The lack of drinkable water, a world health problem
Mon, 16/01/2006
El 80 por ciento de las enfermedades de los países en vías de desarrollo están relacionadas con el agua. Su carencia es un gran problema de salud; por eso, el Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, ha inaugurado una exposición sobre el líquido elemento. Toda el agua del mundo es una abuela/ que nos cuenta naufragios y regatas/ que nos moja la sed y da permiso/ para seguir viviendo otro semestre. Este poema de Mario Benedetti expresa en pocas palabras la necesidad que tiene el hombre de agua. Cuatro millones de personas, en su mayoría niños, mueren al año por problemas relacionados con el abastecimiento de agua. En el mundo 2.400 millones de personas carecen de saneamientos y 1.100 millones no tienen acceso al agua. Su carencia y contaminación es la causa de multitud de enfermedades, como diarrea, paludismo, hepatitis A y esquistosomiasis. Pese a que, desde el espacio, la Tierra se ve azul, no todo el agua existente está disponible para el uso humano: el 97,5 por ciento es salada. Y del 2,5 por ciento de agua dulce, el 68,9 por ciento se encuentra en los glaciares en forma de nieve, el 29,9 por ciento es agua subterránea, el 0,9 son humedales, pantanos y permafrost, y sólo el 0,3 por ciento lo forman los lagos y los ríos. Para concienciar del problema del agua se ha inaugurado en el Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, una exposición sobre el agua y los inconvenientes derivados de su escasez, denominada Revolución Azul. La muestra, organizada por la ONG Acción Contra el Hambre con la colaboración de la Fundación Canal de Isabel II, expone carteles publicitarios, paneles didácticos, vídeos y fotografías destinados a que los visitantes comprendan los daños que causa la falta de agua. También presenta las soluciones que la ONG está llevando a cabo en todo el mundo para mejorar el acceso a los recursos hídricos. 'Un metro cúbico de aguas residuales puede contaminar hasta diez metros cúbicos de agua limpia', ha dicho Víctor Arroyo, del Departamento de Agua y Saneamiento de Acción Contra el Hambre, para quien 'uno de los problemas principales que existen no es la escasez, sino la mala gestión del agua existente'. Su carencia incrementa las enfermedades transmitidas por patógenos; por eso es necesario instaurar sistemas de obtención de agua seguros y políticas de salud pública. Cada persona necesita 15 litros de agua al día, y cada 25 deben disponer al menos de una letrina. Este es uno de los objetivos que Acción Contra el Hambre intenta conseguir en las comunidades donde pone en marcha proyectos. 'Según el tipo de carencias que existan y las peculiaridades de la zona se deben implantar unas soluciones u otras: sondeos, pozos perforados, excavaciones a mano, redes de distribución de agua por gravedad... Todo se debe conseguir con el uso de tecnologías y materiales accesibles en la zona', comenta Arroyo. 'En Mali se han llegado a excavar pozos a cien metros de profundidad. Pero no sólo es necesario hacer el hoyo; también hay que proteger la superficie para evitar las infiltraciones y los charcos que podrían ser una fuente de infecciones y un hábitat propicio para la multiplicación de vectores'. RegadíosSegún el Programa Mundial de Alimentos, entre el 60 y el 80 por ciento del agua disponible se usa en regadíos. El desarrollo de nuevos sistemas de optimización del terreno agrícola ahorraría hasta el 60 por ciento de este agua. 'Se está librando una batalla por la calidad del agua', ha dicho José Francisco Soto, gerente del Hospital Clínico San Carlos. 'En los países desarrollados no percibimos este problema, pero eso no quiere decir que no exista'. Tanques depuradores en los campamentos de refugiadosAntes de instalar un campo de refugiados hay que cerciorarse de la disponibilidad de fuentes de agua potable. A veces es necesario un proceso de depuración. Para este cometido existen tanques de agua prefabricados, como el Oxfam, que abastecen a más de 4.000 personas diariamente. Estos sistemas recogen el agua y, mediante un proceso de sedimentación, decantación, floculación y cloración, ofrecen agua segura. Los tanques Oxfam, construidos con planchas de hierro y goma, pueden purificar 70.000 litros de agua y se usan en emergencias humanitarias. Este tipo de infraestructura es ligero y de montaje sencillo. Durante la guerra de Ruanda suministraron agua a más de un millón y medio de refugiados. 'El proceso de cloración no sólo debe eliminar los patógenos, sino dejar suficiente cloro para evitar infecciones posteriores', ha comentado Víctor Arroyo, de Acción contra el Hambre.