Según la Agencia Catalana del Agua (ACA), las mayores cantidades de lluvia se han recogido en el litoral y el prelitoral y no en las cabeceras de los ríos
Estrella Digital/ EFE

Barcelona

Las intensas precipitaciones que se han producido esta semana en Cataluña apenas han hecho efecto en los embalses catalanes, ya que sólo han aumentado un uno por ciento sus reservas, según fuentes de la Agencia Catalana del Agua (ACA). Lo que unicamente han conseguido las lluvias es retrasar el nivel de excepcionalidad 2, que establece restricciones en el sector agrícola. El embalse de Sau es de los pocos que han subido su nivel al pasar al 26,32 por ciento de su capacidad. El de Susqueda se sitúa en el 35,08 por ciento, el embalse de la Baells ha pasado al 21,40, el de la LLosa de Cavall del 15,29 al 15,27 y el de Sant Ponc del 60,28 al 60,37.
El embalse de Foix, el más pequeño de la cuenca, si ha conseguido llenarse al cien por cien con las lluvias mientras que el pantano de Siurana ha pasado del 36,07 por ciento del martes al 36,17 por ciento de su capacidad ayer.

Las intensas precipitaciones caídas esta semana en Cataluña apenas se han notado en los depauperados embalses catalanes, que sólo han aumentado un uno por ciento sus reservas, porque las mayores cantidades de lluvia se han recogido en el litoral y el prelitoral y no en las cabeceras de los ríos.

Según han informado fuentes de la Agencia Catalana del Agua (ACA), la sequía sigue en su nivel de excepcionalidad 1 y el nivel medio de los pantanos de las cuencas internas, que el pasado martes se encontraban al 28,94 por ciento de su capacidad, ayer estaban al 29,95 por ciento.

En todo caso, las lluvias han retrasado unos días la llegada al nivel de excepcionalidad 2, que prevé, según el Decreto de Sequía, establecer más restricciones, sobre todo en el sector agrícola.

Según el ACA, tendría que llover durante un mes en las cabeceras de los ríos para poder hablar de recuperación de los pantanos.

El embalse de Sau es de los pocos que ha subido algo su nivel esta semana, un tres por ciento aproximadamente, al pasar del 26,32 por ciento de su capacidad en que estaba el martes al 29,30 que registró ayer.

Sin embargo, el pantano de Boadella ha perdido agua y ha pasado del 29,77 por ciento del martes al 29,70 por ciento de la pasada jornada.

El de Susqueda apenas se ha recuperado hasta el 35,08 por ciento de su capacidad, cuando el martes, poco después de comenzar el temporal de lluvias, estaba al 34,59 por ciento.

En cuanto a la cuenca del Llobregat, la que se encuentra en situación más precaria, el embalse de la Baells ha pasado del 21,23 por ciento al 21,40, el de la LLosa de Cavall del 15,29 al 15,27 y el de Sant Ponc del 60,28 al 60,37.

El embalse de Foix, el más pequeño de la cuenca, si ha conseguido llenarse al cien por cien con las lluvias, pero su capacidad es de apenas 3,74 hectómetros cúbicos, mientras que el pantano de Siurana ha pasado del 36,07 por ciento del martes al 36,17 por ciento de su capacidad ayer y el de Riudecanyes del 22,79 al 22,04.

El conseller de Medio Ambiente de la Generalitat, Salvador Milá, ya explicó el jueves pasado que las lluvias caídas "sólo han servido para mantener el nivel de los acuíferos del Llobregat, que son muy importantes, y los de las rieras del Maresme".

Milá subrayó que la sequía "continúa y continuará", sobre todo si sigue lloviendo en la franja litoral, en vez de en la cabecera de las cuencas.