de sequía, uno de ellos para la compraventa de derechos de agua entre usuarios. Con todo, si las lluvias de primavera no permiten incrementar las reservas, habrá restricciones.
El Ministerio de Medio Ambiente elabora con los responsables de las grandes cuencas hidrográficas planes de emergencia para abordar la peor sequía que se registra en los últimos 125 años, en palabras de Jaime Palop, director general del Agua. El inicio del segundo trimestre hidrológico presenta una situación peor que la sequía de los años noventa, que acarreó cortes de agua en regadíos y restricciones a más de 11 millones de personas en la mitad sur peninsular.
Las reservas se encuentran hoy al 39%, 25 puntos por debajo de las de hace dos años.
Los planes de emergencia, en los que trabajan desde hace meses técnicos de las principales confederaciones hidrográficas, 'tienen que estar listos en unas semanas', dice Jaime Palop, que asegura que España se encuentra ante la peor sequía de los últimos 125 años. No hay otra salida ante la falta reiterada de lluvias. En los últimos 12 meses han caído 459,1 litros por metro cuadrado, muy lejos de la media nacional (669). Los embalses para abastecimientos almacenan 14.191 hectómetros cúbicos, apenas un 39,5% de su capacidad y 25 puntos porcentuales menos que hace dos años.
Los planes que prepara el Ministerio de Medio Ambiente para abordar esta situación contemplan prohibir el riego de jardines y el baldeo de calles, disminuir la dotación y la presión en las redes de distribución, la compraventa de derechos de agua, obras de emergencia para poblaciones de más de 20.000 habitantes, pozos de sequía, reducción de regadíos, ampliación del número de vigilantes de ríos y suspensión de los caudales ambientales.
A falta de unos planes de sequía que tenían que haberse aprobado en 2003, las confederaciones hidrográficas disponen de protocolos con indicadores sobre la situación hídrica y medidas para proteger las fuentes y ríos de vertidos, así como el cambio en la prioridad de usos cuando el agua disponible no es suficiente para atender las demandas.
Según el último informe del Observatorio Nacional de la Sequía, Madrid, Ciudad Real, Albacete, Puertollano, Sevilla, Granada, Jaén, Úbeda, Málaga, la Costa del Sol, Valencia y Sagunto se encuentran en situación de 'alarma', 'crítica' o 'muy delicada', por lo que se convierten en las principales candidatas a protagonizar los planes de emergencia.
Restricciones
Hasta ahora sólo la Confederación del Júcar disponía de un plan de emergencia experimental. No así el Canal de Isabel II de Madrid, que se dotó de esta herramienta a raíz de la gran sequía de 1995, y gracias a su gran calidad se utiliza como manual de referencia. Si ya el año pasado fue el más seco de los últimos 40 años, la situación se ha agravado y anticipa un ciclo seco plurianual de más intensidad que el de los años noventa.
Una de las primeras consecuencias de la escasez de agua es la disminución del caudal de los ríos y de su capacidad de diluir los vertidos contaminantes. En las cuencas más afectadas se ha incrementado el número de efectivos para la vigilancia de los ríos. Se han detectado muertes de peces en el Segura, Guadalquivir (embalse de Bornos) y la aparición de especies vegetales invasoras en el Tajo, Júcar y Guadiana.
La Confederación del Guadiana invierte más de seis millones de euros en la extracción de miles de toneladas de camalote, una especie invasiva de jacinto tropical que cubre el tramo medio del río por Badajoz con efectos perniciosos sobre el ecosistema del río. El camalote forma una capa compacta sobre la superficie, reduce su velocidad de circulación e impide la aireación. Con las bajas temperaturas se pudre, la oxigenación del agua se reduce y provoca la mortandad de los peces.
Desde octubre pasado el ministerio ha invertido 20 millones en obras de emergencia y ha aprobado tres decretos de sequía, uno de ellos para la compraventa de derechos de agua entre usuarios. Con todo, si las lluvias de primavera no permiten incrementar las reservas, habrá restricciones.