Government will maintain the "zero divert" until May, unless it rains
Thu, 06/10/2005
Los técnicos del Ministerio plantean un escenario negro para este año hidrológico, pues sólo entrarán 563 hectómetros en los embalses de Entrepeñas y Buendía
M. BUITRAGO
MURCIA. La última decisión de «trasvase cero» para los regadíos del Segura probablemente no sea la única durante este año hidrológico. El Ministerio de Medio Ambiente ha realizado una estimación sobre la evolución de los recursos disponibles en la cabecera del Tajo en la cual propone en un informe que los regantes que dependen del trasvase sólo reciban 60 hectómetros cúbicos durante los próximos doce meses si se mantiene la situación actual de excepcional sequía. Este desembalse, además, se realizaría entre los meses de mayo y julio, con independencia de que el Consejo de Ministros autorice antes otros envíos.
Este informe sobre los caudales trasvasables fue presentado el 29 de septiembre, el día antes de la reunión del Consejo de Ministros, y sirvió de base para que el Gobierno central tomara su polémica decisión. Está firmado por el director general del Agua, Jaime Palop; y el subdirector general de Infraestructuras y Tecnología, Joaquín del Campo Benito. Los técnicos han elaborado el estudio con un grado de probabilidad del 90 por ciento; de tal forma que para este año hidrológico se estima una entrada de agua de 563 hectómetros en los embalses de Entrepeñas y Buendía, de los que 156 serían para los abastecimientos; 410 para las demandas propias de la cuenca del Tajo, incluyendo evaporación; 20 hectómetros para las tablas de Daimiel y 60 para los regadíos. De esta forma, sería el sexto año en la historia del Acueducto Tajo-Segura en que se producen los menores desembalses para regar.
«Futuro incierto»
«Las consecuencias de cualquier decisión dependen de un futuro incierto que ha de simularse a través de la consideración de distintos escenarios. A la vista de los mismos, parece recomendable adoptar una decisión prudente que prevea una posible evolución negativa de la actual sequía en los próximos meses», apunta el informe; que añade que en los últimos meses sólo han entrado 17 hectómetros en los embalses de Entrepeñas y Buendía, «lo que denota la dureza de la sequía y el agotamiento paralelo de los acuíferos que nutren a los embalses». El Ministerio hace notar que el pasado año hidrológico sólo hubo 364 hectómetros de aportaciones en la cabecera; y que para este se esperan 563. No obstante, las salidas de agua para todos los usos ascenderá a 646 hectómetros.
El desembalse de 60 hectómetros previsto para los regadíos tienen la consideración de envío de socorro para salvar los cultivos leñosos. «Tras el análisis efectuado con el modelo tradicional, utilizado por la Comisión de Explotación desde hace más de 20 años, resulta que hasta finales del próximo año hidrológico -octubre 2005 a octubre 2006- sólo se pueden obtener 60 hectómetros cúbicos excedentarios, es decir, trasvasables, para regadío. Por ello, teniendo en cuenta que las recientes lluvias de la cuenca del Segura colaboran en la función de asegurar la pervivencia de los cultivos leñosos, parace lógico estimar como más necesario el momento para sus uso en los meses de mayo-junio-julio», apunta el Ministerio.
M. BUITRAGO
MURCIA. La última decisión de «trasvase cero» para los regadíos del Segura probablemente no sea la única durante este año hidrológico. El Ministerio de Medio Ambiente ha realizado una estimación sobre la evolución de los recursos disponibles en la cabecera del Tajo en la cual propone en un informe que los regantes que dependen del trasvase sólo reciban 60 hectómetros cúbicos durante los próximos doce meses si se mantiene la situación actual de excepcional sequía. Este desembalse, además, se realizaría entre los meses de mayo y julio, con independencia de que el Consejo de Ministros autorice antes otros envíos.
Este informe sobre los caudales trasvasables fue presentado el 29 de septiembre, el día antes de la reunión del Consejo de Ministros, y sirvió de base para que el Gobierno central tomara su polémica decisión. Está firmado por el director general del Agua, Jaime Palop; y el subdirector general de Infraestructuras y Tecnología, Joaquín del Campo Benito. Los técnicos han elaborado el estudio con un grado de probabilidad del 90 por ciento; de tal forma que para este año hidrológico se estima una entrada de agua de 563 hectómetros en los embalses de Entrepeñas y Buendía, de los que 156 serían para los abastecimientos; 410 para las demandas propias de la cuenca del Tajo, incluyendo evaporación; 20 hectómetros para las tablas de Daimiel y 60 para los regadíos. De esta forma, sería el sexto año en la historia del Acueducto Tajo-Segura en que se producen los menores desembalses para regar.
«Futuro incierto»
«Las consecuencias de cualquier decisión dependen de un futuro incierto que ha de simularse a través de la consideración de distintos escenarios. A la vista de los mismos, parece recomendable adoptar una decisión prudente que prevea una posible evolución negativa de la actual sequía en los próximos meses», apunta el informe; que añade que en los últimos meses sólo han entrado 17 hectómetros en los embalses de Entrepeñas y Buendía, «lo que denota la dureza de la sequía y el agotamiento paralelo de los acuíferos que nutren a los embalses». El Ministerio hace notar que el pasado año hidrológico sólo hubo 364 hectómetros de aportaciones en la cabecera; y que para este se esperan 563. No obstante, las salidas de agua para todos los usos ascenderá a 646 hectómetros.
El desembalse de 60 hectómetros previsto para los regadíos tienen la consideración de envío de socorro para salvar los cultivos leñosos. «Tras el análisis efectuado con el modelo tradicional, utilizado por la Comisión de Explotación desde hace más de 20 años, resulta que hasta finales del próximo año hidrológico -octubre 2005 a octubre 2006- sólo se pueden obtener 60 hectómetros cúbicos excedentarios, es decir, trasvasables, para regadío. Por ello, teniendo en cuenta que las recientes lluvias de la cuenca del Segura colaboran en la función de asegurar la pervivencia de los cultivos leñosos, parace lógico estimar como más necesario el momento para sus uso en los meses de mayo-junio-julio», apunta el Ministerio.