The Segura wetlands and the Tablas de Daimiel compete for the Tajo surplus

Tue, 27/12/2005

La Verdad

La Confederación cifra en 60 hectómetros las necesidades de los regantes Los agricultores piden que los excedentes se repartan de manera proporcional
M. BUITRAGO/ALICANTE
UN PARQUE NATURAL EN PELIGRO. Las Tablas de Daimiel sólo tienen 60 hectáreas encharcadas, de un total de 1.750. / EFE

Publicidad

O los regadíos o el medio ambiente. La escasez de sobrantes en los pantanos de la cabecera del Tajo ha suscitado un nuevo conflicto entre las necesidades de los regadíos de la cuenca del Segura y la precaria situación en la que se encuentra el parque de las Tablas de Daimiel. No hay agua para todos y la Comisión Central de Explotación del Acueducto tendrá que decidir, en una reunión que hoy se prevé muy tensa, el reparto de los 60 hectómetros que quedan de excedentes en Entrepeñas y Buendía, de los que 39 está preasignados a los abastecimientos. La ministra Cristina Narbona ya confirmó que habrá de nuevo trasvase cero para regar.

Los regantes alicantinos y murcianos que dependen del agua del Tajo no dan su brazo a torcer y harán valer hoy un informe jurídico que sostiene que las Tablas de Daimiel no tienen prioridad sobre los regadíos cuando se trata de las aguas excedentarias de la cabecera del Tajo, que se derivarían a la cuenca del Guadiana.

Dado que la situación no está legalmente muy a favor del Ministerio de Medio Ambiente, el director general del Agua, Jaime Palop, adelantó el pasado sábado a este diario que se podrían estudiar indemnizaciones a los regantes si finalmente se derivan al parque natural los 20 hectómetros que necesita.

Petición concreta

El presidente del Sindicato Central de Regantes, Francisco del Amor acudirá hoy a la reunión de Madrid con una petición muy definida: el envío de 110 hectómetros el próximo trimestre. Dado que es consciente de que en la cabecera del Tajo no hay esa cantidad, Del Amor explica que se trata de dejar constancia oficial de las necesidades reales de 140.000 hectáreas útiles de cultivos.

Cuanto menos, los regantes esperan que los excedentes que quedan se distribuyan proporcionalmente entre los cultivos y las Tablas de Daimiel. Asimismo, reclamarán del Gobierno central que se revise cada mes la situación en la cabecera del Tajo, como ha ocurrido en el último trimestre, para enviar caudales al Segura conforme aumente la entrada de agua en los pantanos de Entrepeñas y Buendía. Esta fórmula permitió el último envío de 18 hectómetros para la agricultura.

La Confederación Hidrográfica de Segura piensa presentar en la reunión un informe que cifra en 60 hectómetros cúbicos las necesidades mínimas de agua para los regadíos durante el primer trimestre del año que viene. La Confederación se ha basado en los datos estadísticos de los últimos años, y en esta ocasión ha separado las demandas de agua de los cultivos herbáceos y de los leñosos, los cuales demandan volúmenes similares (unos 30 hectómetros), según ha explicado al presidente del organismo de cuenca, José Salvador Fuentes Zorita.

En la Mesa de la Sequía de la Cuenca del Segura que se reunió la semana pasada en Murcia, se tomó la decisión de priorizar los cultivos leñosos sobre los herbáceos.

La Mancomunidad de los Canales del Taibilla, por su parte, solicitará esta mañana 36 hectómetros cúbicos en origen de la cabecera del tajo, lo mismo que el trimstre anterior, señaló ayer su director, Isidoro Carrillo.

Además de la Comisión de Explotación del Tajo-Segura, también se reunirá la del Trasvase Negratín-Almanzora, que decidirá una derivación entre los dos embalses andaluces.