Government gives more water to Murcia to save the citrus

Mon, 24/10/2005

La Gaceta de los Negocios

Madrid. El Ejecutivo revisó ayer su decisión inicial de no trasvasar agua para cultivos desde los embalses del Tajo a la cuenca del Segura. Tras examinar un informe de la ministra de Agricultura sobre la situación de los cultivos leñosos del levante, el Consejo de Ministros autorizó un nuevo trasvase de 18 hectómetros cúbicos con el que intenta salvar, en parte, el calamitoso estado de la cosecha, especialmente, de cítricos. De hecho, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, dio esta justificación: la decisión trata de 'minimizar los graves efectos de la sequía sobre los cultivos leñosos' de esa zona.
Posteriormente, la ministra de Agricultura, Cristina Narbona, aclaró que el trasvase 'no pretende salvar las cosechas de este año, que 'ya han sufrido impactos muy graves por la sequía', sino los árboles, en especial los cítricos, informa Efe.
Riego de socorro.
El nuevo trasvase forma parte de los 60 hectómetros cúbicos que como máximo se podrían trasvasar para riegos en el conjunto del año hidrológico, que acaba de comenzar, para poder garantizar el abastecimiento de agua potable en esa cuenca. Se trata, según el Gobierno, de un 'riego de socorro'. Las primeras lluvias en la cuenca del Segura han sido insuficientes para las necesidades de mantenimiento del campo. Ésa es la principal razón de la nueva decisión. De hecho, ni siquiera ha esperado a agotar el plazo de un mes que se marcó el pasado 30 de septiembre, cuando ya autorizó un primer trasvase de 39 hectómetros cúbicos, pero sólo para cultivo de boca.
El Gobierno se adelantó a las posibles críticas, sobre todo desde Castilla-La Mancha, y se puso la venda. Apeló a la obligación que tiene de actuar con prudencia, aunque las decisiones que tome no agraden a todo. Para curarse en salud, De la Vega reafirmó el compromiso del Gobierno de asegurar todas las necesidades de las cuencas del Tajo, así como el abastecimiento urbano en la del Segura.
Multas de 600.000 euros.
Al tiempo, se adoptaron medidas administrativas excepcionales que refuerzan el poder de los órganos rectores de las Confederaciones Hidrográficas, quienes podrán establecer reducciones del suministro para garantizar la distribución de los recursos disponibles. Para evitar el despilfarro del líquido, elemento en un momento de extrema sequía se endurecen las sanciones con multas de hasta 600.000 euros y se habilita a las Confederaciones para que puedan instalar contadores de agua.
Respiro para Murcia.
La decisión fue recibida con agrado por el Gobierno de Murcia, aunque la consideró insuficiente, ya que no satisface plenamente las necesidades que se habían reclamado. 'Un respiro, pero nunca una solución', fue la expresión que empleó un portavoz gubernamental para describir su estado de ánimo.
Pese a la cierta satisfacción, se entiende que el Ejecutivo Central ha rectificado su primera medida de no dar agua para cultivos, ya que en las últimas tres semanas no se ha producido un aumento de las lluvias que hayan aumentado el caudal de los embalses de Entrepeñas y Buendía. Por eso, se criticó que ahora se dé marcha atrás y se entiende que el detonante de esa rectificación ha sido la posición de fuerza que ha mantenido en las últimas semanas el presidente murciano Ramón Luis Valcárcel, así como la ministra de Agricultura, Elena Espinosa.
Discusión de Barreda.
Horas antes de conocerse el cuerdo del Consejo, el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, desveló en la Cope que mantuvo una 'fuerte discusión' telefónica con la ministra Narbona, en la que le adelantó sus planes. Desde su posición, es una imprudencia trasvasar agua para regar cuando todavía no hay certidumbre de que sea necesaria para el consumo humano. Barreda extrae una consecuencia positiva de esta sequía, y es que ha evidenciado, y entiende que la región de Murcia lo ha comprendido, que no se puede basar el desarrollo de una zona en un recurso escaso y que le es lejano.
Posteriormente, el número dos del Gobierno castellanomanchego anunció que la Junta de Comunidades recurrirá, porque el Gobierno apuesta por una política restrictiva ante la escasez de lluvias y luego favorece el envío de agua para regadíos en Murcia.
El PP de Castilla-La Mancha desencadenó una ofensiva parlamentaria contra el presidente regional al que se se le ha invitado a que 'se vaya'. El argumento que se utiliza es que ha evidenciado que no tiene peso en las decisiones nacionales. En un comunicado, se tilda su gestión de 'nefasta', ya que 'se deja expoliar y encima intenta engañar a los castellano-manchegos'. Al tiempo. el PP promoverá la reprobación del Ejecutivo central.
Los agricultores castellanomanchegos también pusieron el grito en el cielo y llegaron a considerar la decisión del Gobierno de 'catástrofe'.
El responsable de Asaja en esta región señaló que este hecho demuestra la incompetencia del Ejecutivo en materia hidrológica, ya que no resuelve la situación del Levante español, pero intenta sacar agua 'de donde no la hay'. En su opinión, se necesitan más infraestructuras y con el nuevo trasvase aprobado ayer sólo se empeorará el clima de enfrentamiento territorial y entre la clase política.