Aqualia enters in Italy with its biggest foreign contract
Tue, 10/01/2006
Madrid. Aqualia ha entrado en Italia por la puerta grande. La filial de FCC se ha hecho con la gestión durante los próximos 30 años del suministro de agua en la provincia siciliana de Caltanissetta, un contrato valorado en 1.500 millones de euros.
Se trata del segundo mayor concurso de gestión de suministro ganado por la compañía, después del logrado en Vigo. Y reviste una especial importancia para sus planes, ya que Aqualia quiere elevar su presencia en Italia, un mercado de 58 millones de habitantes, con tan sólo el 10% de la población atendida por empresas privadas; y donde ya están sus rivales Veolia y Suez.
De hecho, la compañía estudia compras en el país alpino, y espera ser un 'socio privado de referencia a futuro', según su director general, Fernando Moreno.
Aqualia, que con 600 millones de euros de facturación anual aporta cerca del 10% de la facturación total de FCC y el 40% de la cartera de contratos, atenderá inicialmente a una población de 100.000 habitantes en Italia. Las inversiones previstas en este contrato serán de 247 millones de euros, de los cuales 85 son fondos públicos.
Además de en Caltanissetta, Aqualia ha quedado finalista en dos concursos más en las localidades de Ragusa (Sicilia) y Vibo Valentia (Calabria), valorados ambos en 1.600 millones de euros.
Y es que Aqualia se ha volcado en los últimos meses en su actividad exterior, dentro del plan estratégico puesto en marcha por el grupo, que persigue lograr el 30% de la facturación fuera del país.
Un objetivo que ha llevado a la compañía a Portugal, donde está atenta a la posible privatización de Aguas de Portugal. Allí ha presentado la mejor oferta económica para hacerse con el suministro de agua de la región de Lezíria do Tajo, que agrupa a nueve municipios con una población de 200.000 habitantes. Este contrato, por el que pelea con Veolia y Sacyr, entre otros, está valorado en 900 millones de euros.
Argelia, Israel y China son otros tres países clave para la filial de la constructora española. En el primero, donde recientemente se adjudicó dos plantas, junto a la empresa de OHL, Inima, está inmersa en la licitación de las desaladoras de el Tarf, Cap Blanc y Tenes.
En Israel, se ha precalificado para construir y explotar durante 25 años la mayor desaladora del mundo, que tendrá capacidad para abastecer a un millón de habitantes, y está valorada en 1.000 millones. Aquí compite con el gigante estadounidense General Electric, y la primera empresa de desalación del planeta, la israelí Ide.
En China, donde tiene contratos por 500 millones de euros, Aqualia negocia la implantación de una desaladora en la provincia de Tianjin.
Interés en Thames Water.
El grupo está atento a la posible venta de activos de la británica Thames Water. Especialmente en el caso de Pridesa, filial española del grupo, que podría ser de nuevo puesta a la venta por su propietaria, la multinacional eléctrica alemana RWE. Pridesa está valorada en entre 100 y 150 millones de euros.
'Queremos ver cómo se articula el proceso, antes de decidir si acudimos o no, pero en principio nos interesa', explicó ayer el subdirector general de desarrollo de Aqualia, Miguel Jurado.
Entre las diferentes opciones que maneja Goldman Sachs, banco que asesora a RWE en el proceso, está la posibilidad de dividir en dos bloques los posibles activos objeto de desinversión. De manera, que se vendería por separado el negocio de Estados Unidos, un país 'interesante a futuro para Aqualia', según su director general.
También lo es Europa del Este, donde FCC ha adquirido la empresa de residuos ASA Abfall. 'Esperamos que sirva como plataforma para crecer en mercados de gran potencial como el checo o el polaco', explica Moreno.
FCC, que desarrolla este negocio en Latinoamérica con su antiguo accionista Veolia, ha dado también luz verde a Aqualia para que empiece a competir a nivel internacional en su actividad de aguas industriales, donde ha cerrado la adquisición de cuatro empresas.
Se trata del segundo mayor concurso de gestión de suministro ganado por la compañía, después del logrado en Vigo. Y reviste una especial importancia para sus planes, ya que Aqualia quiere elevar su presencia en Italia, un mercado de 58 millones de habitantes, con tan sólo el 10% de la población atendida por empresas privadas; y donde ya están sus rivales Veolia y Suez.
De hecho, la compañía estudia compras en el país alpino, y espera ser un 'socio privado de referencia a futuro', según su director general, Fernando Moreno.
Aqualia, que con 600 millones de euros de facturación anual aporta cerca del 10% de la facturación total de FCC y el 40% de la cartera de contratos, atenderá inicialmente a una población de 100.000 habitantes en Italia. Las inversiones previstas en este contrato serán de 247 millones de euros, de los cuales 85 son fondos públicos.
Además de en Caltanissetta, Aqualia ha quedado finalista en dos concursos más en las localidades de Ragusa (Sicilia) y Vibo Valentia (Calabria), valorados ambos en 1.600 millones de euros.
Y es que Aqualia se ha volcado en los últimos meses en su actividad exterior, dentro del plan estratégico puesto en marcha por el grupo, que persigue lograr el 30% de la facturación fuera del país.
Un objetivo que ha llevado a la compañía a Portugal, donde está atenta a la posible privatización de Aguas de Portugal. Allí ha presentado la mejor oferta económica para hacerse con el suministro de agua de la región de Lezíria do Tajo, que agrupa a nueve municipios con una población de 200.000 habitantes. Este contrato, por el que pelea con Veolia y Sacyr, entre otros, está valorado en 900 millones de euros.
Argelia, Israel y China son otros tres países clave para la filial de la constructora española. En el primero, donde recientemente se adjudicó dos plantas, junto a la empresa de OHL, Inima, está inmersa en la licitación de las desaladoras de el Tarf, Cap Blanc y Tenes.
En Israel, se ha precalificado para construir y explotar durante 25 años la mayor desaladora del mundo, que tendrá capacidad para abastecer a un millón de habitantes, y está valorada en 1.000 millones. Aquí compite con el gigante estadounidense General Electric, y la primera empresa de desalación del planeta, la israelí Ide.
En China, donde tiene contratos por 500 millones de euros, Aqualia negocia la implantación de una desaladora en la provincia de Tianjin.
Interés en Thames Water.
El grupo está atento a la posible venta de activos de la británica Thames Water. Especialmente en el caso de Pridesa, filial española del grupo, que podría ser de nuevo puesta a la venta por su propietaria, la multinacional eléctrica alemana RWE. Pridesa está valorada en entre 100 y 150 millones de euros.
'Queremos ver cómo se articula el proceso, antes de decidir si acudimos o no, pero en principio nos interesa', explicó ayer el subdirector general de desarrollo de Aqualia, Miguel Jurado.
Entre las diferentes opciones que maneja Goldman Sachs, banco que asesora a RWE en el proceso, está la posibilidad de dividir en dos bloques los posibles activos objeto de desinversión. De manera, que se vendería por separado el negocio de Estados Unidos, un país 'interesante a futuro para Aqualia', según su director general.
También lo es Europa del Este, donde FCC ha adquirido la empresa de residuos ASA Abfall. 'Esperamos que sirva como plataforma para crecer en mercados de gran potencial como el checo o el polaco', explica Moreno.
FCC, que desarrolla este negocio en Latinoamérica con su antiguo accionista Veolia, ha dado también luz verde a Aqualia para que empiece a competir a nivel internacional en su actividad de aguas industriales, donde ha cerrado la adquisición de cuatro empresas.