The generation of hydraulic energy falls a 60% and contaminants sources have to be used
Thu, 13/10/2005
La producción de energía térmica crece y las emisiones de CO2 han aumentado en 15 millones en el último año hidrológico La sequía ha provocado que la cuenca del Júcar genere energía hidráulica tan sólo al 10,9% de sus posibilidades, frente al 27,9% de media del conjunto de los embalses de España. La situación en la Comunidad respecto a un año atrás supone un descenso del 60%. El déficit se palía acudiendo a otras fuentes más contaminantes. LAURA GARCÉS/VALENCIA Instalaciones de la central térmica de la compañía Iberdrola en el Grau de Castellón. Publicidad Más noticias Los últimos datos del Ministerio de Medio Ambiente señalan que la generación de energía hidráulica en la cuenca del Júcar se encuentra al 10,9 % de su capacidad total, puesto que existiendo la posibilidad de generar 2.379 gigavatios/hora, en la actualidad se producen 259 gigavatio/hora.
El mismo valor, hace un año -el 12 de octubre de 2004- se encontraba en 660 gigavatios/hora, lo cual significa que en un año, la capacidad para generar energía hidroeléctrica ha caído un 60,7 %Los resultados de la cuenca del Júcar sitúan a la Comunidad Valenciana en desventaja respecto a la situación del total de los embalses de la Península, puesto que en ese ámbito la energía hidráulica disponible supone, según las últimas cifras, el 27,9 % de su capacidad.
En los embases hidroeléctricos del Júcar desde hace varios meses ya se venía observando la disminución en tanto que las reservas hídricas también bajaban.
El pasado mes de julio, la generación hidráulica era un 5% superior al último dato, puesto que en el séptimo mes del año la energía disponible era del 15,9% de la capacidad total. A partir de esa fecha el verano trajo consigo nuevos descensos para situarse el 16 de agosto en el 12,8% y el 13 de septiembre en el 11,2%.
A esa consecuencia de la sequía se puede sumar otra que constata el jefe del Servicio de Protección del Ambiente Atmosférico de la Conselleria de Territorio, José Vicente Miró, cuando al preguntarle sobre la vinculación entre sequía y contaminación asegura: ‘‘Existe una relación directísima’’.
Esta afirmación la concretó Miró apuntando que ‘‘el nivel de CO2 es de esperar que sea mayor porque las centrales hidráulicas y las minihidráulicas generan menos energía y hay que recurrir a otras fuentes energéticas que contaminan más’’.
José Vicente Miró al referirse a la relación entre contaminación y sequía apuntó la necesidad de tener en cuenta que la Comunidad Valenciana ‘‘en su mayor parte consume más energía de la que genera’’. De ahí deducía que los efectos que finalmente se deriven de la sequía ‘‘deben considerarse desde un ámbito nacional’’.
Los datos nacionales En cuanto a los datos nacionales, tal como anunció la semana pasada el secretario general para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Arturo Gonzalo Aizpiri, no existen todavía cifras definitivas pero a pesar de ello apuntó que se estima que a lo largo del último año la energía hidráulica no contaminante se ha podido reducir un 40% y la térmica habría aumentado un 30%.
Si finalmente los porcentajes que facilitaba Gonzalo Aizpiri se confirman, el descenso de la energía hidráulica que se ha observado en la cuenca del Júcar entre el 11 de octubre de este año y el 12 de octubre del año pasado (60,7%) sería superior a la previsión que se apunta para el ámbito nacional (40%).
Gonzalo Aizpiri se pronunció casi en los mismos términos que Miró al establecer la relación entre la ausencia de lluvias y la contaminación diciendo que la energía hidroeléctrica ‘‘no emite CO2, pero cuando tenemos un año muy seco la producción de energía hidráulica baja y se tiene que sustituir con generación térmica’’.
Gonzalo Aizpiri señaló en sus últimas declaraciones en la comisión de Medio Ambiente del Congreso que el descenso de la hidroelectricidad por la sequía en el último año hidrológico ha elevado la producción de energía térmica y, por consiguiente, las emisiones de CO2 a la atmósfera en 15 millones de toneladas.
De acuerdo con el criterio del experto del Ministerio de Medio Ambiente, las dimensiones de ese aumento adicional de CO2 tendría previsiblemente carácter coyuntural considerando que este año ha sido excepcionalmente seco.
En su opinión entre un año hidrológicamente bueno y un ejercicio muy seco la diferencia en la generación de CO2 puede situarse en torno a los ‘‘20 millones de toneladas de CO2, un 5% más’’.
Consumo eléctricoEl representante del Ministerio también llamó la atención sobre el elevado consumo eléctrico en España, que está ‘‘casi duplicando’’ los niveles de Producto Interior Bruto y señaló que esto sería un problema ‘‘clave’’ para cumplir con los compromisos del pan de emisiones.
