Cataluña .- Lowest rains since 1996
Tue, 20/09/2005
La sequía que ha afectado este año a Cataluña se puede considerar histórica. Todas las estaciones meteorológicas gestionadas por el Servei Meteorològic de Catalunya han registrado durante el año pluviométrico 2004-2005 valores de precipitaciones inferiores a la media desde el año 1996, según los datos dados a conocer por el conseller de Medi Ambient, Salvador Milà.
Acompañado por el director del servicio, Jaume Pallisé, el conseller presentó el informe de las lluvias registradas en Cataluña entre septiembre de 2004 y agosto de 2005 -periodo conocido como año hidrológico- basado en los datos recogidos en 154 estaciones meteorológicas catalanas.
Del estudio se deduce que, a diferencia de la tendencia apuntada en los últimos años pluviométricos en que los valores de lluvia acumulada eran iguales o por encima de la media, este año, los valores son «claramente inferiores» y «ninguna de las estaciones ha llegado a su correspondiente media climática, habiendo déficit hídrico en todas».
Los valores máximos se han concentrado en las comarcas de Val d'Aran, Pallars Sobirà y norte del Ripollès, donde se han superado ligeramente los 1.000 milímetros de lluvia caída, seguidos por los más de 500 milímetros del sector próximo al cabo de Salou, que corresponden, en buena parte, a una fuerte tormenta caída entre los días 6 y 7 de septiembre de 2004.
El director del Servei Meteorològic destacó también que en el sector del Montseny, Gulleries, Collsacabra, que en un año normal acumularía más de 1.000 milímetros, en este año pluviométrico apenas ha superado los 500 milímetros de precipitaciones.
Los valores mínimos se han concentrado en las comarcas de Segrià, Pla d'Urgell, Garrigues y Urgell, todas en la provincia de Lleida, donde se han acumulado menos de 200 milímetros, una cantidad propia de climas áridos como podría ser el del área litoral de Almería, según Efe.
La conclusión del estudio es que sólo los relieves más destacados del Pirineo, el sector del Alt y Baix Empordà y el ámbito de la costa del Baix Camp muestran valores que se acercan a la media de otros años. Pallisé puso otros ejemplos como constatación del déficit hídrico de este año, atendiendo a los datos de las estaciones que llevan funcionando desde principios del siglo XX. En este sentido, remarcó que el observatorio de Roquetes, junto a Tortosa, registra habitualmente una media de 543,8 milímetros anuales, frente a los 336,6 de este año, que, sin embargo, no es el que ha registrado una pluviometría peor, ya que en esta zona los niveles más bajos son de los años que van de 1922 a 1925.
En el observatorio de Cervera, con datos desde 1916, éste ha sido el peor año con 207,4 milímetros, frente a los 453 de media anuales, mientras que en el Observatori Fabra de Barcelona, con datos desde 1914, la media de este año ha sido de 368,7 milímetros, la segunda más baja de la historia, frente a los 621,2 de media.
El conseller Milà valoró positivamente las últimas lluvias caídas, especialmente en el litoral barcelonés, porque «permiten retener el agua de los embalses», aunque ha advertido de que la acumulación total en el conjunto del sistema de pantanos es ahora del 29,7 por ciento, frente al 76,69 que había en estas mismas fechas el año pasado.
Respecto a las restricciones si persiste esta climatología, Milà afirmó que no se deberán hacer, como mínimo antes de noviembre, ni serán de «forma súbita, ni de hoy para mañana, y serán en función de las contingencias de cada ámbito territorial».
Acompañado por el director del servicio, Jaume Pallisé, el conseller presentó el informe de las lluvias registradas en Cataluña entre septiembre de 2004 y agosto de 2005 -periodo conocido como año hidrológico- basado en los datos recogidos en 154 estaciones meteorológicas catalanas.
Del estudio se deduce que, a diferencia de la tendencia apuntada en los últimos años pluviométricos en que los valores de lluvia acumulada eran iguales o por encima de la media, este año, los valores son «claramente inferiores» y «ninguna de las estaciones ha llegado a su correspondiente media climática, habiendo déficit hídrico en todas».
Los valores máximos se han concentrado en las comarcas de Val d'Aran, Pallars Sobirà y norte del Ripollès, donde se han superado ligeramente los 1.000 milímetros de lluvia caída, seguidos por los más de 500 milímetros del sector próximo al cabo de Salou, que corresponden, en buena parte, a una fuerte tormenta caída entre los días 6 y 7 de septiembre de 2004.
El director del Servei Meteorològic destacó también que en el sector del Montseny, Gulleries, Collsacabra, que en un año normal acumularía más de 1.000 milímetros, en este año pluviométrico apenas ha superado los 500 milímetros de precipitaciones.
Los valores mínimos se han concentrado en las comarcas de Segrià, Pla d'Urgell, Garrigues y Urgell, todas en la provincia de Lleida, donde se han acumulado menos de 200 milímetros, una cantidad propia de climas áridos como podría ser el del área litoral de Almería, según Efe.
La conclusión del estudio es que sólo los relieves más destacados del Pirineo, el sector del Alt y Baix Empordà y el ámbito de la costa del Baix Camp muestran valores que se acercan a la media de otros años. Pallisé puso otros ejemplos como constatación del déficit hídrico de este año, atendiendo a los datos de las estaciones que llevan funcionando desde principios del siglo XX. En este sentido, remarcó que el observatorio de Roquetes, junto a Tortosa, registra habitualmente una media de 543,8 milímetros anuales, frente a los 336,6 de este año, que, sin embargo, no es el que ha registrado una pluviometría peor, ya que en esta zona los niveles más bajos son de los años que van de 1922 a 1925.
En el observatorio de Cervera, con datos desde 1916, éste ha sido el peor año con 207,4 milímetros, frente a los 453 de media anuales, mientras que en el Observatori Fabra de Barcelona, con datos desde 1914, la media de este año ha sido de 368,7 milímetros, la segunda más baja de la historia, frente a los 621,2 de media.
El conseller Milà valoró positivamente las últimas lluvias caídas, especialmente en el litoral barcelonés, porque «permiten retener el agua de los embalses», aunque ha advertido de que la acumulación total en el conjunto del sistema de pantanos es ahora del 29,7 por ciento, frente al 76,69 que había en estas mismas fechas el año pasado.
Respecto a las restricciones si persiste esta climatología, Milà afirmó que no se deberán hacer, como mínimo antes de noviembre, ni serán de «forma súbita, ni de hoy para mañana, y serán en función de las contingencias de cada ámbito territorial».