TAJO-SEGURA DIVERT Murcia ask for 76 hectometres and Castilla-La Mancha says it is reckless
Tue, 27/09/2005
Mientras el Gobierno de Barreda anuncia que interpondrá nuevos recursos, el de Valcárcel decidió el pasado viernes respaldar la petición de los regantes murcianos
M. BUITRAGO / V. SÁNCHEZ
MURCIA/TOLEDO. Con los embalses alcarreños en uno de los niveles más bajos de su historia (al 13,5 por ciento de su capacidad), el Gobierno de Zapatero tendrá que volver a tomar esta semana una polémica decisión sobre el trasvase Tajo-Segura. Como ocurrió en julio, no será fácil contentar a Murcia y Castilla-La Mancha, pues las posturas de ambas comunidades se encuentran tan enfrentadas como entonces. Mientras el Gobierno de Valcárcel considera indispensable un trasvase de 76 hectómetros cúbicos para intentar aliviar los efectos de la sequía, el Ejecutivo de Barreda rechaza cualquier derivación que no sea para abastecimiento humano y amenaza con interponer nuevos recursos.
De momento, la Confederación Hidrográfica del Segura ha respaldado parcialmente la petición de los regantes de Murcia y Alicante, que reclaman 76 hectómetros cúbicos de agua del Tajo para el próximo trimestre, pese a que los excedentes en los pantanos de la cabecera no superarán los 80 hectómetros, 40 de los cuales están preasignados a los abastecimientos a la población. El organismo de cuenca que preside José Salvador Fuentes Zorita ha realizado un informe en el que pone de manifiesto que las necesidades de agua del Tajo suman 50 hectómetros.
Informe al Gobierno
Ésta es la recomendación que hará llegar la Confederación a los miembros de la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura que se reúnen mañana en Madrid, bajo la presidencia del director general del Agua, Jaime Palop. Como ocurrió el pasado mes de junio, la Comisión no tomará ninguna decisión, sino que elevará un informe al Consejo de Ministros para que decida este viernes sobre los 80 hectómetros de excedentes que se prevén a partir del 1 de octubre.
Oficialmente, todo lo que sobrepase de 240 hectómetros se considera excedentario, pero los regantes temen que el Consejo de Ministros aplique el mismo rasero que el pasado 1 de julio, cuando, pese a haber mayores existencias, sólo se autorizaron 43 hectómetros para regar, la tercera parte de lo solicitado.
El Gobierno murciano decidió el pasado viernes respaldar la petición de los regantes, y remitió un informe el Ministerio de Medio Ambiente alertando de las pérdidas del arbolado. Asimismo, los grupos políticos debatirán una moción en la Asamblea Regional en la misma línea.
Por su parte, fuentes del Ejecutivo de Castilla-La Mancha aseguraron ayer a ABC que el Gobierno prepara un recurso por el acuerdo del pasado mes de junio y está dispuesto también a llevar a los tribunales el nuevo trasvase. El recién nombrado vicepresidente de la Junta de Comunidades, Emiliano García-Page, dejó claro el pasado sábado en un acto celebrado en Hellín que sería «temeraria e insoportable» una nueva derivación que no sea para abastecimiento humano.
García-Page confía en que «Barreda va a ser el presidente que le dé el finiquito» al trasvase y señaló que «si yo fuera de Murcia o levantino estaría temblando al pensar que mi futuro depende de una tubería de un río a 300 kilómetros». Según ha explicado el vicepresidente segundo, «Castilla-La Mancha tiene que aprovechar los nuevos vientos que soplan en España en política hidráulica, que son vientos antitrasvasistas».
M. BUITRAGO / V. SÁNCHEZ
MURCIA/TOLEDO. Con los embalses alcarreños en uno de los niveles más bajos de su historia (al 13,5 por ciento de su capacidad), el Gobierno de Zapatero tendrá que volver a tomar esta semana una polémica decisión sobre el trasvase Tajo-Segura. Como ocurrió en julio, no será fácil contentar a Murcia y Castilla-La Mancha, pues las posturas de ambas comunidades se encuentran tan enfrentadas como entonces. Mientras el Gobierno de Valcárcel considera indispensable un trasvase de 76 hectómetros cúbicos para intentar aliviar los efectos de la sequía, el Ejecutivo de Barreda rechaza cualquier derivación que no sea para abastecimiento humano y amenaza con interponer nuevos recursos.
De momento, la Confederación Hidrográfica del Segura ha respaldado parcialmente la petición de los regantes de Murcia y Alicante, que reclaman 76 hectómetros cúbicos de agua del Tajo para el próximo trimestre, pese a que los excedentes en los pantanos de la cabecera no superarán los 80 hectómetros, 40 de los cuales están preasignados a los abastecimientos a la población. El organismo de cuenca que preside José Salvador Fuentes Zorita ha realizado un informe en el que pone de manifiesto que las necesidades de agua del Tajo suman 50 hectómetros.
Informe al Gobierno
Ésta es la recomendación que hará llegar la Confederación a los miembros de la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura que se reúnen mañana en Madrid, bajo la presidencia del director general del Agua, Jaime Palop. Como ocurrió el pasado mes de junio, la Comisión no tomará ninguna decisión, sino que elevará un informe al Consejo de Ministros para que decida este viernes sobre los 80 hectómetros de excedentes que se prevén a partir del 1 de octubre.
Oficialmente, todo lo que sobrepase de 240 hectómetros se considera excedentario, pero los regantes temen que el Consejo de Ministros aplique el mismo rasero que el pasado 1 de julio, cuando, pese a haber mayores existencias, sólo se autorizaron 43 hectómetros para regar, la tercera parte de lo solicitado.
El Gobierno murciano decidió el pasado viernes respaldar la petición de los regantes, y remitió un informe el Ministerio de Medio Ambiente alertando de las pérdidas del arbolado. Asimismo, los grupos políticos debatirán una moción en la Asamblea Regional en la misma línea.
Por su parte, fuentes del Ejecutivo de Castilla-La Mancha aseguraron ayer a ABC que el Gobierno prepara un recurso por el acuerdo del pasado mes de junio y está dispuesto también a llevar a los tribunales el nuevo trasvase. El recién nombrado vicepresidente de la Junta de Comunidades, Emiliano García-Page, dejó claro el pasado sábado en un acto celebrado en Hellín que sería «temeraria e insoportable» una nueva derivación que no sea para abastecimiento humano.
García-Page confía en que «Barreda va a ser el presidente que le dé el finiquito» al trasvase y señaló que «si yo fuera de Murcia o levantino estaría temblando al pensar que mi futuro depende de una tubería de un río a 300 kilómetros». Según ha explicado el vicepresidente segundo, «Castilla-La Mancha tiene que aprovechar los nuevos vientos que soplan en España en política hidráulica, que son vientos antitrasvasistas».