The Júcar swamps are technically empty
Fri, 16/09/2005
Los regantes acuden a pozos de emergencia para garantizar el consumo en Valencia, Sagunt y Albacete
Los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar han tocado fondo y desde hace semanas sólo el recurso a los pozos de sequía permite mantener la gestión de las aguas de este río sin que estallen las tensiones entre los usuarios. Ayer, la Confederación Hidrográfica del Júcar se limitó a
«escuchar» las demandas de los regantes pero sin adquirir ningún compromiso. Una señal inequívoca de la delicada situación por la que atraviesa el suministro de agua en la Comunidad Valenciana.
J. Sierra, Valencia
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) escuchó ayer las peticiones de los regantes para las próximas semanas , aunque eludió deliberadamente cualquier compromiso de atender estas demandas. De momento, la CHJ ha dado instrucciones de que los regantes del Júcar-en el Turia y el Mijares todavía quedan reservas- tienen que abastecerse de las aguas fluyentes. No pierden, pero tampoco ganan agua.
La situación de los embalses es cada vez más complicada, los regantes del Júcar se han visto obligados a extraer miles de litros de agua de los pozos de emergencia y la CHJ, aunque sin decirlo claramente, parece que ha optado por establecer un régimen de entradas por salidas en todos los embalses, que se encuentran técnicamente vacíos.
En la reunión celebrada ayer en la sede la CHJ, la dirección técnica de este organismo se limitó, según fuentes de los asistentes, a «tomar nota» de las peticiones sin adquirir ningún compromiso, especialmente en el Júcar, donde apenas quedan reservas de agua.
La CHJ optó por guardar silencio ante las peticiones y únicamente pidió a los regantes del Júcar que estén «en contacto permanente» con este organismo con objeto, supuestamente, de adaptar las salidas de Tous a la demanda real, muy variable en los últimos días como consecuencia de las tormentas.Por si fuera poco, en las últimas semanas se ha incrementado el ritmo de extracción de los pozos de sequía abiertos junto a los canales principales de la Acequia Real del Júcar, Escalona y Carcaixent.
Cabe recordar que desde el pasado mes de Julio, los regantes tradicionales del Júcar consideran que el sistema Júcar está por debajo del nivel de reservas que garantiza sus regadíos y que quedó establecido a cambio de ceder al estado el embalse de Alarcón. La CHJ sostiene, por el contrario, que la curva de reservas debe a contemplar el agua almacenada en Tous, Contreras y Alarcón aunque incluso con este argumento el pasado 21 de agosto se supero la curva.
A partir de esa fecha, el abastecimiento de Valencia, el de Albacete, Sagunt y el regadío del canal Júcar-Turia están recibiendo agua que es de los regantes tradicionales, según el convenio de Alarcón pactado con la Generalitat Valenciana y con el gobierno de José María Aznar. Estos regantes ceden el agua, a cambio de una compensación económica que cubre los costes de extraer agua de los pozos situados junto a sus acequias.
La CHJ estima que hasta el 1 de octubre habrá que extraer 37 hectómetros de estos pozos y una cantidad similar para el año hidrológico que comenzará en esa fecha. Sin embargo, los regantes creen que se encuentran al «límite» de las extracciones, tanto por la falta de infraestructuras- no todos los pozos están electrificados- como por el hecho de que los estudios elaborados por la Confederación aseguran que un uso «sostenible» del acuífero no permite extraer más d 29 hm3 años y hasta 70 en puntas excepcionales.
Los regantes temen que lo «excepcional» se convierta en «normal» e incluso se muestran reacios a que se electrifiquen todos los pozos «de emergencia» porque eso facilitaría el recurso fácil a estos caudales que son, según afirman, «la última salvaguardia» del regadío histórico valenciano.
Los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar han tocado fondo y desde hace semanas sólo el recurso a los pozos de sequía permite mantener la gestión de las aguas de este río sin que estallen las tensiones entre los usuarios. Ayer, la Confederación Hidrográfica del Júcar se limitó a
«escuchar» las demandas de los regantes pero sin adquirir ningún compromiso. Una señal inequívoca de la delicada situación por la que atraviesa el suministro de agua en la Comunidad Valenciana.
J. Sierra, Valencia
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) escuchó ayer las peticiones de los regantes para las próximas semanas , aunque eludió deliberadamente cualquier compromiso de atender estas demandas. De momento, la CHJ ha dado instrucciones de que los regantes del Júcar-en el Turia y el Mijares todavía quedan reservas- tienen que abastecerse de las aguas fluyentes. No pierden, pero tampoco ganan agua.
La situación de los embalses es cada vez más complicada, los regantes del Júcar se han visto obligados a extraer miles de litros de agua de los pozos de emergencia y la CHJ, aunque sin decirlo claramente, parece que ha optado por establecer un régimen de entradas por salidas en todos los embalses, que se encuentran técnicamente vacíos.
En la reunión celebrada ayer en la sede la CHJ, la dirección técnica de este organismo se limitó, según fuentes de los asistentes, a «tomar nota» de las peticiones sin adquirir ningún compromiso, especialmente en el Júcar, donde apenas quedan reservas de agua.
La CHJ optó por guardar silencio ante las peticiones y únicamente pidió a los regantes del Júcar que estén «en contacto permanente» con este organismo con objeto, supuestamente, de adaptar las salidas de Tous a la demanda real, muy variable en los últimos días como consecuencia de las tormentas.Por si fuera poco, en las últimas semanas se ha incrementado el ritmo de extracción de los pozos de sequía abiertos junto a los canales principales de la Acequia Real del Júcar, Escalona y Carcaixent.
Cabe recordar que desde el pasado mes de Julio, los regantes tradicionales del Júcar consideran que el sistema Júcar está por debajo del nivel de reservas que garantiza sus regadíos y que quedó establecido a cambio de ceder al estado el embalse de Alarcón. La CHJ sostiene, por el contrario, que la curva de reservas debe a contemplar el agua almacenada en Tous, Contreras y Alarcón aunque incluso con este argumento el pasado 21 de agosto se supero la curva.
A partir de esa fecha, el abastecimiento de Valencia, el de Albacete, Sagunt y el regadío del canal Júcar-Turia están recibiendo agua que es de los regantes tradicionales, según el convenio de Alarcón pactado con la Generalitat Valenciana y con el gobierno de José María Aznar. Estos regantes ceden el agua, a cambio de una compensación económica que cubre los costes de extraer agua de los pozos situados junto a sus acequias.
La CHJ estima que hasta el 1 de octubre habrá que extraer 37 hectómetros de estos pozos y una cantidad similar para el año hidrológico que comenzará en esa fecha. Sin embargo, los regantes creen que se encuentran al «límite» de las extracciones, tanto por la falta de infraestructuras- no todos los pozos están electrificados- como por el hecho de que los estudios elaborados por la Confederación aseguran que un uso «sostenible» del acuífero no permite extraer más d 29 hm3 años y hasta 70 en puntas excepcionales.
Los regantes temen que lo «excepcional» se convierta en «normal» e incluso se muestran reacios a que se electrifiquen todos los pozos «de emergencia» porque eso facilitaría el recurso fácil a estos caudales que son, según afirman, «la última salvaguardia» del regadío histórico valenciano.