First rains doesn´t restock the level of swamps and aquifers
Fri, 14/10/2005
En sólo cuatro días de lluvias moderadas algunos lugares han registrado hasta la cuarta parte de las precipitaciones que se recogieron en todo el pasado año meteorológico (de septiembre de 2004 a septiembre de 2005). En la mayor parte de Aragón llueve como no se veía desde hace más de un año. Aun así, ni las precipitaciones registradas ni las previstas para las próximas jornadas serán suficientes para paliar la gravísima sequía.
En todo el año meteorológico pasado, en Barbastro sólo se registraron 256 litros por metro cuadrado. En los últimos cuatro días, la lluvia acumulada asciende a unos 46,8 litros, lo que representa más de un 18 % de lo recogido el año pasado (más datos en el gráfico adjunto). En lugares como Daroca, El Bayo, Sodeto, Tauste o Zuera, el agua registrada en cuatro días equivale a la suma de las precipitaciones desde finales de mayo hasta finales de septiembre.
Los efectos de estas lluvias todavía son poco perceptibles en los embalses, que en muchos casos se encuentran en situación de alerta. Hay casos sorprendentes como el de Mediano, que desde la mañana hasta la tarde de ayer creció 11 hectómetros cúbicos (de 27 a 38) y además la precipitación de ayer en esa zona supera los 46 litros. También es muy positiva la reacción de La Tranquera que ha recuperado 1 hectómetro cúbico por ahora y donde las entradas actuales son diez veces superiores a las salidas, que se cerraron hace un mes.
En otros casos como el de Vadiello, apenas se nota (0,71 a 0,73), aunque por primera vez se frena la caída de las reservas de la ciudad de Huesca. Santolea, en el río Guadalope, está en la misma situación que hace una semana, donde incluso se ha bajado 0,02 hm3 respecto a la semana pasada. El caso más extremo es Mequinenza, donde en una semana se ha bajado 75 hectómetros cúbicos. Yesa también ha bajado 2 hectómetros cúbicos.
Fuentes de la CHE explicaron que la repercusión de las lluvias en los embalses todavía tardará unos días en reflejarse y que dependerá de si prosiguen las precipitaciones en las próximas jornadas. No obstante, también indicaron que ayer se habían registrado importantes precipitaciones en cabecera (en algunos casos entre 30 y 50 l/m2) y que el efecto de la escorrentía a través de las entradas ya se comenzaba a apreciar a última hora de ayer.
La propia ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, señaló ayer que la lluvia de estos días no está cambiando las previsiones del Gobierno central: "Estamos trabajando con las mismas perspectivas. Esta agua supone un ligero alivio, lo que es una satisfacción, pero no tiene una incidencia que pueda considerarse significativa". En cuanto a si al menos podría haber cambio en las reservas de los embalses, señaló que "está bien que llueva, pero no parece que vayamos a tener una recuperación suficiente".
Hacen falta 500 litros
El director general de Producción Agraria del Gobierno de Aragón, Ramón Iglesias, consideró las lluvias de estos días como "todavía escasas" y las situó en el contexto de un otoño que está siendo seco. Iglesias señaló que el agua es muy necesaria, pero explicó que apenas tendrá afectos beneficiosos para la agricultura. Simplemente servirá para preparar la tierra para sembrar los cereales de invierno y ayudará a que se recuperen los pastos de las zonas bajas de las montañas y de las tierras llanas.
El director general pidió que "no se lancen las campanas al vuelo". "La gravedad del regadío está sobre todo de cara al año que viene y las reservas son muy escasas; si de aquí a diciembre no llueve por encima de 500 litros por metro cuadrado en el Pirineo, no se recuperarán los embalses y las cosas no van por ahí", dijo.
Iglesias indicó que hay que seguir trabajando según las peores previsiones posibles y recordó que las previsiones oficiales del Instituto Nacional de Meteorología han anunciado un otoño seco.
En todo el año meteorológico pasado, en Barbastro sólo se registraron 256 litros por metro cuadrado. En los últimos cuatro días, la lluvia acumulada asciende a unos 46,8 litros, lo que representa más de un 18 % de lo recogido el año pasado (más datos en el gráfico adjunto). En lugares como Daroca, El Bayo, Sodeto, Tauste o Zuera, el agua registrada en cuatro días equivale a la suma de las precipitaciones desde finales de mayo hasta finales de septiembre.
Los efectos de estas lluvias todavía son poco perceptibles en los embalses, que en muchos casos se encuentran en situación de alerta. Hay casos sorprendentes como el de Mediano, que desde la mañana hasta la tarde de ayer creció 11 hectómetros cúbicos (de 27 a 38) y además la precipitación de ayer en esa zona supera los 46 litros. También es muy positiva la reacción de La Tranquera que ha recuperado 1 hectómetro cúbico por ahora y donde las entradas actuales son diez veces superiores a las salidas, que se cerraron hace un mes.
En otros casos como el de Vadiello, apenas se nota (0,71 a 0,73), aunque por primera vez se frena la caída de las reservas de la ciudad de Huesca. Santolea, en el río Guadalope, está en la misma situación que hace una semana, donde incluso se ha bajado 0,02 hm3 respecto a la semana pasada. El caso más extremo es Mequinenza, donde en una semana se ha bajado 75 hectómetros cúbicos. Yesa también ha bajado 2 hectómetros cúbicos.
Fuentes de la CHE explicaron que la repercusión de las lluvias en los embalses todavía tardará unos días en reflejarse y que dependerá de si prosiguen las precipitaciones en las próximas jornadas. No obstante, también indicaron que ayer se habían registrado importantes precipitaciones en cabecera (en algunos casos entre 30 y 50 l/m2) y que el efecto de la escorrentía a través de las entradas ya se comenzaba a apreciar a última hora de ayer.
La propia ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, señaló ayer que la lluvia de estos días no está cambiando las previsiones del Gobierno central: "Estamos trabajando con las mismas perspectivas. Esta agua supone un ligero alivio, lo que es una satisfacción, pero no tiene una incidencia que pueda considerarse significativa". En cuanto a si al menos podría haber cambio en las reservas de los embalses, señaló que "está bien que llueva, pero no parece que vayamos a tener una recuperación suficiente".
Hacen falta 500 litros
El director general de Producción Agraria del Gobierno de Aragón, Ramón Iglesias, consideró las lluvias de estos días como "todavía escasas" y las situó en el contexto de un otoño que está siendo seco. Iglesias señaló que el agua es muy necesaria, pero explicó que apenas tendrá afectos beneficiosos para la agricultura. Simplemente servirá para preparar la tierra para sembrar los cereales de invierno y ayudará a que se recuperen los pastos de las zonas bajas de las montañas y de las tierras llanas.
El director general pidió que "no se lancen las campanas al vuelo". "La gravedad del regadío está sobre todo de cara al año que viene y las reservas son muy escasas; si de aquí a diciembre no llueve por encima de 500 litros por metro cuadrado en el Pirineo, no se recuperarán los embalses y las cosas no van por ahí", dijo.
Iglesias indicó que hay que seguir trabajando según las peores previsiones posibles y recordó que las previsiones oficiales del Instituto Nacional de Meteorología han anunciado un otoño seco.