José Luis Rodríguez, presidente de la Asociación de Abastecimientos de Agua y Saneamientos de Andalucía (Asa), dijo ayer que el nuevo programa de vigilancia sanitaria de la Junta es 'sumamente rígido'. Por ello, anunció que su asociación presentará alegaciones a este plan, presentado a finales de julio, que persigue incrementar los controles para garantizar la calidad del agua que llega a los domicilios. Asa también sostuvo que las empresas del sector tendrán dificultades para cumplir con lo que establece el programa y pidió que se 'flexibilicen los criterios'.
A finales del mes de julio, la consejera de Salud de la Junta, María Jesús Montero, presentó en Sevilla el nuevo programa de vigilancia sanitaria de aguas para consumo humano en Andalucía. Entre otras medidas, el plan, que arranca del Real Decreto 140/2003, obligará a los suministradores a inspeccionar el agua del grifo de las viviendas a partir de muestreos, que serán obligatorios en 2012. En Andalucía, sin embargo, la Administración sanitaria pretende llegar a un acuerdo con la Federación Andaluza de Municipios y Provincias para implantar de forma progresiva estos controles a partir de 2006.
Los ayuntamientos estarán obligados a elaborar un informe anual con los resultados de estas muestras. Toda la información recopilada sobre el estado del agua en sus distintas fases podrá ser consultada a través de Internet. Además, se incrementarán los controles del agua que llega hasta los domicilios.
El presidente de Asa dijo ayer que algunas medidas de este programa son 'sumamente rígidas' y pidió que se 'flexibilicen los criterios'. Rodríguez anunció que su asociación, en las que están integradas más de 100 empresas andaluzas del sector del agua, presentará alegaciones al plan de la Junta ya que lo consideran de difícil cumplimiento.
Por su parte, Gaspar Cienfuegos, presidente de Asociación Española de Agua y Saneamiento (AEAS), también pidió a las administraciones que sean 'más flexibles en la aplicación de los criterios'. Los dos representantes de Asa y AEAS participaron ayer en una reunión en Córdoba de los equipos de gobierno de las asociaciones andaluzas y nacionales del sector de abastecimiento y el saneamiento de agua.
Rodríguez recordó la polémica surgida en torno a la prohibición de consumir agua del pantano de Iznájar (Córdoba) que afectó a más de 160.000 habitantes de la provincia a principios de julio. Según su opinión, aunque 'la población nunca estuvo en riesgo', ya que los niveles detectados eran muy bajos, se creó una situación 'de alarma'. Sin embargo, los niveles de terbutilazina, el pesticida detectado en el agua del embalse, superaron lo que marca la ley. Cienfuegos dijo ayer que se deberían 'flexibilizar los criterios' y 'no tomarlos como dogma de fe'.
Rodríguez dijo, en referencia a los herbicidas, que 'las fuentes de abastecimiento de agua de las empresas andaluzas del sector se encuentran contaminadas por estos productos'. Por ello, demandó a la Administración andaluza que 'prohíba tajantemente el uso de pesticidas' en las labores agrícolas.
Sequía
la sequía también estuvo ayer presente en la reunión de la Asociación Española de Agua y Saneamiento. En algunas zonas de Andalucía, como la Costa del Sol, la falta de lluvias ha hecho que 'la situación sea seria y parece que va a continuar así', según Rodríguez. El presidente de Asa dijo que, al margen de las medidas de urgencia, hay que trabajar a largo plazo para intentar que se pierda el mínimo posible del agua que se recoge y mejorar las infraestructuras. Y eso se traduce en inversiones que 'tendremos que pagar todos' con la 'subida de las tarifas'. Además, el presidente de la Asociación de Abastecimientos de Agua y Saneamientos de Andalucía indicó que también se deben optimizar los recursos con los que se cuenta en sectores como la agricultura.