International Congress about climatic change in Valladolid
Sun, 06/11/2005
HENAR DÍAZ
VALLADOLID. La capital vallisoletana acogerá desde el próximo día 10 y hasta el 12 de noviembre el I Congreso sobre «Cambio Climático. Agricultura y Medio Ambiente», un encuentro en el que han colaborado todas las universidades públicas de la Comunidad y que analizará por primera vez en España la vinculación de este fenómeno con la agricultura y el medio ambiente.
El congreso, de carácter internacional, abordará todo tipo de asuntos relacionados con el cambio climático. A los temas más recurrentes -Protocolo de Kyoto, emisiones de gases de efecto invernadero, desarrollo sostenible, energías alternativas...- se sumarán otros más innovadores como los sumideros de Dióxido de Carbono, los recursos hídricos, la edificación sostenible o la adaptación agrícola a este fenómeno.
El encuentro fue presentado ayer por los consejeros de Medio Ambiente y de Agricultura, Carlos Fernández Carriedo y José Valín, quienes definieron el simposio como una oportunidad para conocer los principales avances logrados en relación con la prevención de este fenómeno, así como los nuevos retos y oportunidades que suscita desde el punto de vista medio ambiental, económico y social.
Un fenómeno que preocupa
El responsable de Medio Ambiente en la Junta, Carlos Fernández, explicó que el congreso surge como consecuencia de que el cambio climático es un fenómeno que «preocupa cada día más a la sociedad y a la Junta» porque tiene consecuencias directas, no sólamente para el conjunto del planeta, «sino para la vida cotidiana de muchísimos ciudadanos». Carriedo aludió a la sequía vivida durante este verano y cómo ésta ha afectado a «la producción agraria, al abastecimiento de algunas localidades o el mayor riesgo de incendios».
Durante su intervención, el consejero de Medio Ambiente también hizo referencia al Protocolo de Kyoto. recordó que a partir de 2008 comenzará a computarse los efectos que provoca la actividad sobre la emisión de gases de efecto invernadero y añadió además, que la región «es la cuarta Comunidad en cuanto al número de derechos de emisión asignados».
Pese a ser ésta su primera edición, Fernández Carriedo señaló que el simposio nace con una vocación de continuar, anunciando su carácter bienal y su siguiente celebración, ya en el 2007. Respecto al hecho de que estén implicadas las dos consejerías, el dirigente de Medio Ambiente en la Junta explicó que, son precisamente el sector forestal y el agrario los que «más absorben dióxido de carbono», y por lo tanto, actúan como «sumideros de este gas», en el sentido de que «cada año los bosques absorven más de 9,5 millones de toneladas de dióxido de carbono». Esta cantidad supone más de la mitad de todas las asignaciones que tiene la región y convierte a la Comunidad en la «primera de España en absorción de CO2 a través de sus bosques».
Por su parte, el responsable de Agricultura, José Valín,destacó la importancia del evento -con más de 140 personas inscritas-, desde el punto de vista científico y técnico, y trasladó la preocupación de su departamento sobre aspectos cómo el tipo de semilla que se deberá utilizar para afrontar los efectos del cambio climático, los procesos y los ciclos de cultivo que se tendrán que seguir o las necesidades que en un futuro tendrán los animales de granja, aludiendo a la especial sensibilidad de algunas especies.
Un foro de reunión
Para Valín, el objetivo que persigue este congreso no es otro que el de «generar un foro de reunión de investigadores y de autoridades nacionales e internacionales en esta materia para que la sociedad tenga constancia de cuál es el problema y se puedan buscar soluciones». Idea en la que también insistió Fernández Carriedo, quien afirmó que el encuentro no sólo perseguía un fin social y divulgativo como es el de «sensibilizar a la población de las consecuencias del cambio climático», sino que además tenía un contenido científico y profesional importante: «Lo positivo del congreso es que, entre medias, se pondrá en común un conocimiento científico y una línea de investigación para que los profesionales implicados -Universidades, sector de la energía...-, sigan trabajando en esta materia».
