Environmental Ministry will reinforce the water control in La Maruca

Mon, 10/10/2005

El Diario Montañés

Se ha encargado un estudio sobre el funcionamiento de la estación depuradora y sus emisarios submarinos, así como del impacto de los vertidos
JAVIER FDEZ. RUBIO/SANTANDER
La Consejería de Medio Ambiente va a reforzar los controles de la calidad de las aguas en La Maruca y en su entorno.

El anuncio hecho días atrás por el consejero de Medio Ambiente, José Ortega, se encuadra dentro de la 'Red de Calidad', un proyecto de control y vigilancia de las aguas. que tuvo un primer muestreo reciente en la zona con resultados de normalidad.

El refuerzo de los controles se realizará mediante la instalación de una boya permanente, aseguró Ortega, quien añadió que su departamento ha encargado una investigación para aclarar qué ocurre en el entorno de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de San Román.

Se trata de analizar el funcionamiento de la propia estación de saneamiento, de los dos emisarios (nuevos y en desuso) submarinos, así como la manera que se vierte y su impacto ambiental.

«Para tranquilidad de los vecinos hemos solicitado información completa», apostilló Ortega.

Vecinos de Monte y San Román vienen denunciando periódicamente la existencia de malos olores y aguas turbias en el entorno de La Maruca, lo que achacan a la depuradora.

La Consejería de Medio Ambiente ha ofrecido a los representantes vecinales visitar la EDAR de San Román.

Primer informe

El Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), oficina dependiente del Gobierno de Cantabria, ha certificado recientemente que las aguas de la playa de La Maruca se encuentran en estado «normal» sin apreciarse señales de algún vertido.

El estudio responde a la preocupación por el aspecto turbio de las aguas y ante la sospecha de que la calidad de las mismas se hubiera visto afectada por el emisario submarino de la EDAR de San Román.

«Los valores obtenidos se pueden considerar normales en un agua de mar, teniendo en cuenta que el valor de los sólidos en suspensión son algo más altos debido a la presencia de algas, originada por el oleaje de la marea», queda recogido en el informe

«No se aprecia la influencia de un posible vertido de aguas residuales urbanas», se añade.

El jueves de la pasada semana se tomaron nuevas muestras en cuatro puntos del entorno de La Maruca y la Punta de los Cañones. Se recogieron muestras tanto en pleamar como en bajamar, así como de aguas de superficie con espumas. En la inspección visual no se apreciaba contaminación aparente.

Vertidos en El Bocal

Ayer por la mañana, los vecinos de Monte que se encontraban paseando por el entorno de la playa de El Bocal se llevaron un buen susto. Desde las instalaciones del Instituto Oceanográfico (dependiente del Estado), un camión, a través de una manguera, estuvo, durante casi una hora, vertiendo arenas marinas a la playa de El Bocal.

Fue el oscuro color del líquido que salía de la manguera, colocada a la parte alta de la playa, y el fuerte y desagradable olor que desprendía lo que causó la preocupación de los vecinos y paseantes.

María San Martín acudió junto con una amiga a bañarse ayer a El Bocal, «no nos habíamos metido aún en el agua cuando unos señores tiraron la manguera. Según empezó a caer el riachuelo con esa porquería, un olor repugnante lo invadió todo y tuvimos que salir corriendo».

Pero a pesar de los primeros miedos a que se tratara de un vertido ilegal y contaminante, la Policía Local comprobó que todo estaba en regla y que contaba con los premisos precisos tanto de Costas como de la Consejería de Medio Ambiente. Aún así, los vecinos siguieron mostrándose escépticos: «no lo puedo entender. Si es arena, ¿por qué huele tan mal?», comentó uno de ellos.

Mientras, otro grupo de paseantes no conseguían aliviar su disgustó, «parece mentira que en pleno siglo XXI esto pueda suceder. Si tienen que vertir algo, que lo hagan a través de una tubería subterránea y que no machaquen de esta forma la playa, porque esta espuma no debe ser buena».