Con anterioridad a estas manifestaciones, a finales del mes de septiembre, en vísperas del cierre del año hidrológico, el experto del Ministerio ya apuntó que este ‘‘año no va ser bueno’’.
También habló en esa ocasión de que, aunque el crecimiento de emisiones por carburantes sea moderado por la subida de precios, en otros contaminantes las cifras serán negativas.
El mismo valor, hace un año -el 12 de octubre de 2004- se encontraba en 660 gigavatios/hora, lo cual significa que en un año, la capacidad para generar energía hidroeléctrica ha caído un 60,7 %Los resultados de la cuenca del Júcar sitúan a la Comunidad Valenciana en desventaja respecto a la situación del total de los embalses de la Península, puesto que en ese ámbito la energía hidráulica disponible supone, según las últimas cifras, el 27,9 % de su capacidad.
En los embases hidroeléctricos del Júcar desde hace varios meses ya se venía observando la disminución en tanto que las reservas hídricas también bajaban.
El pasado mes de julio, la generación hidráulica era un 5% superior al último dato, puesto que en el séptimo mes del año la energía disponible era del 15,9% de la capacidad total. A partir de esa fecha el verano trajo consigo nuevos descensos para situarse el 16 de agosto en el 12,8% y el 13 de septiembre en el 11,2%.
A esa consecuencia de la sequía se puede sumar otra que constata el jefe del Servicio de Protección del Ambiente Atmosférico de la Conselleria de Territorio, José Vicente Miró, cuando al preguntarle sobre la vinculación entre sequía y contaminación asegura: ‘‘Existe una relación directísima’’.
Esta afirmación la concretó Miró apuntando que ‘‘el nivel de CO2 es de esperar que sea mayor porque las centrales hidráulicas y las minihidráulicas generan menos energía y hay que recurrir a otras fuentes energéticas que contaminan más’’.
José Vicente Miró al referirse a la relación entre contaminación y sequía apuntó la necesidad de tener en cuenta que la Comunidad Valenciana ‘‘en su mayor parte consume más energía de la que genera’’. De ahí deducía que los efectos que finalmente se deriven de la sequía ‘‘deben considerarse desde un ámbito nacional’’.
Los datos nacionales En cuanto a los datos nacionales, tal como anunció la semana pasada el secretario general para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Arturo Gonzalo Aizpiri, no existen todavía cifras definitivas pero a pesar de ello apuntó que se estima que a lo largo del último año la energía hidráulica no contaminante se ha podido reducir un 40% y la térmica habría aumentado un 30%.
Si finalmente los porcentajes que facilitaba Gonzalo Aizpiri se confirman, el descenso de la energía hidráulica que se ha observado en la cuenca del Júcar entre el 11 de octubre de este año y el 12 de octubre del año pasado (60,7%) sería superior a la previsión que se apunta para el ámbito nacional (40%).
Gonzalo Aizpiri se pronunció casi en los mismos términos que Miró al establecer la relación entre la ausencia de lluvias y la contaminación diciendo que la energía hidroeléctrica ‘‘no emite CO2, pero cuando tenemos un año muy seco la producción de energía hidráulica baja y se tiene que sustituir con generación térmica’’.
Gonzalo Aizpiri señaló en sus últimas declaraciones en la comisión de Medio Ambiente del Congreso que el descenso de la hidroelectricidad por la sequía en el último año hidrológico ha elevado la producción de energía térmica y, por consiguiente, las emisiones de CO2 a la atmósfera en 15 millones de toneladas.
De acuerdo con el criterio del experto del Ministerio de Medio Ambiente, las dimensiones de ese aumento adicional de CO2 tendría previsiblemente carácter coyuntural considerando que este año ha sido excepcionalmente seco.
En su opinión entre un año hidrológicamente bueno y un ejercicio muy seco la diferencia en la generación de CO2 puede situarse en torno a los ‘‘20 millones de toneladas de CO2, un 5% más’’.
Consumo eléctricoEl representante del Ministerio también llamó la atención sobre el elevado consumo eléctrico en España, que está ‘‘casi duplicando’’ los niveles de Producto Interior Bruto y señaló que esto sería un problema ‘‘clave’’ para cumplir con los compromisos del pan de emisiones.
Con anterioridad a estas manifestaciones, a finales del mes de septiembre, en vísperas del cierre del año hidrológico, el experto del Ministerio ya apuntó que este ‘‘año no va ser bueno’’.
También habló en esa ocasión de que, aunque el crecimiento de emisiones por carburantes sea moderado por la subida de precios, en otros contaminantes las cifras serán negativas.