212 million euro of losses due to the drought
Sat, 24/09/2005
El presidente de la Comunidad de Regantes presentó un estudio que recoge la repercusión económica en el valle del Guadalentín si se mantiene la sequía El informe se ha enviado a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona A. S./LORCA PANORAMA QUE SE AVECINA. Soler Miras durante la presentación del informe. / SONIA M. LARIO / AGM
La Comunidad de Regantes prevé pérdidas por casi 212 millones de euros en el regadío tradicional de los municipios del valle del Guadalentín para el año hidrológico que comienza el próximo 1 de octubre si no llegan trasvases extraordinarios, continúa la sequía y sólo puede regarse agua de pozos.
El estudio fue presentado ayer por el presidente de los regantes, Manuel Soler Miras, y en él se analiza el retroceso económico que sufrirán los municipios de Alhama, Totana, Puerto Lumbreras y Lorca si se mantiene la situación de déficit hídrico y no hay disponibilidades para regar más de 24.000 hectáreas que se dedican a cultivos hortícolas.
Con esas perspectivas, en el próximo año hidrológico desaparecerán 5.944 puestos de trabajo en el campo, lo que supondrá que la mano de obra, en su mayor parte extranjera, dejará de percibir 72 millones de euros en jornales. Habrá que añadir otros 29 millones de salarios de 2.359 trabajadores de almacenes hortícolas que también irán al paro.
El recorte de beneficios para los agricultores se calcula en 28 millones de euros y las pérdidas de los proveedores relacionados directamente con la agricultura y los almacenes de manipulación, junto con los transportistas superarán los 83 millones. En resumen, según Soler Miras, el sector agrícola de la comarca dejará de ingresar en 12 meses más de 200 millones de euros.
Esta situación supondrá, en palabras del presidente de los regantes, «el descenso de la renta media per cápita de los ciudadanos del valle del Guadalentín y, en consecuencia, un retroceso económico de todos los sectores de actividad de estos municipios».
Soler Miras considera «inaceptable que la riqueza y el bienestar social de la comarca se vean deteriorados por el hecho de que no sea solucionado un déficit hídrico que se arrastra a lo largo de los años y que ningún Gobierno central, con independencia de su signo político, ha resuelto hasta ahora».
El informe detalla las superficies totales dedicadas a cada cultivo en el conjunto de los cuatro municipios. Los principales son lechuga con 5.590 hectáreas, brócoli con 5.632, alcachofa con 3.087 y melón con 1.200.
Las necesidades de agua para un año hidrológico, en base a las superficies y cultivos habituales, se cifra en casi 124 hectómetros cúbicos. Según Soler, si no se realizase ningún envío del trasvase Tajo-Segura el déficit hídrico en la zona alta de la comarca del valle del Guadalentín haría imposible regar el 45% del total de hectáreas de regadío tradicional, o sea 11.442.
Este detallado informe será enviado a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona; al director general del Agua, Jaime Palop; al presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, José Salvador Fuentes; al presidente del Sindicato Central de Regantes, Francisco del Amor, a los alcaldes de los municipios afectados y a sus comunidades de regantes.
La Comunidad de Regantes prevé pérdidas por casi 212 millones de euros en el regadío tradicional de los municipios del valle del Guadalentín para el año hidrológico que comienza el próximo 1 de octubre si no llegan trasvases extraordinarios, continúa la sequía y sólo puede regarse agua de pozos.
El estudio fue presentado ayer por el presidente de los regantes, Manuel Soler Miras, y en él se analiza el retroceso económico que sufrirán los municipios de Alhama, Totana, Puerto Lumbreras y Lorca si se mantiene la situación de déficit hídrico y no hay disponibilidades para regar más de 24.000 hectáreas que se dedican a cultivos hortícolas.
Con esas perspectivas, en el próximo año hidrológico desaparecerán 5.944 puestos de trabajo en el campo, lo que supondrá que la mano de obra, en su mayor parte extranjera, dejará de percibir 72 millones de euros en jornales. Habrá que añadir otros 29 millones de salarios de 2.359 trabajadores de almacenes hortícolas que también irán al paro.
El recorte de beneficios para los agricultores se calcula en 28 millones de euros y las pérdidas de los proveedores relacionados directamente con la agricultura y los almacenes de manipulación, junto con los transportistas superarán los 83 millones. En resumen, según Soler Miras, el sector agrícola de la comarca dejará de ingresar en 12 meses más de 200 millones de euros.
Esta situación supondrá, en palabras del presidente de los regantes, «el descenso de la renta media per cápita de los ciudadanos del valle del Guadalentín y, en consecuencia, un retroceso económico de todos los sectores de actividad de estos municipios».
Soler Miras considera «inaceptable que la riqueza y el bienestar social de la comarca se vean deteriorados por el hecho de que no sea solucionado un déficit hídrico que se arrastra a lo largo de los años y que ningún Gobierno central, con independencia de su signo político, ha resuelto hasta ahora».
El informe detalla las superficies totales dedicadas a cada cultivo en el conjunto de los cuatro municipios. Los principales son lechuga con 5.590 hectáreas, brócoli con 5.632, alcachofa con 3.087 y melón con 1.200.
Las necesidades de agua para un año hidrológico, en base a las superficies y cultivos habituales, se cifra en casi 124 hectómetros cúbicos. Según Soler, si no se realizase ningún envío del trasvase Tajo-Segura el déficit hídrico en la zona alta de la comarca del valle del Guadalentín haría imposible regar el 45% del total de hectáreas de regadío tradicional, o sea 11.442.
Este detallado informe será enviado a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona; al director general del Agua, Jaime Palop; al presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, José Salvador Fuentes; al presidente del Sindicato Central de Regantes, Francisco del Amor, a los alcaldes de los municipios afectados y a sus comunidades de regantes.