El diputado de la federación nacionalista, Ramon Espadaler, acusa al conseller Salvador Milà de haber negociado 'pésimamente' con la ministra Narbona.
M.M. Barcelona
El grupo parlamentario de CiU insiste en denunciar las políticas del Departament de Medi Ambient. La idea es que la cultura del agua que defiende el tripartito no es eficaz y que se han perdido por el camino algunas inversiones importantes. El diputado de CiU, Ramon Espadaler, ex conseller de Medi Ambient, asegura que se han perdido 59 millones de euros en inversión de obras hidráulicas, 'por culpa de la mala negociación del conseller Milà.
La inversión se centra en la desaladora metropolitana, objeto de subvención de la Unión Europea. Espadaler afirma que en el caso de la desaladora metropolitana de Barcelona la Comisión Europea ha otorgado una subvención del 75%, en lugar del 85% solicitado. Así, si la partida prevista era de 170 millones, otorgó 150. La Generalitat, por tanto, deberá aportar por esta infraestructura 50 millones en lugar de los 30 inicialmente previstos, según Espadaler.
CiU sostiene que la desaladora, de acuerdo con el proyecto de ley que se tramitó hace un año en el Congreso, como alternativa a la derogación del PHN, no debía costar nada a la Generalitat.
'Con las incomprensibles enmiendas presentadas por el PSOE, ERC e IU, la Generalitat aceptó pagar el 15%, es decir, 30 millones de euros'.
Espadaler considera que conseller Milà no supo negociar una cláusula con la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que permitiera blindar las aportaciones de la Unión Europea respecto a las obras hidráulicas. La conclusión, según Espadaler, que interpela periódicamente al conseller en el Parlament, entre la desaladora de Barcelona y el resto de actuaciones subvencionadas por la UE, la Generalitat deberá aportar un mínimo de 59 millones de euros más de los previstos, 'gracias a la pésima y servil negociación de Milà ante la ministra Narbona'.
CiU carga duramente contra el conseller Milà, al que denuncia por 'empeorar más la situación financiera de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA). Pero fueron los anteriores gobiernos de CiU los que crearon el ACA con una deuda enorme desde el inicio, sin llegar a sanearla en ningún momento. Esa es la defensa del tripartito, que insiste en que Catalunya puede solventar sus problemas de agua sin recurrir ni al PHN ni a otros trasvases como propone CiU, en este caso desde el Ródano.
Espadaler cree, sin embargo, que el impulso de la desaladora 'es el reconocimiento implícito del Govern de que hay un déficit de agua en las cuencas internas'.