Breakages increases in Zaragoza´s pipe network due to frosts. 50 water meters have been changed by operators in rural districts
Thu, 29/12/2005
Las bajas temperaturas registrados durante los últimos días están pasando factura a la red abastecimiento de agua de Zaragoza. Así lo ponen de manifiesto las alrededor de setenta intervenciones que ha tenido que realizar el servicio municipal de Vialidad y Aguas entre los días 21 y 27, de las que la mayoría estaban relacionadas con roturas de tubería derivadas de su congelación.
Hacía varios años que no se producía, como consecuencia de las extremas temperaturas, una oleada de destrozos semejante en la red de suministro de agua. En aquella ocasión tuvieron que ser sustituidos más de 300 contadores, una cifra muy superior al medio centenar que, de momento, se han contabilizado hasta ayer por la mañana. La práctica totalidad de los aparatos (el 99%) estaban instalados en los barrios rurales de la ciudad, donde las temperaturas suelen ser un par de grados inferiores a las de la capital.
No obstante, las brigadas municipales permanecen en vigilancia ante el temor de que este tipo de destrozos se incrementen en los próximos días y se eleve de forma ostensible el balance provisional de incidencias, dado que el momento del deshielo es uno de los más problemáticos.
Este aumento de las intervenciones por deficiencias del servicio ha obligado a ampliar la plantilla de operarios e incluso a que estos tuvieran que trabajar en la jornada festiva de Navidad para paliar los efectos en los ciudadanos por la falta de agua.
Aunque la niebla que causó el prolongado bajón térmico se ha disipado --ayer fue el primer día de sol en los últimos diez días en Zaragoza--, el mercurio sigue alojado en valores mínimos, muy por debajo de los cero grados en la mayor parte de la comunidad, si bien las máximas han subido notablemente en las cotas bajas como el valle del Ebro.
Según las predicciones del Centro de Meteorología de Aragón, las heladas de madrugada se repetirán de nuevo en los próximos días. En cuanto a la nieve, en el norte de Aragón se espera que pueda acumular hasta más de cinco centímetros en cotas por debajo de los 800 metros; en el resto de la comunidad, las precipitaciones tendrán carácter débil.
TERUEL, HELADO De dificultades para desarrollar la vida diaria en un ambiente gélido saben bastante en la provincia de Teruel, donde las bajas temperaturas registradas en algunos pequeños pueblos han alterado considerablemente la actividad de sus habitantes, con retrasos en el reparto de pan o incluso en la llegada del médico.
En la localidad de Cañada Vellida, situada junto al puerto del Esquinazo (1.380 metros), los 500 metros que separan el núcleo urbano de la carretera N-420 se hacían ayer casi imposibles de transitar por el hielo acumulado en la calzada, en pendiente y con curvas pronunciadas, informa Efe .
En otro pueblo próximo, Mezquita de Jarque, situado al lado de la N-420, las calles también amanecieron heladas, lo que impidió que sus vecinos salieran a la calle, por miedo a las caídas. La misma situación se repitió en pequeñas poblaciones como Torre de Arcas, Fortanete o Cantavieja, donde las temperaturas bajo cero congelaron las pocas precipitaciones de agua y nieve registradas en la zona.
Aunque desde el pasado lunes ha habido presencia de nieve en numerosos puntos del mapa turolense, prácticamente hasta ayer no habían generado problemas, sobre todo en las carreteras.
Hacía varios años que no se producía, como consecuencia de las extremas temperaturas, una oleada de destrozos semejante en la red de suministro de agua. En aquella ocasión tuvieron que ser sustituidos más de 300 contadores, una cifra muy superior al medio centenar que, de momento, se han contabilizado hasta ayer por la mañana. La práctica totalidad de los aparatos (el 99%) estaban instalados en los barrios rurales de la ciudad, donde las temperaturas suelen ser un par de grados inferiores a las de la capital.
No obstante, las brigadas municipales permanecen en vigilancia ante el temor de que este tipo de destrozos se incrementen en los próximos días y se eleve de forma ostensible el balance provisional de incidencias, dado que el momento del deshielo es uno de los más problemáticos.
Este aumento de las intervenciones por deficiencias del servicio ha obligado a ampliar la plantilla de operarios e incluso a que estos tuvieran que trabajar en la jornada festiva de Navidad para paliar los efectos en los ciudadanos por la falta de agua.
Aunque la niebla que causó el prolongado bajón térmico se ha disipado --ayer fue el primer día de sol en los últimos diez días en Zaragoza--, el mercurio sigue alojado en valores mínimos, muy por debajo de los cero grados en la mayor parte de la comunidad, si bien las máximas han subido notablemente en las cotas bajas como el valle del Ebro.
Según las predicciones del Centro de Meteorología de Aragón, las heladas de madrugada se repetirán de nuevo en los próximos días. En cuanto a la nieve, en el norte de Aragón se espera que pueda acumular hasta más de cinco centímetros en cotas por debajo de los 800 metros; en el resto de la comunidad, las precipitaciones tendrán carácter débil.
TERUEL, HELADO De dificultades para desarrollar la vida diaria en un ambiente gélido saben bastante en la provincia de Teruel, donde las bajas temperaturas registradas en algunos pequeños pueblos han alterado considerablemente la actividad de sus habitantes, con retrasos en el reparto de pan o incluso en la llegada del médico.
En la localidad de Cañada Vellida, situada junto al puerto del Esquinazo (1.380 metros), los 500 metros que separan el núcleo urbano de la carretera N-420 se hacían ayer casi imposibles de transitar por el hielo acumulado en la calzada, en pendiente y con curvas pronunciadas, informa Efe .
En otro pueblo próximo, Mezquita de Jarque, situado al lado de la N-420, las calles también amanecieron heladas, lo que impidió que sus vecinos salieran a la calle, por miedo a las caídas. La misma situación se repitió en pequeñas poblaciones como Torre de Arcas, Fortanete o Cantavieja, donde las temperaturas bajo cero congelaron las pocas precipitaciones de agua y nieve registradas en la zona.
Aunque desde el pasado lunes ha habido presencia de nieve en numerosos puntos del mapa turolense, prácticamente hasta ayer no habían generado problemas, sobre todo en las carreteras.