The Albufera is condemned to extinction, according to experts
Wed, 14/09/2005
El informe de un biólogo y un ornitólogo ve insostenible la situación hídrica
Efe, Madrid
La Albufera de Valencia está condenada a desaparecer como humedal funcionalmente vivo debido a su situación hídrica insostenible, según dos especialistas, autores de un artículo dedicado al Parque Natural que publica la revista La Garcilla de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife).
Según explican el ornitólogo Mario Giménez y el biólogo Joan Miquel Benavent, la Albufera está «muy lejos» del objetivo del buen estado ecológico que marca la Directiva Marco del Agua para todas las aguas europeas en 2015. La causa que explica el «pésimo» estado de salud del lago es, a juicio de los autores, la reducción del 70% en los últimos 25 años de los aportes procedentes del río Júcar, que aseguran, será todavía menor en los próximos años. Mantienen que la puesta en funcionamiento de las infraestructuras de modernización de los regadíos tradicionales de la Acequia Real del Júcar, que serán atendidos mayoritariamente mediante riego por goteo, agudizará más el déficit hídrico.
Casi 20 años después de su declaración como Parque Natural, en julio de 1986, y del establecimiento de un plan de saneamiento, para el que se han utilizado 9 depuradoras y diversas redes de colectores, la lagunacontinúa siendo un sistema hipertrófico dominado por la contaminación, indican los autores.
A la mengua de los aportes hay que sumar los problemas de contaminación que perviven en las 21.000 hectáreas del Parque Natural, incluido en la lista de humedales de importancia internacional del Convenio Ramsar y designado Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA).
Giménez y Benavent señalan en su artículo que la Albufera recibe entradas excesivas de materia orgánica y nutrientes inorgánicos, compuestos de nitrógeno y fósforo, así como de vertidos directos sin depurar de origen urbano e industrial. Como solución, apuestan por un plan de sostenibilidad hídrica, capaz de establecer un mínimo caudal de agua limpia, que permita mantener la vinculación del humedal con el río Júcar a través de su Acequia Real y recomiendan un tratamiento terciario para las depuradoras y una naturalización de los efluentes con filtros. La semana pasada la aparición de espuma verdosa volvió a llamar la atención sobre la salud de la Albufera.
Efe, Madrid
La Albufera de Valencia está condenada a desaparecer como humedal funcionalmente vivo debido a su situación hídrica insostenible, según dos especialistas, autores de un artículo dedicado al Parque Natural que publica la revista La Garcilla de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife).
Según explican el ornitólogo Mario Giménez y el biólogo Joan Miquel Benavent, la Albufera está «muy lejos» del objetivo del buen estado ecológico que marca la Directiva Marco del Agua para todas las aguas europeas en 2015. La causa que explica el «pésimo» estado de salud del lago es, a juicio de los autores, la reducción del 70% en los últimos 25 años de los aportes procedentes del río Júcar, que aseguran, será todavía menor en los próximos años. Mantienen que la puesta en funcionamiento de las infraestructuras de modernización de los regadíos tradicionales de la Acequia Real del Júcar, que serán atendidos mayoritariamente mediante riego por goteo, agudizará más el déficit hídrico.
Casi 20 años después de su declaración como Parque Natural, en julio de 1986, y del establecimiento de un plan de saneamiento, para el que se han utilizado 9 depuradoras y diversas redes de colectores, la lagunacontinúa siendo un sistema hipertrófico dominado por la contaminación, indican los autores.
A la mengua de los aportes hay que sumar los problemas de contaminación que perviven en las 21.000 hectáreas del Parque Natural, incluido en la lista de humedales de importancia internacional del Convenio Ramsar y designado Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA).
Giménez y Benavent señalan en su artículo que la Albufera recibe entradas excesivas de materia orgánica y nutrientes inorgánicos, compuestos de nitrógeno y fósforo, así como de vertidos directos sin depurar de origen urbano e industrial. Como solución, apuestan por un plan de sostenibilidad hídrica, capaz de establecer un mínimo caudal de agua limpia, que permita mantener la vinculación del humedal con el río Júcar a través de su Acequia Real y recomiendan un tratamiento terciario para las depuradoras y una naturalización de los efluentes con filtros. La semana pasada la aparición de espuma verdosa volvió a llamar la atención sobre la salud de la Albufera.