VALLADOLID. La capital vallisoletana acogerá desde el próximo día 10 y hasta el 12 de noviembre el I Congreso sobre «Cambio Climático. Agricultura y Medio Ambiente», un encuentro en el que han colaborado todas las universidades públicas de la Comunidad y que analizará por primera vez en España la vinculación de este fenómeno con la agricultura y el medio ambiente.
El congreso, de carácter internacional, abordará todo tipo de asuntos relacionados con el cambio climático. A los temas más recurrentes -Protocolo de Kyoto, emisiones de gases de efecto invernadero, desarrollo sostenible, energías alternativas...- se sumarán otros más innovadores como los sumideros de Dióxido de Carbono, los recursos hídricos, la edificación sostenible o la adaptación agrícola a este fenómeno.
El encuentro fue presentado ayer por los consejeros de Medio Ambiente y de Agricultura, Carlos Fernández Carriedo y José Valín, quienes definieron el simposio como una oportunidad para conocer los principales avances logrados en relación con la prevención de este fenómeno, así como los nuevos retos y oportunidades que suscita desde el punto de vista medio ambiental, económico y social.
Un fenómeno que preocupa
El responsable de Medio Ambiente en la Junta, Carlos Fernández, explicó que el congreso surge como consecuencia de que el cambio climático es un fenómeno que «preocupa cada día más a la sociedad y a la Junta» porque tiene consecuencias directas, no sólamente para el conjunto del planeta, «sino para la vida cotidiana de muchísimos ciudadanos». Carriedo aludió a la sequía vivida durante este verano y cómo ésta ha afectado a «la producción agraria, al abastecimiento de algunas localidades o el mayor riesgo de incendios».
Durante su intervención, el consejero de Medio Ambiente también hizo referencia al Protocolo de Kyoto. recordó que a partir de 2008 comenzará a computarse los efectos que provoca la actividad sobre la emisión de gases de efecto invernadero y añadió además, que la región «es la cuarta Comunidad en cuanto al número de derechos de emisión asignados».
Pese a ser ésta su primera edición, Fernández Carriedo señaló que el simposio nace con una vocación de continuar, anunciando su carácter bienal y su siguiente celebración, ya en el 2007. Respecto al hecho de que estén implicadas las dos consejerías, el dirigente de Medio Ambiente en la Junta explicó que, son precisamente el sector forestal y el agrario los que «más absorben dióxido de carbono», y por lo tanto, actúan como «sumideros de este gas», en el sentido de que «cada año los bosques absorven más de 9,5 millones de toneladas de dióxido de carbono». Esta cantidad supone más de la mitad de todas las asignaciones que tiene la región y convierte a la Comunidad en la «primera de España en absorción de CO2 a través de sus bosques».
Por su parte, el responsable de Agricultura, José Valín,destacó la importancia del evento -con más de 140 personas inscritas-, desde el punto de vista científico y técnico, y trasladó la preocupación de su departamento sobre aspectos cómo el tipo de semilla que se deberá utilizar para afrontar los efectos del cambio climático, los procesos y los ciclos de cultivo que se tendrán que seguir o las necesidades que en un futuro tendrán los animales de granja, aludiendo a la especial sensibilidad de algunas especies.
Un foro de reunión
Para Valín, el objetivo que persigue este congreso no es otro que el de «generar un foro de reunión de investigadores y de autoridades nacionales e internacionales en esta materia para que la sociedad tenga constancia de cuál es el problema y se puedan buscar soluciones». Idea en la que también insistió Fernández Carriedo, quien afirmó que el encuentro no sólo perseguía un fin social y divulgativo como es el de «sensibilizar a la población de las consecuencias del cambio climático», sino que además tenía un contenido científico y profesional importante: «Lo positivo del congreso es que, entre medias, se pondrá en común un conocimiento científico y una línea de investigación para que los profesionales implicados -Universidades, sector de la energía...-, sigan trabajando en esta materia».